Muy buenas amigos de
Snowman Carpfishing, estamos de vuelta a nuestra agradable sesión semanal con
todos vosotros, para esta ocasión os traemos una increíble sesión que tuvo
lugar durante la Semana Santa, unas magníficas horas a pie de orilla
disfrutando de la naturaleza y de un hobby que tanto nos complace y llena. Bien
temprano pusimos rumbo al lugar escogido para acometer la intentona de lograr
engañar a unos cuantos peces. Escogido el sitio tocaba cebar el lugar para
dotarlo de mayor alegría y que nuestras posibilidades de éxito se vieran
aumentadas, tras la pertinente dedicación a la tarea de sondeo y cebado que
resulta tan primordial, se pasó a montar el campamento base y los equipos.
El grueso del cebado
estaba compuesto de una variedad de semillas, engodo y multitud de partículas,
desde Frolic triturados a pequeños pellets, galletas de perro, tacos etc,
combinando elementos enteros y troceados, todo ello bañado por separado de
diferentes caldos que nos han dado mucho juego, como pellets de halibut cocidos
a la par que las semillas, leche en polvo, muy dulce y que crea una fenomenal
nube muy atractiva, cañamón picante, chufa etc. Para los cebos de anzuelo cada
uno se decantó por usar cosas diferentes e intentar ampliar al máximo el
abanico en pro de sacar mejores conclusiones al ver la respuesta del pez hacía
un cebo u otro, por ello se utilizó desde la clásica y magistral ristra de maíz
o de Frolic, a los pellets y boilies, tanto dulces como salados, tanto fondantes
como flotantes o el preciado híbrido, el Snowman.
Llegados a este momento
ya estaba todo a punto de caramelo y solo faltaba que el pez pusiera de su
parte y quisiera entrar en los diferentes cebaderos, nosotros ya habíamos
jugado nuestras cartas de la mejor forma que sabemos y hasta donde alcanza
nuestra experiencia, era pues el turno de esa bendita suerte que resulta tan
vital. El agua mostraba gran actividad del pez con continuos saltos y
burbujeos, algo que quedó patente cuando comenzaron a sucederse las picadas,
primeramente se trataban de pequeños ejemplares de carpas y del Channel
Catfish, luego con el devenir de las horas aumentó algo la talla dentro de las
posibilidades que ofrece el lugar. Entremedias de las especies citadas también quiso
unirse a la fiesta algún que otro barbo, lo que nos causó una enorme alegría al
ser una especie muy querida por los miembros del club, para un ejemplo este
tuno y vivo ejemplar que se zampó sin pensarlo un chato’baits de piña-cangrejo
y me hizo pasar un rato entretenido hasta que me hice con los mandos.
No solo era un servidor
el que estaba mojando la moqueta, el Capi, Ouh-Yeah, Miguelín, Juan Antonio y
Rubén también me seguían los pasos y estaban disfrutando de lo lindo a pie de
orilla alternando momentos de pesca a fondo con otros más de desgaste de
zapatilla, el bonito mundo del lance tras el Black Bass también tenía cautivado
a nuestros compañeros. Al final del artículo podréis visualizar un
vídeo-resumen con algunos de los momentos más destacados de la jornada y mayor
número de capturas, entre ellas este bonito Channel que logró engañar Miguelin
o una preciosa royal con la que se fotografío Ouh-Yeah después de unos
gratificantes momentos de lucha, en cuanto al cebo no éramos capaces de sacar
nada en claro pues el pez estaba unos instantes sin picar y luego por oleadas
teníamos varias picadas a toda clase de cebos, era más bien el protagonismo del
cebadero y cuando querían entrar que lo que pusiéramos a la vera del anzuelo.
Rubén, uno de los
inquietos del grupo, que lo mismo iba detrás de las lagartijas, que desgastaba
energía chutando al balón, también tuvo un día ajetreado y no podía dejar la
caña sin vigilancia mucho tiempo pues enseguida le picaban, aquí lo podemos ver
con una preciosa común engañada a su querido maíz acompañado de una bola de
engodo de chufa y cacahuete para atraer a los inquilinos del lugar, Miguelin
seguía con su idilio con los Channel y acumulaba distintos ejemplares siendo
algunos de ellos de muy buen tamaño, los chato’baits y las bolas de krill eran
de los cebos que se estaban mostrando más efectivos.
Las agujas del reloj
seguían una marcha vertiginosa y sin darnos cuenta nos habíamos comido gran
parte de la jornada, las sensaciones eran muy positivas y todos estábamos
disfrutando de lo lindo, como Ouh-Yeah que apenas era capaz de sentarse en la
silla un instante cuando tenía que atender a las cañas, si no era sacando algún
pez, como en el caso de este precioso Channel, era como encargado de sacadera
para ayudar a Rubén y Juan Antonio que no daban abasto, el cebadero los estaba
encumbrando y por ello no dejaban de recebar la zona cada cierto tiempo para
mantenerla siempre en un alto nivel. Entre tanto ajetreo eran bien recibidos
los diferentes víveres para retomar fuerzas ante el desgaste sufrido, un claro
ejemplo fueron estas deliciosas patatas con pimientos y huevos estrellados, que
bien sientan en el campo con la brisa golpeando el rostro, ¡¡mucho mejor que
trabajando, o dos hostias recién levantado que diría aquel!!. nada deseado.
No estábamos quietos ni
un momento y el día despertaba, continuaba y moriría con una altísima
temperatura que obligaba a buscar el amparo de los árboles y su preciada sombra
y echar mano de la crema protectora que estábamos cogiendo un color rojizo nada
deseable y del que apetecía huir. En cuanto a la pesca seguían la historia por
los mismos derroteros, eran tantísimas las capturas que la mitad eran devueltas
al agua incluso sin fotografiar dado el tamaño tan similar que estábamos
obteniendo y que era de pequeño porte. Algunas royales eran muy bonitas como
ésta con la que posa orgulloso Miguelin o algún que otro barbo que suponía las
delicias del afortunado pescador, Ouh-Yeah era uno de ellos.
A estas alturas, el
maíz, los pellets y los montajes Snowman se llevaban la palma, eran lo más
reclamado con diferencia, las bolas caseras de Ouh-Yeah y los chato’baits
estaban dejando el pabellón bien alto. Mientras Rubén seguía cosechando éxitos
y ya se había fundido toda una lata de maíz de las grandes ante la insistente
demanda, el Capi reclamó una parada en el camino para tomarnos un respiro y
sentarnos en las mesas para degustar unas deliciosas tortillas de patatas, ¡¡no
me digáis que no tienen buena pinta y están diciendo comerme!!.
Poco a poco expiraba la
jornada de pesca y queríamos exprimir hasta el último momento pues estaba
siendo una autentica pasada, el sol se ocultó pero el ritmo de capturas no
menguaba, las carpas y los Channel no dejaban de sucumbir a nuestros engaños y
cada vez era mayor el casillero particular de capturas del personal, como
muestra estos dos Channel de tan buen aspecto que no quisieron dejar pasar la
oportunidad de degustar el variado menú que les habíamos ofrecido. El trabajo
bien hecho estaba mostrando sus frutos y aunque no siempre ocurre tal dicha,
por lo menos la intención y las mejores maneras nunca las dejaremos de lado.
Así pues, como todo lo
bueno acaba, la sesión llegó a su final, fueron unos momentos de auténtico gozo
y disfrute a pie de orilla con los compañeros, unos instantes de desconexión de
lo cotidiano muy enriquecedor, y en definitiva un momento para centrarse
plenamente y dedicarle todos los sentidos a una pasión que te envuelve y te
aprisiona. Después de disfrutar del campo y del aire libre, de buena compañía y
mejores alimentos, al rematar la jugada con numerosas capturas que mantuvieron
a la gente entretenida y enganchada en la orilla durante muchas horas, no puede
uno pedir otra cosa que no sea repetir algo así con la mayor celeridad posible.
Así dimos por concluida la jornada de pesca y emprendimos el camino de vuelta a
casa, en esa salida quedaran para el recuerdo mucha y variadas anécdotas, que
con cada salida realizada uno pretende incrementar porque no tienen precio, os
dejamos el vídeo que comentábamos líneas atrás y bajando el telón de esta
sesión os emplazamos a la siguiente, muchas gracias a los compañeros que
participaron en la jornada y que contribuyeron a que fuera digna de recordar,
hasta la próxima amigos de Snowman…….
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