TRAS LOS PASOS DEL MININO
Durante estos últimos meses,
siempre que los diversos quehaceres lo han permitido, los compañeros del club hemos
hecho alguna que otra escapada en busca del Channel Catfish, de algunas de esas
escapadas habéis sido participes siguiendo el blog.
En esta ocasión, además de contar con mi fiel compañero de batallas Scooby, he tenido el
placer de acompañar en su salida a mi buen amigo Jose Miguel, (chato), su mujer
e hijo, y su padre, una familia extraordinaria, excelentes personas con las
cuales se está sumamente cómodo y a pleno disfrute, y no dudas en repetir
experiencia tan a menudo como te sea posible, esta vez centrados más en disfrutar
de unas horas en el campo y no perder la oportunidad de degustar un buen guiso,
hemos decidido finalmente por no estarnos quietos, llevar las cañas e intentar
tentar a los “gatos” del lugar.
Montando aún el equipo en torno a
la una del mediodía, hemos elegido una zona que hemos sondeado y nos ha parecido
buena elección, teníamos señales de peces y una profundidad entre 8 y 12 metros,
dadas las temperaturas que tenemos en estos días, hemos considerado que lo más
acertado sería buscar estas profundidades, en definitiva zonas más cálidas
donde el pez pueda refugiarse del frío.
Con ayuda del barco cebador hemos repartido por la zona un par de kilos de semillas, que siempre tenemos preparadas para cuando surgen estas salidas de un día para otro, también hemos metido algo de pellets, micropellets, un puñado de boilies y ya por último hemos depositado nuestros montajes con su correspondiente malla de pva para hacerlos más atractivos.
Como magnifica excusa para recuperarnos
del titánico esfuerzo de montar las cosas decidimos tomar un bocado, mientras
se iba cocinando para la tarde y a su amor, un rico caldero de patatas y carne,
una vez más, de la buena mano que tiene Carmelete en esto de la cocina.
Al poco tiempo de estar las cañas
en el agua, empezamos a tener picadas en las del chato, estaba probando unas
bolas y pellets caseros, tenían una pinta fantástica, y por si fuera poco, todo
apuntaba a que estaban funcionando y dando sus frutos, tuvimos múltiples picadas,
todas de pequeños ejemplares de channel, pero que no dejaban de aportar su
granito de arena en la tarea de acrecentar nuestro disfrute.
La tarde estaba siendo
entretenida y se había esfumado sin darnos cuenta, ya empezaba a marcharse el
sol y no quedaba mucho de luz, así que decidimos gastar el último cartucho y
fuimos a buscar algunas lombrices de la zona para probar con ese cebo.
Después
de desenterrar unas cuantas, con la ayuda de un maggots y unos granos de maíz, decidimos
tirar una caña con ese cebo y probar suerte, tuvimos varios toques sin
recompensa, lo que hizo que tuviéramos que sustituir el cebo en un par de ocasiones,
hasta que al final tuvimos una buena picada que esta vez sí logramos sacar, era
un bonito barbo el que lograba llevar hasta la sacadera Jose Miguel con la ayuda
de su hijo Hugo, aún es pequeño, pero hay que ir formando a la cantera, y de
aquí a no mucho tiempo, seguro que lo vemos dándonos un autentico repaso. Y así
terminó nuestro fabuloso día tras el channel, que sin duda repetiremos tantas
veces como podamos…………
Muy bueno carmelo,estupendo el articulo y sin duda volveremos a repetirlo tantas veces como nos sea posible.un fuerte abrazo de: hugo , pili , y mio.
ResponderEliminar¡¡¡¡Que tío más grande!!!!.
EliminarClaro que sí, ya mismo estamos otra vez dando guerra con los cubos de la muerte xD, un abrazo.....