jueves, 21 de noviembre de 2013

SESIÓN SNOWMAN EN EMBALSE CIUDAREALEÑO………

Muy buenas amigos de Snowman Carpfishing ser bienvenidos a nuestra infatigable cita semanal, en esta ocasión después de visitar algunos escenarios fallidos varios compañeros nos desplazamos rumbo al pantano de Gasset, gran embalse situado en la localidad de Fernancaballero (Ciudad Real), al encontrarnos por la zona era un lugar que nos interesaba para reunirnos y poder echar un buen día disfrutando de algo que tanto nos gusta, por lo que el Capi, Miguel-Ouh Yeah, Scooby y LuisFer-O’clock tuvieron a bien aceptar mi propuesta de jornada a pie de orilla, ¡¡tocaba preparar archeles varios, oh nena sí!!.

Con todo preparado en el coche pusimos rumbo a nuestro destino, después de que por diversos motivos no nos cuadrasen otros escenarios de los alrededores nos decantamos a última hora por esta opción, llegamos al lugar mientras amanecía y estuvimos un rato charlando y oteando el lugar en busca del puesto que nos gustase mientras hacíamos hora para que la mañana abriese ligeramente, en poco tiempo salió el sol y tocaba ponerse manos a la obra.

Con la ilusión de tener una buena sesión de pesca y la mejor de las sonrisas fuimos descargando las cosas de los coches, en los últimos tiempos aunque uno acometa una salida de unas cuantas horas no somos capaces de reducir el equipo, parece que nos va a dar tiempo a utilizar mil productos y si no llevamos el arsenal estamos intranquilos, como somos así de exagerados tocó dar unos cuantos portes hasta que todo estaba a pie de orilla.
Aunque la fotografía estuviera hecha instantes después, lo primero que hicimos nada más llegar al lugar fue tomarnos un café calentito y más que bien merecido, tras dar más vueltas que un trompo hasta asentarnos lo teníamos más que ganado, tras unos minutos de animada charla comenzamos a preparar todo lo necesario para afrontar una nueva jornada de pesca.

Mientras se preparaban en los cubos los cebos para lanzar al agua era el momento de montar los trípodes, sin prisa pero sin pausa fuimos sacando de los bolsos todos los accesorios necesarios y en pocos minutos ya teníamos nuestro trabajo concluido a falta de rematar con los bajos y cebar la zona, a pesar de que haría calor en la jornada el inicio fue algo más fresco y se levantó una pizca aire, a pesar de estar el agua algo revuelta no suponía ningún impedimento.
Tocaba pues pasar a la segunda encomienda y preparar nuestros bajos, para ello cada compañero se decantó por un cebo diferente atendiendo a su experiencia y gustos, al no ser un lugar que frecuentemos, es más, hacía más de un año que no lo hacíamos, no es un sitio que tengamos tan estudiado como puede ocurrir con otros y tocaba probar distintas cosas para no limitarnos en pro de buscar sacar las máximas conclusiones posibles, por ello utilizamos diversos montajes, cebos, cebado, tamaños de anzuelos, profundidades, distancias etc. El grueso del cebado sería una mezcla de semillas a las que añadimos algo de engodo y líquidos para aumentar su poder de atracción.

Con ayuda de los barcos cebadores tomamos referencia de un gran espacio que sondeamos a conciencia, paulatinamente fuimos descartando puntos hasta que finalmente nos quedamos con las zonas que considerábamos que podrían darnos más alegrías y de las que podríamos obtener un mayor beneficio, una vez que tuvimos cristalino este aspecto tan vital esparcimos semillas, engodo, tacos y micropellets por las inmediaciones, mientras tanto el sol hacía tiempo que había asomado y se dejaba notar con su atizador látigo de bochorno, hasta Scooby se tuvo que refugiar en la sombra que le brindaba los árboles y nuestros utensilios dispersados por la zona.
Con todo el trabajo terminado tocaba esperar la llegada de alguna picada, la actividad del pez no era demasiado percibible, contábamos con los dedos de las manos los saltos vistos en el agua y ni rastro de movimientos o burbujeos, pasaron unas horas sin novedad alguna y fue mientras hablábamos y tomábamos un bocado cuando el zumbido del viento presente se mezcló con el sonido de una de las alarmas del Capi, raudo se acercó hasta la caña afortunada para clavar el pez, el pez presentó una bonita batalla e intentó una frenética huida que rápidamente fue frenada por el buen hacer del Capi, instantes después acercaba hasta la sacadera la que se convertía en la primera pieza de la jornada engañada con un chato’baits de banana y un maíz artificial remojado en el mismo caldo que el boilie.

Con el desquite de la presión del temido Bolo sobrevolando nuestras cabezas, la obtención de la reciente captura nos alentó a tener ilusión y esperanza de lograr nuevas capturas a pesar de no gustarnos demasiado lo que estábamos viendo, el parón tan notable de la pesca del lugar, lograr una captura siempre es un plus, para intentar dar un aliciente a nuestras amigas y que se decidieran a pasear por la zona recebamos sutilmente los puestos para mantenerlos lo más atractivos posibles, tras inaugurar su casillero particular el Capi se dispuso a tomar nuestro relevo y acercarse a la mesa para degustar las viandas presentes, Scooby tampoco hizo oídos sordos a la llamada del almuerzo y no perdió tiempo y acudió veloz.

Así que lo dicho, sin otra cosa mejor que hacer nos reunimos en torno a la mesa para el tentempié, otros aprovechaban la coyuntura para relajar los ojos y reflexionar en voz baja, también había tiempo para preparar nuevos bajos, reponer montajes perdidos en salidas anteriores o cualquier otro quehacer en el cual entretenerse ante la falta de picadas.

Era un hecho que afrontábamos las últimas horas de la tarde sin señales nada halagüeñas, en el último intento por invertir la situación echamos al agua el resto de cebo que nos quedaba de los cubos, el compañero LuisFer no podía aguantar en su totalidad la jornada con nosotros y estuvo hasta el último instante pendiente de sus cañas buscando esa alegría de última hora, ese mini-triunfo sobre la bocina que sin suponer una gran victoria si sería una alegría, desgraciadamente no se dio tal hecho y nuestro amigo tuvo que recoger su equipo a regañadientes y despedirse de nosotros, aunque habían sido solo unas horas, a título personal siempre es un gustazo compartir orilla con tan buena gente. Pasaba más de una hora desde que había abandonado el campamento base nuestro compañero y justo cuando estaba el desánimo presente en el ambiente Ouh Yeah corrió como alma que lleva el diablo hacía una de sus cañas, tan eran las ganas que tenía que le picaran que o mucho me equivoco o juraría que no se había movido su tensor ni sonado aún su alarma cuando ya había emprendido la carrera, quizás le bastó un simple crujir de su carrete para ponerlo en sobre aviso, sea como fuese lo cierto es que estaba luchando por hacerse con su primera captura y la que supondría ser la segunda de la sesión, con calma y sin apresura nuestro amigo se hizo con los mandos y llevo hasta la moqueta una preciosa carpa común que se había zampado sin compasión una ristra de maíz con otro flotante de tope.    

 Me encontraba llegados a este punto con una sesión de pesca muy desagradecida pese a los muchos intentos por cambiar cosas e intentar otras nuevas, por otro lado ni será la primera ni la última vez que nos encontremos en ésta tesitura ni mucho menos será de las peores pues al menos habíamos tocado escama, la espinita que tenía era la de ser el único sin haber trabajado un pez de los presentes en el lugar y lo cierto es que el tiempo no jugaba a mi favor pues las agujas del reloj seguían un ritmo alarmantemente veloz y el transcurso de los minutos era inexorable y aún más cuando por otro compromiso no podíamos apurar la tarde hasta bien entrado el anochecer y tendríamos que desistir algo antes, pero como la esperanza es lo último que se pierde y justo cuando menos reparaba en mis cañas y me encontraba jugando con Scooby, una de mis cañas comenzó a sonar con vehemencia, se trataba de la caña que había lanzado al agua unos 15 minutos antes con mi querido chato’baits de coco en el último intento desesperado por no venirme silbando, a pesar de la gran carrera inicial mientras luchaba con el pez noté que no se trataba de ningún gran ejemplar pero aun así la alegría era tremenda, el pez no se desclavo y logre hacerme por fin con mi fotografía, se trataba de una pequeña pieza peleona que sin duda me había alegrado la tarde, ¡¡¡¡que grandes son los chato’baits!!!!


Paulatinamente el paso de los días nos deja una sensación de menor calor a la par que de un más temprano oscurecer que con el transcurrir de las semanas irá a más, lejos de desagradarnos nos entusiasma pues en cada periodo estacional se nos presentan diferentes posibilidades a la hora de pescar variadas especies con características y comportamientos diferentes, pues como decimos, con el notable acorto de los días en cada sesión nos toca recoger un poco antes y más en ésta que como comentábamos líneas atrás no podíamos apurar demasiado, por lo que al poco tiempo de la captura y sin más novedades en el frente comenzamos a recoger todo para dejar las cañas como último elemento por si se daba alguna picada entretanto. Después de un día ameno y divertido en compañía de buenos amigos y de haber esperado todo lo posible, decidimos que había llegado el momento de dar por concluida la jornada de pesca y desmontamos las cañas mientras disfrutábamos de una hermosa estampa y un paisaje acogedor, terminada ésta ya estamos barajando posibles escenarios para acometer la futura sesión, como siempre un placer, hasta la próxima amigos de Snowman…………

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