Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, es un gran placer para nosotros seguir ofreciéndoos
relatos de los miembros del club, estos meses de frío estamos centrando gran
parte de nuestras salidas en un claro protagonista que se alza como ansiado trofeo
a perseguir, se trata del Barbo, esa especie a la que a través de ya muchos
relatos habéis comprobado que sentimos autentica fascinación, siempre resulta
tentador y un notable reto buscar los grandes ejemplares. Una vez más, cargamos
trastos en el coche y nos dispusimos a vivir una nueva jornada a pie de orilla,
recién salía el sol cuando llegamos dejándonos una estampa idílica a nuestro
alrededor.
La mañana estaba
fresca, tras patear la orilla en busca del lugar más adecuado para tentar a los
peces, fuimos atendiendo a las condiciones de la zona y prestando especial
atención al percibimiento de cualquier atisbo de burbujeo o movimiento en el
agua que nos pusiera en sobre aviso ante la presencia de peces por las
inmediaciones, tras elegir el punto que más nos gusto fue el momento de
comenzar a montar los equipos y después disfrutar del paisaje deleitándonos con
un rico café.
La estrategia estaba ya
decidida a la par que montábamos los equipos, tras sondear la zona decidimos
acometer dos tareas bien distintas, por un lado cebaríamos contundentemente una
zona que contaba con una profundidad comprendida entre los 5 y 7 metros de
profundidad buscando sacar alguna carpa, habíamos visto múltiples saltos y la
zona estaba carente de obstáculos o enredos, con una mezcla de semillas,
frolic’s y galletas de perro, tacos y pellets de diferentes tamaños,
esperábamos llamar la atención de esos peces y que tomasen nuestros engaños.
La primera parte del
plan estaba finiquitada, teníamos unas cuantas cañas lanzadas en la zona
comentada, en cuanto a cebo de anzuelo, probaríamos el GLM de Dynamite, Odyssey de Cc-moore, Probiotic red de
StarBaits, Mulberry de Rod-Huchinson y los chato’baits, cada montaje acompañado
de su correspondiente malla de PVA. A los largo de toda la sesión sacaríamos
unas 6-7 carpas, pero no de la talla que esperábamos pues ninguna paso de los
2kg, los ejemplares más grandes se mostraron brutalmente esquivos, poco
activos, más listos que nosotros o todo ello punto por punto, sea como fuese,
no fue nuestro día con la carpa y habrá que tomarse la revancha en futuras
sesiones.
Por suerte para
nosotros, la segunda parte del plan se mostró mucho más benévola y nos hizo
disfrutar de lo lindo, también se resistieron las grandes piezas pero será la
paciencia y la insistencia la que nos dará tarde o temprano esa recompensa sin
dejar de ser conscientes de la enorme dificultad de engañar a los más listos y
escasos del lugar. Nuestro propósito en el segundo cebadero era intentar
capturar algún barbo de buen tamaño, para ello escogimos un punto que nos gustó
tras el sondeo, se trataba de un escalón bastante interesante encontrado a unos
8-9 metros de profundidad, no queríamos armar ningún jaleo en el agua ni cebar
en demasía y arriesgarnos a que el pez recelase, como cebos de anzuelo
utilizamos algo que nos está funcionando bastante bien, se trata de los boilies
de lombriz de SBS, y unas bolas caseras de ajo acompañadas de un flotante de
piña, esa combinación ha marcado la diferencia significativamente respecto al
uso de cada elemento por separado.
BOLAS
DE ENGODO DE CAÑAMÓN Y CANELA
En lo que concierne al
cebado de la zona, nos decantamos por unas cuantas bolas de engodo junto a cada
postura, son unas bolas que nos suelen dar muy buenos resultados y que a
continuación compartimos con vosotros animándoos a que las probéis aquellos que
nunca lo hayáis hecho pues son ingredientes efectivos con el barbo y bajo un
proceso facilísimo y que ofrece resultados muy buenos.
Lo primero será tener
cañamón en agua 1-2 días para que se ablande, la cantidad dependerá de si se
quiere cebar más o menos como hacemos con cualquier otra cosa, lo siguiente
será apartar el agua donde estaba el cañamón sin tirarla y molerlo con ayuda de
alguna picadora de las de andar por casa, cuando ya lo tenemos molido lo
meteremos en una sartén a fuego lento durante unos minutos, de esa manera se
tostaran ligeramente y se potenciará su sabor, añadimos un poco de canela
mientras no dejamos de remover el cañamón pues no queremos que se nos queme.
A nuestro cañamón
molido le añadimos un poco de krill y también belachan, será un toque muy
interesante, da igual que sea harina o pellets triturados, ya lo que le venga
mejor a cada uno o le guste más. El siguiente paso será
elaborar una especie de gelatina para que la masa de cañamón aglutine y de esa
forma podamos hacer las bolas, para ello recuperamos el agua donde estuvo el
cañamón y que habíamos apartado, le añadimos más canela, añadir lombriz va muy
bien, sea con cualquier dip, remojo, liquido o lombrices trituradas, eso es al
gusto, cualquier cosa por el estilo nos ha funcionado bien, liquido o esencia
de gusanos, sangre en polvo, pellets de sangre molidos, en fin, lo que le guste
a cada uno o de lo que disponga.
Para terminar
añadiremos a esta parte liquida azúcar moreno, blanca o ambas, una cucharada de
melaza o de miel también va muy bien, las cantidades precisas las veremos in
situ pues la mezcla estará perfecta en el momento que no sea liquida y ya tenga
cierto espesor, viscosidad, por lo que a más agua más producto hay que añadir,
llegados a este punto solo nos resta mezclar esa gelatina creada con los
cañamones molidos y removerlo todo bien, ya podremos hacer bolas de engodo que
dejándolas secar quedaran bien apretadas, es algo que nos viene bien en nuestro
caso, pues al pescar con bastante profundidad queremos que la bola llegue al
fondo sin desperdigarse ni abrirse por el camino y se quede justo en el montaje
pues será el único cebo presente en la zona al no cebar con nada más.
De esta forma tan
sencilla y que tardamos 10 minutos en realizar tenemos un producto que encanta
al barbo, la bola se va deshaciendo poco a poco emitiendo partículas y aromas
muy atrayentes, por norma general con el barbo nos va muy bien cebar de esta
manera, ni que decir tiene que ya depende de cada uno querer añadir cosas
diferentes y probar, a fin de cuentas nadie tiene la receta del éxito total y
hay que probar y probar y los resultados nos dirán si vamos por buen camino o
es mejor pasar a otra cosa, por ello serían validos otros muchos ingredientes
pero a nosotros nos ha funcionado muy bien emplear lo mencionado, con todo
ello, a lo largo del día disfrutamos de una increíble compañía y momentos de
auténtico goce al encadenarse las picadas y acabar la sesión con un buen número
de capturas, que si bien ya dijimos que no eran las grandes piezas que
buscábamos, sí que sirvieron para tener un día entretenido, os dejamos un
pequeño vídeo para que veáis algunas de las capturas y seguiremos tentando a
los grandes ejemplares a ver si alguno se dejase engañar algún otro día, hasta
entonces, un gusto como siempre compartir jornadas con vosotros, os emplazamos
ya a que en unos días seáis participes de la siguiente sesión, hasta la próxima
amigos de Snowman……
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