jueves, 7 de noviembre de 2013

REPETIMOS EN BUSCA DEL FASCINANTE BARBO GITANO…….

Buenas amigos de Snowman Carpfishing, os traemos una nueva sesión a pie de orilla, como nos quedó tan buen sabor de boca de la anterior salida tras el barbo gitano decidimos que sería una ocasión perfecta para volver a intentar tentar a esta especie que nos tiene robado un pedacito del corazón y definitivamente durante el fin de semana trataríamos de hacernos con algún buen ejemplar. Cargados los trastos en el coche y la máxima ilusión en el cuerpo pusimos rumbo al embalse donde la primera tarea era elegir el puesto donde plantaríamos el campamento base.
Una vez teníamos claro el lugar que percibíamos con mejores posibilidades y en estas fechas para que engañar, con abundante y acogedora presencia de sombra, tocaba meter mano a los macutos y sacar los mil trastos varios que llevamos para montar los equipos, una vez terminada la ardua tarea y se ve todo montado sin duda no parece para tanto, solo se nota cuando nuevamente hay que desmontar todo y hacer el tetris en el coche.


Tocaba ahora pasar a otra cosa, sondear la zona y elegir los puntos para lanzar las cañas se convertía en la misión principal, después de invertir el tiempo preciso y necesario en ésta tarea tan vital y de suma importancia era el momento idóneo para cebar dicho puesto, como contábamos con una profundidad considerable y queríamos concentrar el cebo cerca de nuestro anzuelo decidimos crear una especie de pasta para unirla a las semillas pues si las hubiéramos soltado solas con su poco peso se hubieran abierto demasiado en el agua y hasta depositarse en el fondo se hubieran alejado del anzuelo, por la experiencia que tenemos del lugar no queríamos tal cosa.

Por ello en un cubo tomamos algo de agua del embalse y pusimos unos tacos de vaca, en unos minutos estaban deshaciéndose y soltando múltiples partículas, añadimos cañamón molido y también chufa, unos puñados de maíz molido cual harina y leche en polvo de oveja, con ello dotaríamos nuestra mezcla de más consistencia y nutrientes, pusimos algún remojo y a aunar todo bien, una vez estaba a nuestro gusto solo restaba añadir las semillas preparadas el día de antes, una vez absorbieron el agua la mezcla quedo bastante compacta, aumentado su peso bajaría enseguida al fondo y las semillas incrustadas en ella no se desprenderían y bajarían también sin desperdigarse, decir que también añadimos varios puñados de krispis, no solo proporcionan un efecto crunch que puede servir de señal a otros peces de que alguno está comiendo y como consecuencia acercarlos a nuestro pesquil y por tanto aumentar nuestras posibilidades de picadas, también sirven poco partículas que al flotar quedan en suspensión, muchas de ellas se escapan de la mezcla al llegar al fondo y van subiendo hacia arriba creando una cortina de partículas que puede llamar la atención de otros peces siendo algo que nos beneficiaría.

Con todo preparado tocaba esperar la llegada de la primera y ojala no última captura de la sesión, el Capi, Scooby y el que les relata esperaban impacientes la llegada de ese instante. Para el anzuelo utilizamos cebos naturales como maíz o lombriz, boilies de SBS, el m1 y la piña y ácido butírico, el sk-30 de StarBaits y nuestros queridos chato’baits, nos decantamos por los de coco, mantequilla y piña-cangrejo que suelen gustar bastante entre los barbos del lugar y era precisamente lo que íbamos buscando. Después de unos toques iniciales fallidos, mientras reponía montajes y bajos perdidos en sesiones anteriores un ruido estruendoso rasgó la quietud del lugar, el sonar continuo de una de las alarmas indicó que se estaba produciendo una buena picada, raudos nos apresuramos a clavar el pez, el Capi se encargó de traer el pez hasta la moqueta mientras yo me hacía cargo de la sacadera, tras sortear la incómoda recogida debido al peligro de una rama voluminosa enredada con la captura pudimos controlar la situación y cobrar la pieza, el Capi se fotografío con este precioso ejemplar de barbo gitano luchador y sano que una vez curado fue devuelto rápidamente al agua, el chato’baits de coco fue el culpable de la captura.   

A pesar de amanecer el día con bastante presencia de nubes paulatinamente fueron desapareciendo dando lugar a un hermoso día con una temperatura idílica, se estaba estupendamente en la zona, el agua quieta y tranquila y los burbujeos y saltos de los peces eran continuos y repetidos, en la orilla también podíamos ver moverse y removerse a los pequeños alevines y ejemplares de Black Bass.



Poco a poco a medida que avanzaba la mañana fue aumentando la temperatura y se hacía necesario refugiarse en la sombra de los árboles del lugar para no padecer innecesariamente, mientras Scooby se refrescaba a su manera una de las alarmas nos ponía en sobre aviso al producirse una nueva picada, tras la clavada y lucha con el pez lograba acercar hasta la orilla otro ejemplar de barbo gitano, en esta ocasión era de menor tamaño pero de igual modo daba una inmensa alegría, el amigo no se pudo resistir a unas deliciosas lombrices acompañadas de un pequeño maíz flotante, después de la fotografía era el momento de curarlo y devolverlo al agua, repusimos cebo y a esperar una nueva picada.   


Antes de la hora de comer tuvimos unas cuantas picadas fallidas y otras que llegaron a buen puerto pero se trataba de ejemplares de barbos de muy pequeño tamaño, se acercaba por tanto la hora de hacer un alto en el camino para tomar un bocado y Scooby fue el primero que llegó a formar filas cuando le llegó el olor de la carne que tanto le gusta y a la que no le aparto ojo mientras el Capi le preparaba el plato.


Unos ricos huevos con vinagre también nos esperaban en la mesa, mientras estábamos liados con ellos y el resto de víveres presentes para la manduca, tuvimos una nueva picada que hizo que tuviéramos que salir corriendo cuando estábamos en lo mejor, la arrancada fue bastante buena y la pieza sacó bastante hilo del carrete, el Capi gustosamente se hizo cargo de bregar con el pez, tras una bonita lucha y tener que desplazarse por la orilla varios metros pues por momentos la caña quedó atrancada finalmente se solventó la complicación y pudo sumar una nueva captura a su casillero particular, nuevamente se trataba de un barbo gitano vital y peleón, rápidamente fue devuelto al agua y la caña lanzada al agua pues no había tiempo que perder por la actividad que se percibía en el pesquil, el sk-30 se unió a la fiesta y nos dio la posibilidad de fotografiarnos con nuestro amigo, parecía que todos los cebos querían dar capturas.

A pesar de estar dando resultados los cebos escogidos quisimos probar uno nuevo que estamos testando en las últimas fechas con buenos resultados, se trata del C1 de SBS, una marca de sobrada calidad y que ofrece una gama de productos muy interesantes, así que cambiamos una de nuestras cañas y decidimos probar con ésta bola, tras algo más de una hora sin noticias de nuevas picadas tuvimos 2 consecutivas, la primera se trataba de un pequeño barbo engañado con un chato’baits de coco que es toda una golosina para ellos, la segunda fue precisamente a la bola que estamos comentando en estas líneas, en todo el tiempo que estuvieron sin picarnos notamos que teníamos múltiples toques que movían el tensor y sacaban algo de hilo del carrete pero no llegaba a producirse la picada, el pez estaba algo desconfiado y no atacaban el cebo de cerca, ya es algo que nos ha ocurrido otras veces en este escenario por lo que sabedores de cómo atajar el problema decidimos actuar en consecuencia, utilizamos un boilie más pequeño, de 14mm, el anzuelo también lo cambiamos, un número 8 fue el elegido y el bajo bastante más corto, al poco tiempo comenzamos a ver que nuestro cambio funcionó en las cañas lanzadas más cerca de la orilla que eran las que tenían esos continuos toques de los ejemplares más menudos, otras cañas estaban a mucha distancia y con montajes y anzuelos diferentes. 



Llegados a este punto afrontábamos las últimas horas de la tarde antes de dar la sesión por concluida, los resultados hasta el momento eran más que satisfactorios aunque no habíamos logrado el gran ejemplar que buscábamos la jornada estaba siendo muy divertida debido a las diversas capturas obtenidas, la verdad es que sin hacer ruido y como quien no quiere la cosa el Capi me estaba planchando la oreja a base de bien, por suerte cuando menos lo esperaba y más lejos me encontraba de mis cañas pude recortar distancias, una buena carrera me tuve que pegar hasta llegar al trípode y hacer la clavada, de momento la cosa iba bien pues tras la línea venía prendido del anzuelo algo que tiraba y trataba de zafarse, tras una interesante lucha pues la pieza opuso toda la resistencia que pudo logre cobrarme la captura, la alegría se multiplicó cuando vimos que se trataba una vez más de un barbo gitano fuerte y guerrero, mi querido y todoterreno chato’baits de mantequilla me brindó la oportunidad de hacerme con esta pieza tan estupenda.


La actividad volvió a dejarse notar, el sol había menguado ligeramente y el agua notó cierto alivio y hacía tiempo que los peces se movían con más alegría y frecuentes saltos, fue el momento en el cual aprovechamos para terminar de meter en el agua el cebo restante que nos quedaba en los cubos con la esperanza de potenciar nuestra zona de pesca y poder despedirnos con alguna última picada antes de recoger, por suerte se cumplió nuestro pensamiento y volvió a sonar la flauta, el flamante triunfador de la sesión con el triple de capturas obtenidas sin fotografiar que fotografiadas lo cual me permite quedar algo mejor de cara al respetable tuvo una nueva picada, logro acercar hasta la sacadera y depositar en la moqueta otro barbo gitano de un color vivo y precioso y un lomo fuerte y apretado, el m1 de SBS algo desaparecido en la sesión quiso dejar su huella y aportar su granito de arena, después de curarlo y devolverlo al agua empezamos a recoger parte de las cosas dejando las cañas como último cometido en pro de una picada de última hora.



Después de la captura del Capi nos habíamos comido la tarde en un visto y no visto, aún abría tiempo para tener un par de picadas de última hora pero desafortunadamente no llegaron a buen puerto, una de ellas que no tenía mala pinta por su inicial arrancada y posteriores minutos de lucha se desanzuelo antes de poder verla y cuando estaba a punto de llegar a nuestras inmediaciones, la segunda captura clavó durante unos segundos y después se zafo del engaño, son gafes del oficio donde unas veces toca cara y otras cruz, como pronto anochecería comenzamos a recoger los equipos antes de que nos pillase el toro y pusimos así fin a una jornada bastante entretenida con diversas capturas, seguimos sin engañar a los grandes barbos del lugar por lo que una vez más, lejos de retirarnos y desistir seguiremos afrontando nuevas jornadas de pesca tras sus pasos y algún día de estos lograremos nuestro objetivo y nos fotografiaremos con algún ejemplar de excelsa envergadura, hasta la próxima amigos de Snowman……...

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