CRONICA DE UN ENCUENTRO...
SEGÚN SNOWMAN CARPFISHING.
Habiendo
acabado ya el II Encuentro Carpfishin Mequinenza y los frenéticos, pero
maravillosos días que allí hemos pasado, es el momento de contar el devenir de
este evento, centrándonos más en lo acontecido en la zona que Snowman
Carpfishing coordinaba.
La
novedad de este Encuentro era la de asignar la coordinación de las distintas
zonas de pesca a diferentes grupos, clubes y webs, cuyos miembros se
encargarían del buen funcionamiento en un sector que tendrían asignado,
ayudando a los participantes en todas las dudas que durante el mismo les
pudieran surgir. Los sectores de pesca fueron divididos en cuatro zonas que
quedaron adjudicadas de la siguiente manera:
FUENTICAR.
Los Madrileños de este grupo han sido los encargados, desgraciadamente, de
coordinar la zona menos productiva de todo el encuentro; el Refugio. Los
participantes a los que el azar les hizo estar en esta zona lo tuvieron muy
difícil, aunque me consta que hicieron un gran trabajo para haber podido
conseguir un gran resultado, pero cuando las condiciones no acompañan, el buen
trabajo, si no está acompañado de un poco de fortuna...
CATACARP.
Estos tipos saben bien lo que hacen, y se encargaron de la zona denominada
Camino de la Presa. Esta fue una de las zonas más productivas de todo el
encuentro, donde el equipo Catalán dio buena cuenta de un buen número de carpas
durante estos días, y también fue allí donde se consiguió el pez más grande del
encuentro, un siluro de 2,10m que salio la primera noche en el puesto de David
García, Xavi Casas, Jordi Iglesias, Pere Circuns y Gemma Guardiola, quienes
tras una tremenda pelea llevada a cabo desde embarcación, hicieron besar la
lona a este coloso.
La
zona SILVER-CARP. El grupo Madriñelo coordinaba la Curva y ambos lados del
puente, un buen sector de capturas aunque con desigual suerte según el lado del
puente en el que estuvieran los participantes. Esta fue otra de las zonas
productivas del encuentro con un buen número de carpas, además de la carpa más
grande del evento, una preciosa y gran común de más de 21kg de peso que
engañaron el grupo formado por los fenomenales pescadores; David Morcillo,
Alberto Rubio y Julio José Miguel.
Y
por supuesto… la zona de la Mina, en la que los Castellano Manchegos del Club SNOWMAN
CARPFISHING estuvieron al quite de cualquier necesidad que se les presentara a
los participantes que allí les había llevado la suerte.
Sabíamos
que el II Encuentro Carpfishing Mequinenza era un evento esperado por muchos
pescadores de toda España, y más teniendo en cuenta que en esta edición se
había conseguido permiso para pescar durante la noche y montar los refugios,
motivo este por el que mucha gente se sentiría más atraída. Pero cuando a tan
solo un mes de la celebración del encuentro las inscripciones no estaban aún
disponibles, poco hacía sospechar que al encuentro acudieran de diferentes
zonas de España casi un centenar de aficionados al carpfishing para tomar parte
de este evento, que parece ir por el camino de consolidarse como el evento más
importante del carpfishing en el panorama nacional, ¡y quien sabe!… si en el
futuro, también se convierte en una referencia del carpfishing internacional.
II Encuentro Carpfishing Mequinenza.
Al
amanecer del jueves habíamos aterrizado en Mequinenza y nos encontrábamos
tomando café el Citron Blue, con unas indisimulables caras de cansancio y
agotamiento por el largo viaje. Pero los desencajados rostros desaparecieron
mientras saludábamos a los participantes y buenos amigos que iban llegando, y
entre saludos y efusivos abrazos terminamos por olvidar la paliza de carretera
que nos habíamos metido para asistir al encuentro.
Ya
sentados junto a los compañeros con un café en la mano, se tornaba inevitable hablar
de pesca con ellos, sobre todo sabiendo que todos son grandísimos pescadores
con mucha experiencia a sus espaldas.
Estuvimos
contándonos las batallitas que habíamos vivido desde la última vez que nos
vimos, enseñándonos fotografías de esa captura tan especial que habíamos
conseguido en un determinado lugar, para seguir conversando y preguntando por
nuestras situaciones personales, familiares y profesionales, en definitiva,
conversaciones de amigos que empezaron siéndolo por medio de una afición común
(el carpfishing), y que han terminado, gracias a eventos como este encuentro,
fraguando una fuerte y sincera amistad.
Verdaderamente
me lleno de melancolía mientras escribo estas líneas, pero pensándolo más
fríamente, comprendo que a los amigos que no vea durante el tiempo que queda
hasta el III Encuentro Carpfishing Mequinenza, los veré allí, en ese mismo
lugar el próximo año.
Pero
vamos al tema que me lío…
Tras
el merecido desayuno, la tertulia con los compañeros y haber recibido las
instrucciones y el puesto asignado de parte de Gabi, la cabeza (y que cabeza), visible
de la organización para todos nosotros, nos despedimos con un hasta luego de
toda la gente que no paraba de llegar al centro de reunión, y dirigimos nuestro
pasos hasta la tienda Vabarian guiding fishing, una de las empresas de guía y
alquiler de equitación líderes en la zona, ahí nos esperaba Markus, otro de los
responsables que este evento sea posible. Tras los pertinentes saludos con
Markus, nos hizo entrega de los cebos que nos tenía reservados y nos condujo
hasta el embarcadero para adjudicarnos las “naves” que utilizaríamos durante el
encuentro.
Nuestro destino… la Mina.
Un
camino de más de 30 minutos de navegación durante el cual pudimos disfrutar de
la majestuosidad del embalse de Ribarroja y la belleza de su entorno. El
cansancio había desapareció como por arte de magia cuando arrancamos los
motores y pusimos rumbo a la Mina. Por el camino, pudimos ver varios pescadores
que trataban de engañar a las carpas desde sus embarcaciones, y también, a lo
lejos, vimos a los primeros participantes que se estaban instalando en la zona
del refugio.
Que
sensación de soledad, abandono y vacío cuando por fin tomamos contacto visual
con la zona de la Mina, lo primero que llena mis ojos es la inmensa masa de
agua a la que nos tenemos que enfrentar, y tras ella, la enorme montaña que
identifica la zona. Pero no soy virgen en esta zona, y tras la primera
impresión me invaden la mente los gratos recuerdos de las situaciones vividas
el año pasado en ese mismo escenario, por lo que la emoción y la ilusión se
apoderan de mí.
El
puesto que el azar había hecho que me tocara era… el número siete, puesto que
compartiría con Carlos Roque, Carlos García, Mayte Cendrero y el pequeño
Carlos. En el puesto número tres se instalarían los compañeros Carmelo
Vozmediano Rodilla, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel Flores, capitán de
la barca que había navegado junto a mi.
PREPARACIÓN
DEL PUESTO.
Teníamos
suficientemente clara y definida la estrategia que emplearíamos, ya que nuestra
intención en este escenario es la de atraer y pescar un gran siluro. Las tareas
se complicaban debido al incesante viento que azotaba la zona, y que nos hizo
emplear más de dos horas para sondear la zona. Aun acuciados por la ventisca,
conseguimos marcar varios puntos que a nuestro parecer resultaban interesantes.
Identificamos
con boyas marcadoras la línea de árboles sumergidos que flanquean el antiguo
cauce del río, una zona que los peces frecuentan habitualmente en la que sin
duda queríamos disponer uno o dos montajes en sus inmediaciones.
Una
vez marcados los spot en los que pescaríamos, subimos a la barca el grueso del
cebo con el que contábamos y realizamos un primer cebado… ¡a discreción!,
arrojando a los spot más de 150kg de cebo de diferente naturaleza, siendo la
semilla el cebo con mayor presencia en este primer cebado. Nuestra idea era
crear una zona atractiva para los grandes glanos, ya que teníamos la
información y el consejo de avezados pescadores de estos grandes gatos.
Y
con el grueso del cebado de atracción realizado, debíamos diversificar nuestras
posibilidades de pescar, por lo que buscamos dos zonas alejadas del cebadero
principal donde ubicar dos de las cañas de las que disponíamos, las cuales
cebaríamos con boilies de piña y ácido butírico que tan buen resultado nos dio
en la anterior edición del encuentro. Estas cañas en principio estarían
destinadas a capturar carpas, pero sin desestimar la posible picada del siluro
a estos cebos, ya que por nuestra experiencia sabemos que gustan… ¡y mucho! de
estas bolas de Carp Zone.
Nos
habíamos comido gran parte del día en las tareas de sondeo, marcado y cebado
del puesto, y aún nos quedaba sacar las líneas hasta los puntos que habíamos
elegido para presentar los cebos. Esta labor la habíamos terminado hacia las
cinco de la tarde, hora en la que nos dimos el placer de tomar unos aperitivos
sentados bajo el refugio mientras observábamos como el viento iba amainando.
El
ocaso había dejado la superficie del agua muy tranquila, y el molesto oleaje
que habíamos sufrido durante la mayor parte del día había desaparecido. Pero
esta calma de la que estábamos disfrutando…traería consecuencias.
DESPUÉS
DE LA TORMENTA.
Como
reza el refrán, “después de la tormenta siempre llega la calma”. Y vaya si fue
así, tuvimos unas horas estupendas tras el vendaval que habíamos sufrido, y la
calma del momento invitaba a albergar esperanzas de tener una noche con alguna
captura, pero… cuando la penumbra del ocaso dio paso a la oscuridad y el negro
silencio de la noche, todo cambió-.Aunque antes del brusco cambio tuvimos la
feliz noticia de las primeras capturas conseguidas en la zona de Silver-carp y
en el sector de Catacarp, en esta última la captura se trataba de nada más y
nada menos que de un siluro de 2,10m, ¡fascinante como había empezado el
encuentro!. Estas nuevas nos embriagaron de optimismo para esa noche, y más
aún, cuando en el silencio de la oscuridad podíamos oír los saltos de algunas
carpas y el coletazo de algún siluro por la zona y las inmediaciones del
cebadero que tan concienzudamente habíamos preparado.
Esta
era la noche del descanso, y todos los participantes que estábamos allí
habíamos trabajado mucho ese día para tenerlo todo a punto antes del atardecer,
y ya el cansancio de los participantes era notorio en todos los puestos, así,
que todos nos dispusimos a descansar aprovechando la calma que se respiraba en
el ambiente, ¿y por que no?, a soñar con el silbido de la alarma retumbando en
la tienda mientras marca la picada de un gran pez.
-Nada
hacía presagiar cuando fuimos a dormir que la apacible noche de la que creíamos
íbamos a disfrutar, nos sobresaltaría de madrugada a consecuencia de las algas
que venían flotando arrastradas por la corriente y que hacían sonar algunas
alarmas cuyas líneas habían capturado en su interior. Hubo que retirar algunas
líneas que habían sido atrapadas por la maraña de alga, que empezaron a
aparecer como dispersos cúmulos flotantes que se convirtieron en enormes
manchas herbáceas que flotaban a la deriva por todo el sector, acumulándose
frente a los pesquiles de los participantes que tuvieron que retirar todas las
líneas del agua para el resto de la noche.
DESASTROSO
VIERNES.
El
despertar del viernes no pudo ser más funesto para todos, ya que pudimos
comprobar con la luz de amanecer la gran cantidad de líneas que las algas nos
habían hecho retirar, y por consiguiente, desaprovechar unas horas en las que
sabíamos se centraba la mayor parte de la actividad diaria, duro golpe para
todo el sector tras una noche infructífera. Desgraciadamente habíamos perdido el
50% de la noche y todo el amanecer por culpa de las algas, pero sin pararse a
lamentaciones, todos los participantes iniciaron las maniobras de recolocación
de las líneas en sus spot.
Nosotros
en el puesto siete y los otros compañeros de Snowman en el puesto tres,
compartíamos la estrategia de cebado desde el inicio, y antes de recolocar
nuestras líneas decidimos hacer un recebado de la zona a pesar de no haber
obtenido captura alguna durante el día anterior, pero lo teníamos claro,
¡buscábamos siluros!.
PIPIPIPIPIPIPIP…
No, no es una picada, es un aviso de mensaje de whatsapp, medio por el cual nos
manteníamos en contacto e intercambiábamos información de todo lo que acontecía
en los distintos sectores del Encuentro. Recibimos la noticia de la captura de
una carpa durante la noche en el puesto de la Isla verde donde se encontraban
Raúl López, Inmaculada Ochoa, Rubén Vaquerizo y Marisol Sánchez, los cuales
tuvieron el acierto de encontrar y hacer picar la carpa, y la suerte de
llevarla a la sacadera, ya que luchaban contra un escenario especialmente
difícil por la gran cantidad de árboles sumergidos que oculta, circunstancia
que aumenta exponencialmente las posibilidades de perder los peces entre tanta
cobertura arbórea.
Felices
al conocer la captura realizada esa noche en el puesto de la isla verde, nos
dispusimos a descansar un tiempo mientras hacíamos una visita a los compañeros
del sector.
OTRA
VEZ EL VIENTO.
La
meteorología volvió a azotarnos al poco tiempo de haber terminado de colocar
las líneas que tantas horas habían pasado en dique seco, y el fuerte viento
procedente del suroeste nos devolvió a nuestras compañeras de sesión… “las
algas”, que hacía escaso tiempo habíamos visto pasar parsimoniosamente por
delante de nuestros puestos. De nuevo esta circunstancia nos obligaba a retirar
las líneas y esperar el paso de las malditas algas que esta vez, empujadas por
el fuerte viento, se deslizaron veloces por todos los puestos desapareciendo de
la zona rápidamente.
Marcaban
las agujas del reloj las cuatro de la tarde cuando por fin volvimos a tener los
montajes en posición de ataque cuando… ¡Una captura!, ¡genial!, se había
producido en el puesto tres, el ocupado por los miembros del club Snowman
Carpfishing, Carmelo Vozmediano Rodilla, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel
Flores, habiendo conseguido una preciosa carpa común de unos 12kg de peso que engañada
con una presentación de pellets con un boilie de cangrejo y asafoetida. Captura
esta que tras el sufrimiento y frustración de tanta pelea contra las algas, nos
levantaba enérgicamente el ánimo a todos los participantes que allí estábamos.
Noticias
frescas de la zona de Silver-carp, concretamente en el puesto de la carretera
sumergida donde han conseguido una carpa, ¡y qué carpa!, 21,250kg de fuerte, sana, hermosa y bien fotografiada común, que sin duda les dio una estupenda alegría a este fantástico grupo de amigos. Bueno, bueno, bueno…
parece que el evento está animado en capturas, solo esperamos tener también
suerte en esta zona, para contribuir al engorde del número de capturas del
encuentro.
Con esta noticia y el ocaso, amaina el viento y la calma volvió al
sector que coordinábamos. Con ella llegó a verse algo de actividad en la zona
que nos animaba a pensar en futuribles capturas, pero también teníamos el
convincente miedo que sucediera lo mismo que la noche anterior, y las algas
retornaran por donde se habían ido esta misma tarde para volver a causarnos
problemas.
La
noche transcurría tranquila y no parecía que las algas nos fueran a
importunar. Hasta que hacia las cuatro de la madrugada empezaron a sonar
tímida, aleatoria y descontroladamente las alarmas de muchos de los puestos,
¡ya están aquí!... las algas habían vuelto y esta vez con refuerzos y más
virulentas que en las ocasiones anteriores, haciendo que besaran el suelo a
algunos trípodes.
Bajo
la tenue luz de la luna podíamos apreciar el reflejo de las enormes manchas que
iban arrastrando sin compasión todas las líneas del sector, y en medio de la
frustración general, nos resignamos y volvimos a retirar las líneas del agua,
otra vez…
Al
menos, recibimos la alentadora noticia de una captura en el puesto número uno,
lugar ocupado por Álvaro Medina y los hermanos Rubén y Javier Bernal, el equipo
de participantes más joven de los que se encontraban en la zona de la Mina.
Estos avezados chicos habían conseguido capturar una carpa común de más de 14kg
en un tiempo record, ya que se habían instalado en el puesto hacía pocas horas.
Pero también a ellos les llegó la necesidad de retirar las cañas por culpa de
las algas, y el sector quedó totalmente huérfano de líneas en acción de pesca
hasta la mañana siguiente.
AMANECER
DEL SÁBADO.
De
abatimiento y desolación se podría decir que eran nuestros sentimientos cuando
con las primeras luces del alba pudimos ver el desaguisado que las algas habían
causado durante la noche y, como si se estuvieran mofando de nosotros, ahí
estaban, imperturbables ante nuestros ojos y cómodamente instaladas, sin prisa
por retirarse.
Y
así, igual que el viernes, comenzaba otro día más de infortunios. Otra vez más
de lo mismo, nos pusimos a preparar las artes mientras esperábamos con
impaciencia el paso de la procesión de las islas flotantes que nos impedían
devolver los montajes al agua para intentar engañar a esos peces que aún no
sabíamos si se encontraban dentro de los cebaderos, ya que la situación que
nos habían deparado las algas no nos había permitido realizar la pesca que
hubiéramos deseado.
Mientras
esperábamos que se apartasen las densas algas capaces de transportar cualquier
tipo de cosa, aprovechamos el tiempo para comernos un consistente desayuno
preparado por Carmelo, en compañía de Gabi, Enric y Miguel, los cuales cayeron
rendidos ante las dotes culinarias del maese cocinero. Y entre bocado, bocado y
trago de buen vino, íbamos encumbrando al chef y maldiciendo los resultados que
estábamos obteniendo en la zona, lo único que nos hacia cambiar la cara, a
parte de las buenas viandas que había sobre la mesa, eran las noticias que
recibíamos de nuevas capturas en la zona del camino de la presa y en la del
puente, las cuales estaban coordinadas por Catacarp y Silver-carp
respectivamente, los dos sectores donde se estaban produciendo el grueso de las
capturas del encuentro.
Durante este tiempo… el trabajo seguía en la Mina.
Algunos
compañeros pudieron reponer sus líneas a lo largo de la mañana, pero en el
siete, puesto en el que nos encontrábamos, habíamos rebasado el medio día
cuando aún no habíamos terminado de recolocar todas las cañas. Al finalizada
esta labor, nos dimos un merecidísimo descanso junto a un aperitivo y una
refrescante bebida antes de dirigirnos a preparar la paella que compartiríamos
junto a los organizadores y coordinadores del encuentro en los bungalows de
Bavarian, momento y lugar donde estuvimos hablando de cómo se estaba
desarrollando el encuentro y comentando posibilidades de cambio y mejora, que
ya es difícil, para el que será el III Encuentro Carpfishing Mequinenza.
Durante
la charla de sobre mesa, los chicos de Fuenticarp recibieron la comunicación de
la que sería la segunda, y desgraciadamente, la última captura que se
conseguiría en el sector que coordinaban, la zona del Refugio.
Terminada
la comida y de regreso a la mina, realicé una visita al puesto de la isla
verde para llevarme la desagradable noticia de un pez perdido durante la noche
entre los innumerables árboles que esconde la zona bajo el agua, y salvo esa
captura frustrada, aquí también seguían la tónica del resto de participantes
que se encontraban en el sector de la Mina.
Me
sorprendió gratamente el estado del embalse cuando llegué a mi puesto, parecía
mentira que tras haber presenciado el ir y venir de las algas y las fortísimas rachas
de viento, la zona se encontrara en calma chicha y… ¡sin algas a la vista!.
Increíble, ante mi se encontraba la situación que había estado esperando desde
el jueves que arribamos a la zona y… ¡voila!, allí estaba, las condiciones
idóneas se presentaban como un espejismo ante nuestros incrédulos ojos.
Transcurría
la tarde y las buenas condiciones del escenario no variaban, la situación se
presentaba inmejorable para poder, al menos, mantener las cañas en el agua
durante toda la noche, pero… quien más aprovechó estas condiciones fue el
pequeño Carlos, que dio buena cuenta de un buen número de alburnos.
Empezaba
a caer la tarde cuando una de las alarmas en nuestro puesto deja escapar
tímidamente una aguda nota, se comienza a repetir varias veces y cada vez menos
espaciadas entre una y otra. Nos miramos unos a otros, agudizamos el oído,
fijamos nuestros ojos en el péndulo, miramos el movimiento de la puntera de la
caña, oteamos la superficie en busca de algas que pudieran haber capturado la línea y… ¡es picada!.
Rápidamente la caña asida con firmeza para clavar, y tras recuperar un centenar
de metros de línea casi sin oposición el pez se clava bruscamente por primera
vez cuando faltan unos setenta u ochenta metros hasta la orilla, aguantando con
fuerza la embestida del animal nos disponemos a embarcarnos para salir en su
busca, cuando… -no arranques el motor, se ha soltado. El pez se había
desanzuelado mientras nos preparábamos sobre la barca para ir a buscarlo. Pero
este desventurado contratiempo no nos desanimó, al contrario, nos insufló una
buena bocanada de ánimo al ver que habíamos clavado un pez, algo que nos
alentaba a pensar que si la situación se mantenía podríamos tener más
oportunidades durante la noche.
Y la noche se mantuvo calma y serena, pero demasiado tranquila.
Durante
la madrugada comenzó la lluvia (para facilitarnos la tarea de desmontar el
campamento), y además por desgracia, no se había producido ninguna captura
durante la que pensábamos que sería “la noche de la Mina”, y las dos únicas
oportunidades de haber conseguido algún pez más en la zona se desvanecieron en
la madrugada cuando tanto en el puesto tres como en el uno se les fueron
sendas carpas que les habían hecho madrugar. Para el resto de participantes que
allí nos encontrábamos la noche había sido de descanso total, levantándonos como
nos habíamos ido a la cama, con la esperanza de oír gritar de miedo a una de
nuestras alarmas por la brutal huida de un siluro. Pero no pudo ser, así que,
resignados recogimos todos nuestros bártulos y pusimos rumbo a la mini feria
que nos tenía preparada la organización antes de celebrar la tradicional foto
de grupo, para la que nos reuniríamos todos los participantes del II Encuentro
Carpfishing Mequinenza.
Tras
la foto familiar, todos a comer entre un extraordinario ambiente de carpistas, y después la ingesta, el sorteo del diverso material
que los sponsors habían donado para tal fin, destacando durante el acto la
entrega de un meritorio reconocimiento a Eric Torres por ser el pescador con
la captura de la carpa más grande durante el año en curso, con una
impresionante royal de 31 kilos pescada en este mismo escenario.
No
puedo terminar este relato sin hacer alusión a los organizadores por su
excelente trabajo y gran esfuerzo realizado para que este II Encuentro
Carpfishing Mequinenza haya sido posible.
A
los miembros de los clubes, grupos y webs coordinadores de las diferentes zonas
de pesca, por la importante labor que han desempeñado a lo largo del encuentro.
Y por su puesto… mención especial para todos los que han participado de esta formidable
experiencia, porque somos nosotros, todos los que asistimos al encuentro, los que
hacemos posible que este evento siga adelante y creciendo con cada edición,
convirtiéndose en el acontecimiento más importante de Carpfishing en el
panorama nacional. ¿Y quién sabe?, igual en unos años estamos hablando del “Encuentro
Internacional Carpfishing Mequinenza”.
Y
por su puesto, especial referencia a la familia formada por todos los
participantes que hemos estado en esta… “odisea en la Mina”.
<El puesto 1, conRuben y Javier Bernal junto aÁlvaro Medina y los sufridospadres que les hacen gustosos de choferes.
A la derecha, los amigos José Henares, David Sanchez y Ana Fernandez que ocupaban el puesto número 2.
<En
el puesto 3 tenemos a parte del equipo Snowman Carpfishing, concretamente a
Carmelo Vozmediano, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel Flores, que formaron un equipo compenetrado a la perfección, donde cada uno tiene su cometido.
Desgraciadamente y muy a mi pesar,
no dispongo de la fotografía de los compañeros que se instalaron en el puesto
número 4; Carlos Millanes y Jorge Gallinat. Disculpad chicos por no tener
vuestra foto en el puestos.
<En el 5 se encontraban unos buenos amigos, Pedro
Biel y Alejandro García. Unos tíos de los que no puedo decir nada más que son maravillosos.
A la derecha y con el puesto 6, los extremeños
David Gonzalez y Francisco Naharro, buena y gente y buenos pescadores.
< Aquí tenemos al amigo Ciprian Antinie
acompañado de Radu Terinte y Ionut Andrei en el puesto 8, todo unos artistas.
En la instantánea de la derecha tenemos el puesto
9, ocupado por otros Extremeños; Waldo Luis García, Jose Antonio García y Pedro
Manuel Sanchez, formando un excelente equipo.
<Un puesto perteneciente a la coordinación de la zona de la mina, pero apartado y denominado como la Isla verde, estaba ocupado por; Raúl Lopez, Inma Ochoa, Rubén Vaquerizo y Marisol Sanchez. Otro equipazo de los que formaban el grupo minero.
Se que falta el puesto númeo siete, pero ese es
el puesto del que suscribe, y como pasa en la casa del herrero... que los
cuchillos son de palo. Tan centrado estuve en hacer las fotos de los compañeros
en sus puestos, que no me acordé de que alguien nos hiciese una en el nuestro,
por lo que he tenido que echar mano de una foto realizada por el amigo Perico en la que aparecemos los cinco integrantes de este puesto; Carlos Roque, Carlos García, Mayte Cendrero, Carlos García
Cendrero y yo mismo, Jose Luis Mata.
Aquí termina por fin la pesada crónica que
hemos realizado desde Snowman Carpfishing, en la que esperamos que haya quedado bien
reflejado como hemos vivido el encuentro, pues esa ha sido nuestra intención.
COMO EPÍLOGO
Se trata de la narración de cómo hemos sentido,
vivido y disfrutado un evento en el que realmente se define uno de los pilares
de una modalidad en la que prima la colaboración entre aficionados como es el Carpfishing. Buen
ambiente, compañerismo y participación comunitaria por parte de todos los
asistentes, organizadores y coordinadores que han conseguido, como era de suponer, que la pesca haya pasado a un segundo plano en un evento en el que se
ha conseguido capturar un total de 38 peces que hicieron un total de peso de 514kg
repartidos en 36 carpas entre 6 y 21,250kg, y 2 siluros que dieron un peso 70kg
el más grande y 15kg el pequeñín, promediando las carpas una media de 11,92kg
de peso.
Sin duda, un acontecimiento memorable para todos los que disfrutamos de la pesca compartiendo, ayudando, aprendiendo y haciendo amigos.
Y para finalizar... una imagen que el próximo año será con la barca mirando en dirección contraria, dirigiéndonos hacia el puesto que nos asignen.
A
TODOS LOS QUE ESTUVISTEIS EN EL ENCUENTRO… muchísimas gracias por haber compartido estos días con nosotros y haber
hecho de este viaje una experiencia inolvidable.
PARA LOS QUE NO ESTUVISTEIS... gracias por haber aguantado la lectura hasta aquí, y espero que este relato os anime para participar de este evento en su próxima edición.
Se puede decir más alto pero no más claro, felicidades por el artículo, lo has clavado :)
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato. Muy completo y detallado. A pesar del contratiempo de las algas seguro que los pasaríais muy bien.
ResponderEliminarUn saludo
De lujo este relato, bien descrito y currado, lástima no haber tocado más escama, pero ya sabemos como es esto y no todos los días suena la flauta, enhorabuena por el artículo.......
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo, sí señor. Creo que no te has olvidado nada de lo que pasó.Nos vemos el año que viene. pues nosotros allí estaremos!!!
ResponderEliminarEstupendo Jose luis! como os lo habéis currado, con pelos y señales. Buen trabajo. Te imaginas q llegara a ser internacional este evento? El año que viene seguro que Mequi os compensara y tendréis mejor suerte. Un saludo campeones!
ResponderEliminarMuy buen articulo Jose Luis, ¡pero no has dejado nada para contar en la revista! jajaja
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos.
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