Todos los pescadores tenemos las ganas, ilusión y propio reto
personal, de ir superándonos en cada
sesión de pesca, no solo por capturar grandes piezas, sino también por la
dificultad que tal acción conlleva y que sin duda supone una motivación extra.
Por ello, muchos de nosotros a lo
largo de los años, visitamos diferentes lugares propicios para pescar tales
ejemplares, en muchas ocasiones en sesiones largas pasando varios días fuera de casa, haciendo
muchos kilómetros y no por ello dejando de sufrir los tan comunes como temidos “BOLOS”.
Pues bien, aunque eso nos encanta
y por eso lo hacemos, esta la opción de realizar salidas de unas cuantas horas a lugares
cercanos, donde en muchos casos quizás no podamos encontrar peces de mucho tamaño, pero si podemos
disfrutar de numerosas capturas y pasar una jornada entretenida, o simplemente disfrutar de un día al aire libre haciendo algo que nos gusta, y es que en
ocasiones parece ser que solo vale salir de pesca si vas a obtener capturas de
más de 15 kilos.
Con esa idea, la de una sesión rápida y pensada en el
momento, ha sido mi última salida de pesca, ya cargados los bártulos en el
coche, me dispuse a pasar unas horas
tentando a los peces, el día se alzó con una buena temperatura en cuanto salió el sol, quedando un día estupendo, en poco tiempo llegue
al lugar elegido, todavía estaba amaneciendo.
Después de sondear la zona,
coloque las cañas en dos lugares en los cuales pude observar actividad, tanto
la marcada por la sonda, como la que podía percibir al ver saltar los peces y
las burbujas que hacían en el agua, cebe un poquito la zona, monte las cañas y prepare
los montajes y cebos.
Siempre me ha funcionado la clásica
ristra de maíz, o la lombriz, el lugar no esta muy frecuentado ni acostumbrado
a los boilies y al pez le cuesta más entrar a ese cebo, algo notorio en las
picadas, por ello siempre procuro aunque este probando algo nuevo, tener alguna
caña con semilla.
En esta ocasión tenía ganas de
probar unas bolas caseras con una pinta estupenda, de un buen amigo, con la
ayuda del kutter prepare unas mallas de pva, con las bolas que utilizaría en el
anzuelo, las empape en su remojo y al agua…..
Ya estaba toda la tarea
realizada, solo faltaba esperar y tener algo de suerte, amenizando la espera
con un buen bocado, la actividad del pez era más que notable y no tardaron en
sucederse las picadas, las piezas eran pequeñas, carpas entre 1’5-3Kg y todas a
las semillas.
Ya pasadas 3 horas desde que se
lanzaron las cañas, y cuando ya me pasaba por la cabeza la idea de poner
semilla en todas las cañas, y me disponía por ello a preparar los montajes, veo
que el tensor de una caña se mueve suavemente acompañado de inmediato del
sonido avisador de la alarma, me dispuse rápidamente a clavar el pez, mientras
recogía hilo caía en la cuenta que la caña que sostenía era la del boilie, la
captura era un pequeño barbo, que a posteriori sería el único en salir en toda
la tarde y que presento toda la batalla que pudo, a partir de ese momento se
obtuvieron otras 5 capturas con los boilies, y así concluyó el día de pesca,
con 16 capturas que aunque en esta ocasión fueron de menor tamaño que en
anteriores sesiones, sirvieron para disfrutar.
De paso comprobé la buena
actuación de los boilies caseros que llevé, me sorprendió gratamente la aceptación, pues era la primera vez que los utilizaba y me dieron 6 peces, y es que alcanzo a contar con los dedos
de la mano las capturas que he tenido en ese lugar, con diversos boilies de gran
calidad que había probado y que tan buenos resultados me habían dado en otros
muchos escenarios, pero en cambio en este lugar no terminaban de funcionarme.
Y en definitiva solo quería
deciros eso, que entre la búsqueda y búsqueda del pez de nuestra vida, y estar en los diferentes escenarios más famosos y conocidos por todos, también tiene cabida disfrutar de la naturaleza y poder echar las cañas aunque solo sea un rato en cualquier
charca que tengamos a mano, eso también nos puede hacer pasar un buen rato, me despido ya con la
foto del barbin del que os hablaba anteriormente y que fue el primer valiente
que picó a los boiles que estaba probando, como siempre le doy protagonismo a
la carpa, y esta especie la tengo más olvidada a pesar de encantarme, hoy solo
sale él, y aunque es pequeñito, como el resto de capturas que se obtuvieron, aporto su
grano de arena al disfrute de la sesión de pesca, espero encontrármelo en
futuras ocasiones, cada vez más grande, sano y batallador, hasta la próxima
sesión amigos…………
Saludos.
Guauuuuuuuu!!!!! Si señor!!!, muy chulo Carmelo. Me encanta.
ResponderEliminarBonito relato Carmelo. Para algunos, como es mi caso, la mayoría de sesiones son de este tipo y te hacen disfrutar, sin duda.
ResponderEliminarClaro que si compañero, lo importante es disfrutar de algo que nos gusta el maximo tiempo posible y donde se pueda, cualquier lugar puede hacerte pasar un buen dia y no hay que tener en la cabeza solo los 4 sitios más conocidos por todos, aunque tambien le guste a uno ir a esos lugares.
Eliminar1 saludo y gracias.