Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, de la mano de Miguelin-Vava y Omar traemos una nueva
jornada de pesca. Con el desasosiego que nos caracteriza cuando llevamos un
tiempo sin entrar en contacto con esta nuestra pasión, nuestros compañeros
decidieron organizar una escapada exprés en el charco. Días antes estuvieron in
situ observando y valorando el lugar donde acometerían la sesión, cuando
finalmente se decantaron por una zona la sondearon a conciencia y la dejaron
cebada persiguiendo con ello aumentar las posibilidades de éxito. Nerviosos
cual principiante contaban los minutos que restaban para emprender el viaje
hasta la orilla, con todos los trastos cargados en el coche era hora de pasar a
la acción y tronase, nevase o se muriese de calor, gusta tanto esta bonita
afición que sean cuales sean las condiciones en que se produzca, en cada sesión
es como si brillase el majestuoso sol con
un nuevo fulgor.
Como la zona ya estaba
cebada, la idea era la de no armar demasiado escándalo que pusiera sobre aviso
a nuestras amigas, por ello tan solo se esparció algo de mezcla en cada caña,
con presencia de semilla menuda, micropellets, bolas troceadas y algo de
engodo, todo bien mezclado, compacto y en pequeña cantidad. Por último sólo
faltaba acompañar cada montaje con su correspondiente malla de pva, que para
ahorrar algo de tiempo nuestros amigos tuvieron a bien preparar el día de antes
para llevar trabajo adelantado. Una vez estaban las cañas en el agua y el
trabajo realizado, no quedaba otra que asentar las reposaderas y esperar
tranquilos la llegada de la primera picada de la sesión mientras se disfrutaba
del entorno y su armoniosa tranquilidad lejos del mundanal ruido y estrés
cotidiano entreteniendo a las muelas con un puñado de pipas. El pez se estaba
moviendo por los alrededores a tenor de los continuos saltos y burbujeos, hecho
que se confirmó minutos después cuando en cuestión de menos de dos horas
nuestros amigos habían disfrutado de 4 picadas, dos de ellas se fueron al limbo
cuando los animales lograron zafarse del anzuelo a escasos palmos de la
sacadera, situación nunca deseable pero que no quita el disfrute de la lucha
vivida, por suerte otras 2 picadas si llegaron a buen puerto, una por barba
para mantener la contienda igualada y las espadas en todo lo alto para ver
quien se hacía con el triunfo en la jornada de pesca.
De un lado Omar
disfruto de una pequeña común que presentó batalla y vendió cara la derrota, en
un primer instante parecía que el pez había logrado desprenderse el anzuelo
pero finalmente llego hasta la moqueta y permitió al compañero inaugurar el
casillero de capturas y fotografiarse con la pieza. Posteriormente era Miguel
el que abandonaba el catre apresuradamente ante una buena arrancada en una de
sus cañas, las sensaciones iniciales eran muy positivas y se refrendó minutos
más tarde cuando de la mansa manta de agua emergió una preciosa común sana y
batalladora de muy buen porte, ofreció una lucha digna de mención que supuso
las delicias del afortunado pescador. Hasta el momento se estaba desarrollando
la jornada a pedir de boca, el pez estaba por la labor de tomar los cebos y el
cebadero estaba dando sus frutos, en está ocasión se estaban probando unos
pellets y boilies de krill acompañados tanto de algún pop-up del mismo aroma
como maíz artificial también flotante. Para la malla de pva se utilizaron una
mezcla variada de pequeños pellets, entre ellos algunos de krill, lombriz,
cangrejo, ajo, picante etc, mix de krill y bolas troceadas, en la parte liquida
se utilizó el spod juice de sbs de ace lobworm, se trata de un líquido viscoso
y espeso que aglutina muy bien el mix, cuenta con semillas trituradas y un
color fluorescente cual flumino muy interesante.
Entre picada y picada
fue pasando la mañana, las pequeñas del lugar empezaron a dar la cara y se sucedían
las picadas, nuestros compañeros se lo estaban pasando en grande, si siempre
resulta gratificante driblar el temido bolo en una jornada de pesca, tal hecho
torna en puro goce cuando estas todo el día distraído y atendiendo a las cañas,
como es algo que no siempre sucede hay que aprovecharlo al máximo cuando se
tiene tal fortuna. Como se afrontaban las últimas horas a pie de orilla se dejó
de recebar con la semilla y micropellets y se lanzaron pequeñísimas bolas de
engodo para llamar la atención del pez sin llegar a saciarlos, para su
elaboración se ayudaron de la útil herramienta de nash, el deliverance
ballmaker que permite sacar bolas como churros sin apenas esfuerzo,
Tras probar alguna otra
bola de las que nunca faltan en el macuto, la de krill marcó la diferencia en
esta sesión, bien sabemos que puedes ir al día siguiente hacer lo mismo y poner
como cebo de anzuelo la misma cosa y comerte un bolo como la catedral de
burgos, pero como en esta ocasión era lo que estaba funcionando no quedaba de
otra que seguir apostando por ello tirando de pura lógica y sentido común. Una
combinación que le dio múltiples capturas a Miguel y Omar fue la de una bola de
krill y un maíz artificial de enterprise de ajo y menta, que entre pez y pez de
menor tamaño de vez en cuando salía del agua alguno de mayor tamaño pero que al
ser todos peces salvajes mostraban una fuerza increíble y había que trabajar
cada pieza hasta lograr acercarla hasta la sacadera, en estas circunstancias
tienes la posibilidad de vivir arrancadas y luchas fantásticas.
Como todo lo bueno
acaba poco a poco el pasar inexorable de los minutos en el reloj dio de bruces con
los últimos instantes de nuestros amigos en la orilla, la jornada tocaba a su
fin y llegaba el anhelo de vivir una nueva sesión cuando aún no había terminado
esta, ¡que vicio tenemos!, pero como mientras haya una caña en el agua puede
sonar la flauta mientras se recogían otras cosas del campamento base hubo que
interrumpir varias veces la tarea para atender a las que a postre supondrían ser
las últimas capturas de la sesión, estuvo la cosa igualada al máximo y tanto
Miguel como Omar disfrutaron enormemente y mojaron la moqueta a base de bien,
con las ultimas fotografías a las piezas obtenidas daban por concluida esta
satisfactoria reunión en el charco. Tras buenas charlas disfrutando del aire
fresco que te acaricia el rostro, tras diversas capturas y pleno llenado del
buche, no se le podía pedir mucho más al día, tan solo que se repitiese muchas
más veces y durante muchos y muchos años. Con todo ello concluimos aquí nuestro
relato agradeciéndoles a nuestros compañeros el material fotográfico y el
desglose de lo acontecido en la sesión y esperamos ya a los próximos Snowman
que se animen a desenfundar las cañas y tengamos un hueco libre para haceros
participes de dicha salida, mientras llega ese momento y como siempre, tener
muchas y buenas salidas de pesca, mucha salud y hasta la próxima amigos de
Snowman………..
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