Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, de nuevo acudimos a nuestra cita diaria para trasladaros
alguna jornada de pesca de algún miembro del club. Hace ya muchos meses atrás
os pusimos en sobre aviso al mencionaros que cuenta la leyenda y difunden las
malas lenguas la existencia de una maldición, la temible maldición de Oskarpón,
que alcanza de lleno y provoca la execración al “Bolo” de todos sus compañeros
pescadores, una vez alcanzados, no ven ya un pez ni en la pescadería, desde que
Óscar sacó a pasear su tridente cual Poseidón enojado provocando manantiales
caóticos, los temibles rayos nos han traído penando en cada salida de pesca
escapando algunas veces del cero en el casillero de capturas por simple
insistencia, suerte o detalle de rezumada caridad de nuestro compañero que nos
alienta a esquivar ésta espada de Damocles.
Este buen pescador y
amigo que aguanta y sobrelleva con la mejor de las sonrisas las bromas y
chismes a los que lo sometemos diariamente por fin ha sacado un hueco en su
apretada agenda laboral y familiar para disfrutar de unas horas a pie de
orilla, por lo que tal acontecimiento de significativa envergadura y calibre no
lo podíamos dejar pasar de largo como si nada, principalmente para dejar
constancia fotográfica de que nuestro compañero obtiene alguna que otra captura
desde que culmina los bajos con un anzuelo y ya de paso para ganar algunos
puntos y si apunta hacía otros Snowman sus rayos eso que llevo de ventaja, he
aquí lo que sucedió durante una mañana cualquiera….……
Elegido el lugar al que
tentar a los peces estando éste cercano a casa dada lo corta de la sesión, tocó
cebar el puesto el día de antes buscando aumentar las posibilidades de pesca
dejando la zona caliente y atractiva buscando que los ejemplares se movieran
por las inmediaciones. Cargados los tratos en el coche tocaba poner rumbo a la
orilla para montar todo el equipo y cruzar los dedos en pro de una exitosa
jornada de pesca, aunque la zona estaba cebada Óscar volvió a recebar
ligeramente, una mezcla de grano, tacos y galletas de perro se alzaban como el
grueso de elementos utilizados para tal misión.
Una vez culminado el
aspecto de cebar, tocaba rematar las cañas para lanzarlas al agua, terminando
de preparar unas mallas de pva con la presencia de semillas trituradas, engodo
y algunos micropellets, para cebo de anzuelo se decantó por algunas bolas
saladas que le han ido bien en el lugar y el todoterreno chato’baits de
piña-cangrejo que no deja de darnos alegrías jornadas tras jornadas, por las
características del lugar también quiso levantar sus montajes para dotarlos de
mayor visibilidad, para ello se ayudó de cebos flotantes.
Ahora ya sí que llegaba
el momento que estaba aguardando durante semanas, de nuevo pringado con los
cebos, notando el tacto de la caña deslizándose por la mano mientras ejecutaba
el lanzamiento de la misma, tensada la línea, colocado el tensor y encendida la
alarma solo restaba esperar la fortuna de ser agraciado con alguna picada y su
consiguiente posterior lucha, en el peor de los casos serían unas horas de
disfrute y desconexión de la rutina acaparadora diaria y recargo de pilas. Por
suerte este no será un relato que desemboque por esos derroteros y nuestro
amigo dejó el pabellón bien alto como esperamos de los Snowman,después de
varios saltos y percibir cierta actividad y tras una picada fallida que no
llegó a buen puerto por desclave del animal en plena brega con él, llegaba la
recompensa al trabajo bien hecho y óscar se lanzaba veloz a parar una de sus
cañas que se había arrancado bravamente, tras la línea venía prendido del
anzuelo un animal luchador y batallador que hizo las delicias del fausto
pescador, instantes después lograba llevar hasta la moqueta el ejemplar, se
trataba de una preciosa carpa royal, tenía muy buen aspecto y colores muy
vivos, una pieza con la que se inmortalizó y que despidió agradeciéndole la
lucha y retándola para futuras ocasiones.
El primer objetivo
marcado en rojo en la libreta de tareas pendientes se alcanzaba al fin,
terminase la sesión de una u otra forma lo que era un hecho era que no
retornaría a su casa con la losa del Bolo, el m1 de SBS ayudo a nuestro
compañero a conseguirlo, no quedaba ya mucho tiempo para recoger las cañas pero
aún era tiempo suficiente para ser agraciados con nuevas picadas, y se confirmaron los mejores
presagios cuando sobre la bocina repetía experiencia y una de sus alarmas daba
la voz de alertaante una nueva picada, tras la clavada y el cercioramiento de
que la captura venía enganchada tras la línea era el momento de tener paciencia
y trabajar la pieza para asegurarla y tener máximas garantías de cobrarla, el
buen hacer de nuestro amigo permitió tal hecho y hasta la moqueta acercó un
nuevo ejemplar de carpa royal, una fantástica espejo con un semblante estupendo
y que redondeaba la mini-jornada a pie de orilla, después de la confianza otorgada
no quiso decepcionar y una vez más y son ya muchas un chato’baits quiso dejar
su huella y reclamar su sitio en una de nuestras sesiones, bocado exquisito
para nuestra amiga el piña-cangrejo al que no pudo resistirse. Así se dio por
concluida la sesión de nuestro amigo, unas horas entretenidas disfrutando de la
pasión que comparte con el resto de componentes del club y encima con la
recompensa de obtener capturas, ya tenemos al compañero impaciente y deseoso de
disponer de un nuevo momento libre para repetir y esperamos y deseamos que sea
pronto, que obtenga múltiples capturas y de bella factura y que os podamos
trasladar ese momento, hasta que eso ocurra ponemos aquí el punto y seguido y
una vez más, hasta la próxima amigos de Snowman………
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