Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, nos congratula poder seguir contándoos sesiones semana
tras semana, en esta ocasión os invitamos a trasladarnos a lo acontecido
durante el que ha sido nuestro primer concurso con los amigos del Club Don
Barbo celebrado hace un par de meses, se trata de una sociedad andaluza a la que pertenecemos desde hace poco tiempo formada
por gente agradable, cercana y amante de esta pasión compartida por la
naturaleza, por la pesca a pie de orilla con los amigos y por el fomento de la
convivencia, del buen trato a las capturas y al entorno, tras una increíble
acogida afrontábamos un maravilloso fin de semana en un enclave andaluz del que
ya nos habéis oído hablar en multitud de ocasiones, Encinarejo, parque natural
de bella estampa y escenario del concurso por llamarlo de alguna manera ya que
a efectos prácticos se convierte en una sesión de amigos que comparten una
afición y disfrutan de la compañía mutua sin centrarse en la obsesión de ser el
que más peces saque, filosofía que compartimos.
Pusimos rumbo el
viernes hacia nuestro querido embalse, cuando llegamos a la zona en cuestión
vimos que el agua había bajado de forma drástica durante las últimas semanas
hasta el punto de dejar metros y más metros de orilla desprovistos de agua, el
caudal había bajado escandalosamente, a pesar de las circunstancias montamos
los equipos con la máxima ilusión.
Una vez montados los
equipos nos tomamos nuestro tiempo para sondear a conciencia la zona buscando
los puntos que abordaríamos, el lugar estaba repleto de atranques y obstáculos
sumergidos lo que hacía vital la tarea de sondeo con el fin de depositar nuestros
montajes en los sitios adecuados, una vez finalizamos dicha tarea procedimos a
esparcir cebo por los puntos escogidos para tener a los peces, comenzamos con
una mezcla de semillas y un cubo de pellets de tamaño variado muy atrayentes y
que se deshacen rápidamente emitiendo partículas y aromas.
Con la zona debidamente
cebada a nuestro gusto y parecer, tocaba retomar el remate de los montajes para
poder lanzar las cañas al agua, por lo que nos apresuramos a terminar los bajos
y colocarles sus correspondientes mallas de pva que son un complemento
espectacular, en cuanto al cebo probaríamos infinidad de cosas, desde el
clásico maíz o asticot, a pellets de tamaño medio o boilies, tanto dulces como
salados, tanto flotantes como fondantes, quedaba pues la suerte echada y tocaba
esperar a que llegase la primera picada.
El día estaba estupendo
y bastante caluroso, se estaba la mar de a gusto a pie de orilla, no tardaron
en producirse los primeros toques en las cañas, la actividad era notoria por
los alrededores pero los peces no terminaban de tomar los cebos de una forma
decidida y contundente lo que nos llevó a encadenar varias picadas fallidas
consecutivas, pero como no podía durar indefinidamente este insistente parte
negativa al final rompimos la nefasta tendencia con un doblete casi consecutivo
con una captura de muy poco porte engañada con un boilie de Probiotic y otra
carpa común de mayor tamaño que sucumbió a un boilie de Vainilla y que no
supuso demasiado esfuerzo para las expertas manos del Capi .
Llegó la hora de comer
y reponer fuerzas y tras ella la llegada de la tarde, la actividad del pez
seguía presente en nuestro puesto y las inmediaciones, pero a causa de los
numerosos atranques seguíamos perdiendo capturas que conseguían zafarse de los
anzuelos al rozarse con los citados obstáculos sumergidos, también se perdían
algunos montajes, las capturas estaban siendo de pequeño porte pero tal
circunstancia no dejaba de hacernos disfrutar y estar entretenidos, pronto cayó
sobre nosotros la noche y pudimos disfrutar de una luna increíble y que daba
tal luz alrededor nuestro que casi era un capricho innecesario portar en las
cabezas nuestras linternas, se veía perfectamente, había pasado una hora sin
novedades en el frente cuando de pronto se arrancó una de las cañas que
rápidamente el Capi se encargó de frenar, tras la línea venía prendido del
anzuelo un bonito ejemplar de carpa royal que vendió cara su derrota lo que
supuso las delicias del afortunado pescador, el capi engrosaba así su casillero
de capturas y para esta vez tenía que dar las gracias a la todoterreno sk-30.
Comenzó a percibirse la
actividad del pez con múltiples saltos en el agua, el cebadero estaba actuando
y teníamos a los ejemplares merodeando por la zona que era lo que nos
interesaba, estando cercanos a los montajes sería cuestión de tiempo que tomasen
alguno de los engaños y disfrutásemos de nuevas picadas, dicho y hecho, casi
sin tiempo de recostarse en la tumbona el Capi volvía a enfundarse el vadeador
e intentaba cobrarse una nueva pieza, tras un buen arranque y perfecta frenada
del pescador en poco tiempo llevaba hasta la moqueta otro precioso ejemplar de
carpa común sano y luchador, tras su cura y pertinente fotografía fue devuelto
al agua y la caña lanzada previa reposición de cebo que había esfumado tras el
ataque de nuestra amiga, nuestro querido Orell-Five nos daba la alegría,
excepcional boilie de piña-cangrejo que tan bien funciona en estas aguas y
incontables capturas nos ha dado, después de probar diferentes bolas era el
momento de los chato’baits.
Terminó avanzando la
noche con algunas capturas más de portes similares a las ya mostradas, recién
amanecía recibíamos una grata sorpresa, nuestro compañero y amigo el Chato que
no podía haber asistido el viernes por motivos laborales y que creíamos que no
podría hacerlo en todo el transcurso del fin de semana se presentaba en el
embalse para disfrutar con nosotros lo que restaba de encuentro, raudo y veloz
montó el equipo y cebó la zona que ya de por sí la teníamos nosotros a punto de
caramelo, no tardó el maestro en apuntarse su primera captura tras varios “Pi”
fallidos, así posaba de orgulloso con su captura de dimensión épica, fue
engañada con un chato’baits de melocotón bañado en su propio caldo que aún
tiene mejor pinta que la bola que no es decir poco y que se muestra sumamente
eficaz en este escenario, empezaba bien la mañana nuestro amigo.
Insaciable y con ganas
de recuperar el tiempo perdido, el compañero Chato lejos de caer en la
relajación vio recompensado su buen oficio y hacer con nuevas capturas, en poco
tiempo sus alarmas sonaron unas cuantas veces, tuvo un par de picadas fallidas
culpa de los numerosos obstáculos que había por la zona, aunque los librábamos
como buenamente podíamos gracias a las sondas de los barcos cebadores una cosa
era depositar el montaje en una zona limpia de trabones y otra muy distinta
tener la fortuna de no enganchar la línea en alguno de los momentos de recogida
de hilo durante las picadas, aun así las capturas seguían dándose con buen
ritmo y los compañeros se hacían nuevas fotografías, aquí tenemos al Chato con
un doblete de sendas comunes y la satisfacción inmensa de ver como un producto
elaborado por sus manos le brindaba la oportunidad de tal regocijo, estaban los
chato’baits inmensos.
Avanzaba el día y
estaba siendo de lo más entretenido, después de preparar unos cubos con mezcla
de pellets nos dispusimos a recebar la zona, escogimos cebos muy atrayentes y
de rápida disolución para que trabajasen rápido para atraer al pez, el día anterior
ya habíamos metido suficiente grano y ahora queríamos pequeños toques de cebo
que no armasen mucho escándalo, que cebasen al pez, queríamos algo muy disuelto
que obligase al animal a rebuscar el alimento durante mucho tiempo aumentando
así nuestras posibilidades de pescar, es la gran ventaja de los maravillosos
pellets a los que añadimos diferentes líquidos para hacerlos aún más
llamativos, terminado el trabajo solo restaba esperar tomando un bocado en
nuestro campamento base.
Mientras habíamos
terminado de cebar, dando gracias y mención merecida a nuestros barcos
cebadores, Messi y Cr7 que estuvieron en un emocionante mano a mano para ver
quién terminaba antes de cebar, aprovechamos para preparar diferentes montajes
y tenerlos ya remojados al igual que elaborar varios bajos con distintos
anzuelos para probar cosas nuevas en busca de conclusiones que pudieran ser de
ayuda en diferentes salidas de pesca, resulta interesante estar pendiente de
los pequeños detalles para seguir evolucionando y aplicando cosas aprendidas en
futuras sesiones.
En un suspiro se había
esfumado la mañana y estábamos metidos de lleno en la tarde, en la corta tarde tónica
habitual de estos meses de invierno, las capturas se sucedían y eran ya muchas
piezas las que habíamos sacado del agua y aún más las que se habían zafado del
anzuelo por culpa de los atranques, a pesar de todo ello no había motivo para
la queja pues la compañía era inmejorable y los peces estaban dando la cara,
antes de terminar de irse el sol el Chato volvió a practicar su giro de muñeca
al recoger hilo de uno de sus carretes agraciado con una picada, una preciosa
común llegaba hasta la sacadera, no pudo resistirse a abandonar la zona sin
hincarle el diente a un boilie de vainilla y tome de maíz artificial, curada y
devuelta al agua tocaba reponer cebo y seguir esperando nuevas picadas.
Era ya una realidad que
afrontábamos nuestra última noche en el embalse, la actividad del pez aunque
menor que en la noche anterior no era mala, después de cenar unos sabrosos
platos cortesía de la buena mano culinaria del Capi, disfrutamos de la buena
noche y la espectacular luna que se divisaba en el horizonte cuando las nubes
lo permitían, cada cierto tiempo teníamos picadas que unas lográbamos sacar y
otras se perdían por el camino, ninguna de peso que se desmarcase del resto,
todas las piezas eran de un porte prácticamente idéntico, especial mención a un
momento concreto de la noche que fue altamente agotador, en pocos minutos nos
encontrábamos con casi todas las cañas fuera del agua y dando vueltas a por la
moqueta, sacadera, bascula, cámara fotográfica, antiséptico etc etc, un no
parar más que bien recibido y que nos hacía disfrutar como locos, quisimos
inmortalizar el momento con este triplete antes de ponernos manos a la obra y
volver a lanzar todas las cañas de nuevo al agua. El transcurso de la noche
continuó por los mismos derroteros, muchos toques y picadas, capturas obtenidas
y otras que se escaparon, así llegamos a un parón antes del amanecer que
aprovechamos para descansar ligeramente y reponer fuerzas, tras pasar un
episodio al que podemos bautizar como “El momento supositorio”, la mañana abrió
estupenda y con buena temperatura, quedaban pocas horas para finalizar el
concurso y aun albergábamos esperanzas de rematar la faena con algunas capturas
más si bien es verdad que ya habíamos cumplido, por fortuna la suerte nos
sonrió cuando volvimos a tener otra picada, el Chato se hizo con los mandos y
sacó otra preciosa común engañada con un boilie de sk-30.
Tras unas horas de
auténtico disfrute y pasándolo en grande, la sesión tocaba a su fin y pronto
cerraríamos este episodio, después de una mañana parca en capturas en
comparación con el día anterior, aún hubo tiempo para seguir mojando la
sacadera y moqueta, prueba de ello fueron los dos dobletes con los cuales nos
despedíamos, cuatro preciosas comunes que fueron la guinda a una sesión
fructífera y agradecida, que no pudieron resistirse a los chato’baits de
piña-cangrejo, banana, y un doblete en el melocotón, todos ellos bañados en sus
remojos correspondientes también cortesía del maestro Chato, las capturas
estuvieron más tímidas que en ocasiones pasadas pero aun así dieron la cara y se lograron un buen
número de ellas si bien hubo muchas picadas fallidas y piezas que se escaparon
durante la brega de intentar sacarlas del agua, poco después comenzamos a
recoger el campamento base sin prisa pero sin pausa y nos dispusimos a
emprender el camino de regreso a casa, llegados a este punto no quería
despedirme sin agradecer a todos los compañeros del Club Don Barbo su buen
trato y cordialidad, fue un fin de semana muy bueno y que esperamos repetir con
la mayor celeridad posible, entrados en la semana que estamos pasar unas estupendas fiestas llenas de salud y buenas capturas aunque sea a la cesta de los turrones, nos vemos pronto, hasta la próxima amigos de Snowman.