Ahora que ha terminado los estudios y se encuentra en las
plenas bien recibidas vacaciones de verano, el amigo Miguelin dispone de mayor
tiempo para dedicarle a esta pasión que tiene por la pesca y que cada día va a
mayor, el pasado fin de semana fue el día escogido para hacer una escapada e
intentar sacar algún ejemplar de la zona. Bien temprano ya se encontraba
pateando la orilla en busca del lugar que escogería para la sesión, atendiendo
no solo a la zona que viese con más posibilidades, también aquella con buena
sombra con vistas a cobijarse cuando abriese la mañana y el sol picase de lo
lindo, una vez elegido el lugar tocaba montar el equipo y cebar la zona.
Con ayuda del cohete cebador, de un tirachinas y un cobra,
fue cebando la zona que le gusto y en la cual lanzaría sus cañas con una mezcla
de semillas pequeñas que fue proporcionando y recebando a lo largo del día,
unos micropellets fantásticos de superbaits que dejan una cama de partículas
espectacular entorno a nuestro anzuelo, todo un batiburrillo de sabores, unas
bolas de engodo y un puñado de boilies.
Con la zona ya cebada y el equipo a punto, solo faltaban los
bajos para terminar, las mallas de pva que darían el último toque al bajo ya estaban
preparadas del día anterior y a falta de colocarlas a lo largo del bajo, para
el cebo de anzuelo se decantó por maíz natural levantando ligeramente el
montaje gracias a la ayuda de un maíz flotante, y un surtido de bolas caseras,
el compañero también ha sucumbido al encanto de los chato’baits que le están
dando muy buenos resultados y se llevó unos cuantos sabores para probarlos,
tanto dulces como salados.
El día despertó algo fresco debido a la existencia de algo de
aire que enseguida se tornó en un sol brillante que dejaba la sensación de un
bochorno considerable, llevaban las cañas poco tiempo en el agua cuando
enseguida se producía la primera picada, se trataba de un pequeño ejemplar de Channel
Catfish que sucumbió a una bola salada y que a pesar de no ser una pieza de
gran porte supuso pasar un rato entretenido mientras llegaba hasta la sacadera,
casi no dio tiempo para hacerse la fotografía cuando otra de las cañas se
arrancaba, una carpa se había zampado una ristra de maíz y se convertía en la
segunda captura del día haciendo disfrutar a Miguelin.
Animado por la actividad del pez y los continuos saltos,
además de las picadas ya cobradas, se dispuso a cebar ligeramente la zona
buscando llamar la atención de nuevas capturas a la vez que tenía el propósito
de que el pez que ya estaba en el cebadero no se moviese de ahí, y no tardó
mucho en darle resultado la maniobra repitiendo la misma jugada de minutos
antes, nuevamente otro Channel Catfish caía al igual que su antecesor rendido a
un chato’baits de pescado y otra carpa a la ristra de maíz.
Las temperaturas ya habían subido considerablemente y si no
era por alguna picada o para recebar, había que huir de la orilla y buscar agazaparse
bajo la sombra de algún árbol e ir hidratándose a menudo, aparte de eso, la
pesca estaba dando la cara y las picadas se sucedían, algunas se desclavaban
enseguida y otras cuando ya estaban cerca de la orilla, no obstante otras
muchas conseguían llegar a la moqueta, como éstas dos piezas que sumo Miguelin
a su casillero, dos carpas sanas y luchadoras engañadas con maíz y con un
chato’baits de banana.
Llegaba la hora de comer y con ello el poder recobrar fuerzas
para afrontar la tarde con garantías, fueron unas horas de auténtico sofoco e
inactividad del pez lo que aprovecho el amigo para tumbarse a la vera de un
buen árbol para reposar la comida y poner en orden los pensamientos, pasadas
unas horas y volviendo a percibirse actividad en el agua con saltos y burbujeos
volvieron a producirse las picadas, en poco tiempo el compañero se hacía con
dos nuevas capturas, se trataba de carpas muy similares a las obtenidas
anteriormente y que pelean a más no poder, lo que siempre gusta y se agradece,
esta vez se decantaron por chato’baits de mantequilla y piña respectivamente,
de momento las bolas estaban dando la cara y no había sabor probado que no
hubiera obtenido alguna captura.
No quedaba mucho tiempo para dar por finalizada la sesión,
por lo que había que aprovechar hasta el último instante con la intención de
aumentar el número de capturas obtenido hasta el momento todo lo que fuera
posible, por suerte acompañó la fortuna y las picadas continuaban
produciéndose, una carpa llegaba hasta la sacadera tras hincar el diente a la
ristra de maíz mientras un nuevo ejemplar de Channel Catfish chupeteaba el chato’baits de
pescado, bola con la que se habían sacado todos los mininos y que por tanto
había dado un rendimiento más que notable.
La sesión había cumplido las expectativas, Miguelin hacía
tiempo que no había podido salir a pescar por los estudios y diferentes
compromisos y en este día en el que solo disponía de unas horas tenía la
ilusión de que fuera fructífero y que al menos paliase ligeramente las ganas de
hacer una buena jornada de pesca con los compañeros del club, mientras llega
ese momento estas escapadas exprés son perfectas para matar el gusanillo y
poder estar unas horas al aire libre desconectando de la rutina diaria y
practicando una afición que tanto nos gusta, Miguelin obtuvo una nueva captura
mientras recogía las cañas y se despedía hasta otro día, enhorabuena por la
jornada y las capturas y seguro que dentro de poco organizamos alguna buena,
hasta la próxima……..
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