Teniendo
ya la zona caliente y a la espera de que fueran acercándose los peces a nuestro
cebadero fuimos rematando los montajes para lanzar las cañas, seguimos probando
nuevas bolas para ver como trabajaban y más chato’baits que tan buen resultados
nos han dado en el embalse, para esta ocasión el Chato preparo una remesa de un
sabor que me encanta y llevaba tiempo pidiéndoselo, el melocotón. Con todo
finiquitado y las cañas ya lanzadas al agua solo faltaba que llegase la primera
captura, y no tardó mucho en darse, Chato corría hacía una de sus cañas para
clavar, una carpa había caído en las redes de su efectivo boilie de coco y no
solo inauguraba su casillero particular, también se convertía en la primera en
estrenar su nueva piscina-moqueta.
Con
la satisfacción del deber cumplido y las cosas bien hechas, esperábamos nuevas
picadas, el Chato parecía estar en racha o haber acertado en su elección de
cebo de anzuelo y en poco tiempo se hacía con nuevas capturas, unas carpas de
increíble lucha que hicieron trabajada su rendición rumbo hacía la sacadera, el
melocotón y un boilie de Source fueron los culpables de que el amigo Chato se
desmarcase y se situase en lo más alto del pódium.
El
Chato estaba rebosante de alegría por la racha que tenía y la consecución de
picadas consecutivas, y aún aumentaría su parcial con una nueva captura que
tampoco se pudo resistir al chato’baits de coco, aunque minutos después
reduciría distancias su hermano Julio con una preciosa carpa capturada con un
chato’baits de piña y ácido butírico, las espadas estaban en todo lo alto y
comenzaba el duelo fraternal.
Hubo
un momento en el cual el tiempo empeoró ligeramente y aumentó el aire
desactivando notablemente la pesca y reduciendo drásticamente el número de
picadas, tuvimos unas horas de escaso funcionamiento, aunque se obtuvieron
algunas capturas más, una carpa que llevo Julio hasta la moqueta después de una
bonita lucha, y otra pieza que me cedió el Chato para que la sacase, una
batalladora royal que dio una magnifica lucha y una preciosa estampa para el
recuerdo, un double trick de m1 de SBS fue el culpable.
Los minutos pasaban de manera inexorable y ya la mañana
estaba muy avanzada, llegados a este punto contábamos con varias capturas con
un claro triunfador que volvería a incrementar su suerte y numero de capturas,
el Chato le estaba cogiendo el punto a la situación y conseguía llevar hasta la
moqueta dos nuevas capturas, el tipo estaba radiante de alegría, sus bolas
caseras estaban trabajando a la perfección, el melocotón y la banana se
apuntaban un nuevo tanto.
Como Fernando le había cogido el gustillo a esto de pescar,
volvió a probar suerte con otra captura, después de clavar y unos minutos de
incertidumbre donde se llegó a pensar que el pez se había liberado resultó que
era una falsa alarma y tras unos instantes de lucha lograba hacerse con la
pieza, Julio era otro afortunado que podía disfrutar de una batalla más y
seguía sumando en su casillero.

Poco después repetía sensaciones y tras una arrancada
increíble donde el animal sacó gran cantidad de hilo pudo fotografiarse con un
hermoso ejemplar de carpa royal, le dio una fantástica lucha y no fue nada
sencillo acercarla hasta la orilla, lo que aún hizo más emocionante el momento
y la picada, dábamos por finiquitada la mañana, se había pasado volada entre
momentos muy entretenidos y animados.

Fue entonces cuando nos dispusimos a parar un momento y coger
algo de fuerzas, el Capi nos anunciaba que la comida estaba lista y servida,
nos aguardaban en la mesa diversos víveres que serían más que bien recibidos, entre
ellos un delicioso moje refrescante y riquísimo, también una tortilla de
patatas, bocado delicioso donde los haya.

También podíamos elegir entre una ensalada, pechugas
empanadas, o una rica carne en salsa, sin duda platos variados y muy apetecibles,
en poco tiempo nos pusimos las botas mientras charlábamos animadamente y pedíamos
que un hubiera nuevas picadas durante ese periodo de manduca para poder
disfrutar de ello tranquilamente y sin sobresaltos.
No tardó mucho en producirse la ansiada primera picada de la
tarde, aunque la emoción de hacernos con la pieza se tornó en impresión y
desagrado cuando observamos la captura más detenidamente, la pobre tenía una
espeluznante herida en la boca, daba la sensación de un fuerte desgarro
producido por ejemplo por haberse zafado de las ataduras de una cuerda, de
algún montaje perdido en el agua o algo por el estilo, en cualquier caso daba
lastima ver como tenía la boca el pobre animal y aun así luchaba por sobrevivir
y se intentaba alimentar como buenamente podía, sin duda toda una luchadora
nuestra amiga a la que manipulamos y curamos de la mejor forma que supimos y
que despedimos al devolverla al agua deseándole una pronta recuperación.
Mientras le dábamos vueltas a la cabeza pensando en la pobre
carpa, tuvimos la fortuna de poder fotografiarnos con nuevas capturas, el Chato
se apuntaba un nuevo doblete y con la misma caña, si lograba llevar hasta la
orilla una hermosa carpa que le había brindado una emocionante lucha, justo
cuando el barco cebador había llevado de nuevo la línea al punto exacto y casi
sin tiempo para tensar la línea, el tensor se descolgó violentamente mientras
la alarma comenzó a sonar vehementemente, así que mientras el barco regresaba a
la orilla el amigo se encontraba nuevamente luchando por apuntarse una nueva
captura.
La bola de melocotón estaba respondiendo mejor de lo esperado
en un primer momento, su primera toma de contacto con el lugar se estaba
resolviendo positivamente, y la cosa no pararía ahí, después de dos capturas
consecutivas volvía a sonar la misma caña una media hora después, tras la línea
y prendida del anzuelo venía una pequeña carpa que suponía aumentar un poco más
la ventaja del Chato en la sesión, Fernando recortó distancia cuando logró
llevar hasta la moqueta una preciosa royal que costó trabajo arrimarla a la
orilla, ofreció 4-5 arrancadas espectaculares que hicieron las delicias del
público.
Un chato’baits de banana y la siempre efectiva sk-30 eran las
culpables de las últimas capturas, poco
a poco iba pasando la tarde y ya solo quedaban pocas horas para cerrar el telón
y dar por concluida la sesión, apurábamos pues para incrementar al máximo el
número total de capturas obtenidas, los hermanos volverían a golpear con sendas
capturas en las mismas cañas y con los mismos cebos que minutos atrás habían
conseguido.
Cuando parecía que se lograría triplete y volverían a sacar peces
los hermanos, pues Chato logró una nueva captura y estábamos pendientes de si
Julio repetiría experiencia, resultó que rompí la tendencia y la racha triunfal
de los hermanos para sacar una carpa muy chula, tuvo una arrancada digna de
mención y guerreó todo lo que pudo, ofreció una lucha increíble y el rato hasta
sacarla fue muy gratificante, mi winnie de pooh con una bola de piña no podía
defraudarme, y no lo hizo.
La jornada llegaba a su fin y ya solo tendríamos tiempo para
unas últimas picadas, llegados a este punto las sensaciones eran positivas,
todos habíamos pescado algo en mayor o menor medida y el objetivo inicial
estaba cumplido, por lo que todos estábamos satisfechos y con las expectativas
cubiertas, el sheriff del cotarro y triunfador de la jornada sacaba un nuevo
pez que sucumbió a un chato’baits de coco antes de participar en el doblete que
cerraría la sesión, era un pez sensacional que lucho hasta la extenuación con
diversas carreras cuando estaba próximo a la sacadera para huir de la misma y
que hizo disfrutar enormemente a nuestro amigo Chato.
Aquí podéis ver una de las capturas del maestro Chato, triunfador incuestionable de la sesión con sus eficaces y de gran calidad bolas caseras, como ya hemos dicho en otras ocasiones si alguien está interesado en probarlas no tiene más que ponerse en contacto con el amigo Chato que le informará de lo que sea preciso;
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