Casi sin dejarnos tiempo de
respiro y acumulándonos el trabajo, el maestro Revi no hace más que traernos
nuevos relatos, el suertudo encadena una sesión tras otra. En esta ocasión ha
estado muy poco tiempo pescando, pues quiere probar suerte en varios puntos que
ha estudiado y considera que pueden darle más de una alegría, por ello ha
dedicado su tiempo al pertinente bicheo del lugar, ya tenía los anzuelos bien
afilados y el cubo de las mallas de pva hasta arriba, el buen previsor siempre
tiene que tener el equipo en estado óptimo y reservas preparadas por si surge
una salida repentina.
Como organizándose hay tiempo
para todo, decidieron echar las cañas un rato por la mañana. Bien
temprano Revi ya estaba en pie, tanto él como el amigo Juanan que nuevamente lo
acompañaba en esta ocasión, todos los trastos en el coche y marchando a la orilla
que para después es tarde. Iban a probar suerte y solo estarían unas pocas horas,
enseguida tenían las cañas montadas, el lugar ligeramente cebado con algo de grano, y los
montajes depositados ya en el agua con la correspondiente malla de pva.
Después de algunos toques
fallidos, pudieron llevar a la moqueta unos cuantos peces, una vez más y como
rutina en los últimos meses, volvía a sonreírles la buena suerte, el buen hacer, o ambas cosas, pero el caso es que seguían
esquivando el temible bolo, ya van unas cuantas sesiones fructíferas y suma y
sigue.
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