Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, estamos de vuelta para mostrar una nueva sesión. Como uno
de los Snowman más “culillo-inquieto” en los últimos meses es el amigo Miguel,
traemos una nueva jornada que se metió entre pecho y espalda semanas atrás. Con
motivo de su inminente aniversario de nacimiento y la pertinente celebración
para homenajear al afortunado cumplidor de años como marca la tradición, antes de
tupirse a comer y soplar las velas haría disfrute de un regalo por adelantado,
nada más y nada menos que un fin de semana en el lago de Alfarofia en el puesto
vip, ¡¡eso son fatigas y lo demás tonterías!!. Como no podía ser de otra forma,
aceptó de buen grado la invitación y se plantó en el lago con su chica para
llevar a cabo su primera visita al amigo Joao Carlos y he aquí el desmenuce de
la sesión……..
Con todos los bártulos
cargados en el coche y las expectativas en todo lo alto nuestro compañero
emprendió el viaje que le llevaría hasta el lago, para cuando quiso darse
cuenta estaba entrando por la puerta e instalándose en el puesto vip después de
saludar a Joao Carlos y hablar un rato con él, como siempre, un trato exquisito
por parte del dueño del lago que está pendiente en todo momento de cómo
transcurre la jornada de pesca y de si se precisa alguna cosa que gustosamente
acerca hasta el puesto, aprovechamos la coyuntura para mandar un saludo a Joao
y agradecerle el trato que dispersa a la familia Snowman. El puesto vip cuanta
con diversas comodidades entre las que destacan la luz, para poder cargar nuestro móviles, utilizar el
portátil, televisión etc, microondas, frigorífico, barbacoa, aire acondicionado
o infernillo. También tenemos una habitación para situar nuestras camas y otra
para pasar la jornada de pesca disfrutando del paisaje o viendo la televisión
por ejemplo.
Una vez efectuada la
visita de rigor de arriba abajo para ver los diferentes puestos del lago e
instalaciones, tocaba montar los equipos para ceder el menor tiempo posible y que
cuanto antes las cañas estuvieran en el agua en busca de algún ejemplar de buen
porte. En los puestos cercanos las picadas se sucedían a cuentagotas y de
piezas no demasiado grandes, tras sondear de pasada con el barco cebador por la
curiosidad de si la sonda marcaría la presencia de algún pez por el trayecto,
se fueron depositando los montajes en los lugares elegidos. Un siempre positivo
acopio de información previo a los días antes de afrontar la jornada de pesca,
nuestro amigo se empapó de la forma de proceder en el lugar y algunos cebos que
habían funcionado, es algo útil para llevar una idea inicial y luego hay todo
el tiempo del mundo para probar lo que cada uno considere más oportuno, pero el
hecho de no ir a ciegas siempre es algo interesante.
Utilizando
un simple puñado de semillas pequeñas y muy cocidas con pequeños pellets de
variados aromas, los cebos de anzuelo fueron colocados en su mayoría en las
eneas de enfrente al puesto, también se dejó alguna caña de esas que
denominamos “perdida” por la mitad del charco buscando cubrir el mayor abanico
de posibilidades, también se utilizó alguna que otra malla de pva compuesta de
engodo o micropellets buscando no cargar la postura de alimento y sí de
elementos que sueltan aroma y partículas pero no sacian a los peces. Con todo
el trabajo principal finiquitado solo restaba tomar asiento en el puesto vip,
dejar los receptores en la mesa y esperar la ansiada primera picada de las
amigas que habitan debajo del agua, de los “artistas” que habitan por encima ya
se habían producido las primeras picadas a los cebos desperdigados por el suelo
y cualquier migaja que pudieran llevarse a la boca, ¡¡con estos patos cualquier
día se precisan candados en los cubos de cebo XD XD XD!!
Mientras tocaba esperar
noticias de los peces cualquier rato para adelantar trabajo era una estupenda
distracción, nuestro amigo fue preparando diferentes montajes que probaría a lo
largo de la sesión de pesca, con dulces, salados, equilibrados, snowman,
flotantes, pellets, chufas, maíz, larga era la lista de posibilidades y había
que tener preparado un batiburrillo de montajes para ver por donde se decantaba
el pez e intentar por todos los medios no venirse bolo. Fue en plena
preparación de uno de los citados montajes cuando tuvo lugar la primera picada
de la sesión, se trataba de una pequeña carpita que se zafó del anzuelo cuando
estaba a punto de entrar en la sacadera, no tendría más de tres o cuatro kilos
de peso y aunque era evidente que no era lo que se estaba buscando lo cierto es
que suponía el primer acercamiento a las cañas y la consiguiente ilusión de que
no fuera más que el principio de una fructífera jornada a pie de orilla.
En un abrir y cerrar de
ojos el paso inexorable de los minutos oscureció el lugar y dio paso a la
noche, era el momento de recuperar fuerzas tomando un bocado y abrigarse un
poco que la temperatura había bajado considerablemente. Las cañas se habían
cambiado para comprobar que los cebos estaban en perfectas condiciones de
afrontar la noche y no quedaba otra que seguir teniendo paciencia, también se
aprovechó la coyuntura para recebar la zona con micropellets buscando llamar la
atención del pez y dotar las posturas de mayor atractivo. Pasaron unas horas
sin novedades en el frente y después de haber disfrutado de una amena cena
cuando de repente el cimbreo en una de las cañas y varias sacudidas al tensor
hicieron salir a Miguel de la acogedora calidez de la caseta, el receptor
avisaba de una nueva picada, nuestro compañero se dispuso a cobrarse la pieza,
en los instantes iniciales se mostraba brava y con ganas de huir buscando el
cobijo de las eneas, con paciencia y la dosis de suerte necesaria en estos
quehaceres, el animal fue mostrando signos de cansancio y acercándose a la
orilla, finalmente tras una bonita lucha llegaba hasta la moqueta un buen
ejemplar de carpa común con la que nuestro amigo posó encantado de la vida pese
a la rasca del momento, aunque ya se sabe eso de ¡sarna con gusto no pica!, había
sucumbido a un par de chufas remojadas en krill. Tras inmortalizar el momento
con la captura era el momento de aplicar antiséptico en las heridas de guerra
del animal y devolverlo al agua agradeciéndole la brega y el buen momento
vivido.
Aún quedaban bastantes
horas para concluir la sesión y nuestro compañero se lo estaba pasando en
grande trasteando con la caja de aparejos y preparando cosas, uno de los cebos
que probaría sería un pop-up fluro de squid asafoetida de carpzone que tan
buenas alegrías nos ha brindado a otros miembros del club en anteriores salidas
al lago, preparó el montaje y lo culminó con una bolsa de pva con micropellets
del mismo aroma, unas bolas trituradas con el krusha también de idéntico sabor
y un chorreón de su correspondiente remojo, también probaría con bolas
semi-solubles buscando lo rápido que trabajan en el agua y diferentes chufas
bañadas en múltiples caldos durante semanas. Por desgracia, la noche que se
atisbaba productiva después de la picada y algún que otro salto además de la
actividad marcada por la sonda, dio paso a una nada deseada tranquilidad y
quietud, más anecdótico que otra cosa el amago de dos picadas que quedaron en
nada tras unos simples toques en las cañas. Así que no hubo más remedio que
sucumbir a aquello que nunca desea un pescador, ¡dormir del tirón!.
Amanecía en el lugar y
el entorno cobraba vida de nuevo con el canto de las aves y los diversos ruidos
cotidianos, se había esfumado una buena oportunidad de llevar hasta la moqueta
algún ejemplar de envergadura pero no quedaba de otra que seguir dando guerra y
no dejarlo de intentar, un Snowman tiene el pellejo duro y curtido en mil
batallas, ¡digo, bolos!, ergo el desánimo no es una opción válida ya que hasta
el rabo todo es toro, mientras haya alguna caña en el agua cualquier cosa puede
suceder. Así que tocaba enfrentarse a un café calentito para espantar el sopor
mañanero y si encima venía acompañado el penar es más llevadero. Se les dio una
vuelta a las cañas y se cambiaron cebos, por las inmediaciones se esparcieron
algo de engodo y micropellets. La estrategia dio sus frutos cuando en un corto
periodo de tiempo se produjeron tres picadas, una se fue al limbo casi
inmediatamente después de clavar, la segunda picada supuso una captura de una
pequeña común de cinco kilos y seiscientos gramos de peso y la última llevo
hasta la sacadera y posteriormente la moqueta una batalladora pieza de mayor
porte, funcionó el pop-up fluro de squid asafoetida y un doblete de la mano de
una combinación de medio boilie de krill de 20mm de sticky con medio pop-up de
ajo de sbs del mismo diámetro.
La actividad del pez no
era lo ideal que se esperaba pero al menos habían caído en el zurrón algunas
que otras piezas que nunca es poca cosa. Llegados a este punto se afrontaban
las últimas horas en el charco y tocada remangarse y poner toda la carne en el
asador, ¡la del almuerzo y de la otra también!. En muy pequeñas cantidades se
repartieron una mezcla de pellets bañadas en remojo y se prepararon unas buenas
mallas de pva de krill, que en esta sesión salvo alguna puntualidad era el
aroma por el cual se habían decantado, tocaba quemar los últimos cartuchos y
jugar todas las cartas a la misma baza. El tiempo fue una combinación entre
claros y nubados y aunque por momentos la sonda marcaba alguna actividad no se
terminaba de reflejar del todo en lo que acontecía en la sesión de pesca, había
que seguir teniendo paciencia y esperar a que se tuviera la oportunidad de
volver a mojar la sacadera.
Como nunca es tarde si
la dicha es buena, a nuestro compañero se le presento la oportunidad de
aumentar el casillero particular de capturas y justo cuando menos lo esperaba,
apunto estaba de cambiar una de las cañas en un último intento por buscar otra
captura, cuando teniendo ya preparado el nuevo montaje y su correspondiente
malla de pva y prácticamente encimando la caña para sacarla del agua, tuvo que
soltar dicho montaje apresuradamente cuando ésta se arrancó inesperadamente
marcando una buena picada, el carrete no dejaba de soltar hilo casi carcajeándose
delante de nuestro amigo por lo curioso de la situación, tras frenar la
arrancada y luchar un poco con el animal sin dejar la sonrisa tonta, pudo
acercar hasta la orilla para situar mansa en la sacadera después de haberse
vaciado buscando zafarse del anzuelo a un hermoso ejemplar de carpa royal, un
bellísimo animal que si no calzaba un porte exagerado por cómo se había
desarrollado la sesión era un broche bastante apetecible. Tras tener más éxito con
el salado y especialmente con el krill, con un montaje con dos pequeñas chufas
blancas y un pop-up de piña todo remojado en el mismo aroma que había pasado
sin pena ni gloria y justo cuando estaba a escasos segundos de salir tarifando
del agua, ¡zas! La caprichosa fortuna hace que piquen en esa caña, así es la
pesca, nunca dejará de sorprendernos, de regalarnos tardes de gloria y
arrodillarnos a los infiernos boleros, de entusiasmarnos y desesperarnos, no
hay quien la entienda pero no hay forma de vivir sin ella.
Tras ir recogiendo
todos los equipos e ir colocando todas las cosas en el coche tocaba poner el
punto final a la jornada de pesca, aunque las cañas aguantaron hasta última
hora en el agua no se produjo ninguna nueva picada, tras un tiempo algo
revuelto y cierta inactividad del pez la primera visita de Miguel al lago se
saldó con sensaciones positivas, buena compañía, rica comida, desconexión
revitalizadora y varias picadas, no puede pedirse mucho más en una jornada de
pesca. Tras despedirse de Joao Carlo y emprender el viaje de vuelta hasta casa
nuestro compañero fue refrescando los diferentes chascarrillos propios de la
estancia en la orilla que forman parte de la salsa de esta nuestra pasión y que
apenas terminando una salida hacen que ya esté uno cavilando fechas, escenarios
y maneras de acometer una nueva aventura, es algo que nos apasiona y una loca
pasión a que resulta complicado apaciguar, enhorabuena a nuestro compañero por
los días tan estupendos que se marcó en el charco y le deseamos la mayor de las
fortunas en próximas visitas a Alfarofia, si alguno de vosotros está interesado
en visitar el lago no tiene más que ponerse en contacto con Joao que aclarará
cualquier duda y consulta que tengáis, mientras tanto y como siempre, muchas y
buenas salidas de pesca, y ahora más que nunca respetar el entorno y a las
capturas, hasta la próxima amigos de Snowman………..
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