El pasado fin de semana
algunos compañeros pudimos disfrutar de una nueva salida de pesca, se da el
caso de que algunos miembros del club vivimos relativamente cerca unos de otros
y como consecuencia podemos vernos con cierta asiduidad, pero también se da el
caso contrario y hay compañeros a los que ves como aquel que diría de “Higos a
Brevas”, fuera de concursos y quedadas, hace tiempo invitamos a unirse a
nosotros en alguna sesión a los amigos Revi y Juanan de los que nos separan más
de 150 kilómetros de distancia, tras cuadrar calendarios el pasado fin de
semana pudimos reunirnos al fin, Miguel Ouh Yeah, Revi, Juanan y un servidor
pusimos rumbo al charco buscando pasar un buen rato y a ser posible lograr
cobrarnos alguna pieza, bien temprano pusimos rumbo al lugar elegido para la
jornada de pesca, aún no había amanecido, lo que nos permitió encontrarnos con
una estampa bellísima ante nosotros y que tuvimos la fortuna de inmortalizar
con la cámara.
Mientras se abría la
mañana fuimos montando los equipos con total tranquilidad, se estaba muy a
gusto en la orilla pues corría una brisa muy agradable, aunque el día no
estaría tan caluroso como estábamos acostumbrados semanas atrás, las temperaturas
bajaron levemente y el día estuvo marcado por la presencia de aire y algunos
momentos de pequeña llovizna sin gran importancia, faltaba ver si el cambio de
temperatura y el aire afectaría a la actividad de pez o no.
Una vez que estaba todo
listo a falta de rematar los bajos, nos dispusimos a sondear la zona para
escoger aquellos puntos que considerábamos los apropiados para tentar a los
peces, después de dar varios garbeos con los barcos cebadores y una vez que
teníamos claros cuales serían esos puntos, comenzamos a cebar los alrededores,
preparamos una mezcla de pequeños pellets de varios tamaños para jugar con el
tiempo de disolución y añadimos galletas de perro, también metimos en el
cebaderos nuestros queridos tacos que se deshacen paulatinamente desprendiendo
partículas llamando la atención del pez y que son un estupenda opción desde el
punto de vista de efectividad y del económico.
Utilizamos algo
de maíz, no podemos dejar de lado este sensacional cebo que encanta a nuestras
amigas y que tan eficaz se muestra, para el cebo de anzuelo nos decantamos por
probar una variedad de posibilidades, desde pop-ups para levantar nuestros
montajes para evitar las pequeñas piedras presentes en el fondo del lugar, a
cebos rápidos como los double trick de SBS que tan buen resultado nos dan en
infinidad de lugares con características dispares.
También empleamos
artificiales impregnados en diferentes remojados, nuestros infalibles
chato’baits tampoco se quedarían en casa lo mismo que los ouh-yeah-baits, unas
bolas del amigo Miguel que no están nada mal, personalmente siento especial
decantación por los de kiwi-hígado, sin duda unas señoras bolas donde las haya
y que nos han funcionado muy bien, con tal abanico de cebos había mucho y bueno
donde elegir, solo era cuestión de que cada uno escogiera aquel que prefiriese
y cañas al agua.
Con la tarea principal
finiquitada solo era cuestión de sentarse y esperar paciente a que se produjese
la primera picada si es que tuviésemos la suerte de que tal cosa ocurriese,
afortunadamente ese fue el caso y pudimos dar uso a la sacadera y moqueta en
unas cuantas ocasiones, no tardó en correr el maestro Revi hacía una de sus
cañas al percibir la existencia de una picada y asegurarse de que no se trataba
la gracieta de alguno de nosotros, después de una bonita lucha pues el pez
tiraba con bravía y la línea estaba depositada a más de 150 metros de la orilla
el maestro se hacía con la primera pieza del día, una bonita carpa engañada con
un chato’baits de banana, ¡¡que truco tendrá el maestro que donde va pesca!!,
no tuvo que pasar mucho tiempo para tener una nueva picada, el día había
empeorado ligeramente y hacía algo de fresco, una de mis cañas se arrancó
primero tímidamente para dar lugar a una posterior carrera en toda regla, como
ya estaba encima de la caña frené rápidamente la acometida del pez, después de
unos instantes de batalla lograba también llevar la captura hasta la moqueta y
fotografiarme con esta hermosa carpa que me dio una bonita pelea y que fue
engañada con un pellets remojado en maíz.
Los saltos al inicio de
la mañana eran frecuentes pero de repente se frenaron en seco y no tuvimos
nuevas picadas durante la mañana, hacía aire y el pez desapareció, a falta de picadas
amenizábamos el momento con agradables charlas, y tomábamos algún que otro
bocado, tuvimos que esperar hasta la tarde para volver a mojar la moqueta, de
nuevo el maestro Revi era el afortunado que nos sobresaltaba de un leve
caimiento de ojos que no era más que un momento de reflexión personal, cuando
quisimos acordar ya llevaba un tiempo trabajándose la presa, con su buen hacer
y la ayuda de Juanan logro llevar la pieza hasta la orilla, otra hermosa carpa
que tiraba como una campeona y que no se pudo resistir a un nuevo chato’baits,
Ouh Yeah fue el encargado de devolverla al agua después de hacerle las
pertinentes fotografías al maestro con su captura.
Parecía que tímidamente
se volvían a percibir algunos saltos y el pez volvía a moverse, se veían
pequeñas piezas nadando cerca de la orilla, Revi fue testigo de ello en una de
sus inspecciones a pie de orilla, aun así los peces estaban bastante duros y no
estaban por la labor de tentar los cebos de nuestros anzuelos, pronto
recogeríamos los bártulos y por la pinta que tomaba la tarde no éramos muy
halagüeños ante la posibilidad de poder tener alguna picada más.
Por suerte no tuvimos mucho tino en nuestra predicción y antes de recoger disfrutaríamos de una nueva picada, ¿adivináis de quién?, ¡¡pues sí, habéis acertado!!, el maestro nos volvía a mojar la oreja sin compasión y en nuestro propio terreno para más inri, en unos minutos lograba cobrarse una nueva pieza con la ayuda de Juanan, esta vez nos pilló con la cámara en la mano y pudimos grabar la picada en directo, si así lo deseáis al final del relato podréis verlo en un pequeño vídeo que hemos preparado, se trataba de una carpa de porte similar al del resto de capturas pero que era más que bien recibida, en esta ocasión fue engañada con otro de nuestros cebos más apreciados, la piña y ácido butírico de carpzone, enhorabuena al maestro por su fantástica habilidad en esto de la pesca, en cuanto a la captura una vez más, curada, fotografiada y devuelta al agua, ya sí que concluía aquí nuestra jornada.
Volvió a levantarse
algo de aire y sobre nosotros comenzaron a caer nuevas gotas de agua, teníamos
en lo alto unas cuantas nubes negras y con mala uva por lo que decidimos
comenzar a desmontar, en poco tiempo el campamento base estaba desmantelado y
la sesión de pesca había expirado, las sensaciones eran positivas, con un día
revuelto alternando momentos de calor, aire y lluvia, desactivando al pescado
durante gran parte del día, al menos habíamos logrado esquivar el bolo que
nunca es poca cosa, lo pasamos en grande y obtuvimos capturas, un placer como
siempre compartir orilla con buenos compañeros, nos despedimos de Revi y Juanan
deseándoles buen viaje de retorno a casa a la par que nos invitaban a echar un
día de pesca por su territorio, recogemos gustosamente el guante y en no mucho
tiempo organizaremos una escapadita a pie de orilla con estos dos fenómenos,
mientras tanto, mataremos el mono y gusanillo de pesca con pequeñas sesiones de
unas cuantas horas para resistir las altas temperaturas presentes y las que se
barruntan en el mes que entra, como siempre os seguiremos informando de las nuevas
salidas de los miembros del club.
Como lo prometido es
deuda, no quería despedirme sin compartir con vosotros un pequeño video-resumen
de la sesión con algunas fotografías y como os adelantamos líneas atrás, con la
captura en directo de la última carpa de la sesión, hasta la próxima…..
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