domingo, 18 de noviembre de 2012

II Encuentro Carpfishing Mequinenza (CRONICA)

CRONICA DE UN ENCUENTRO...

SEGÚN SNOWMAN CARPFISHING.

Habiendo acabado ya el II Encuentro Carpfishin Mequinenza y los frenéticos, pero maravillosos días que allí hemos pasado, es el momento de contar el devenir de este evento, centrándonos más en lo acontecido en la zona que Snowman Carpfishing coordinaba.
La novedad de este Encuentro era la de asignar la coordinación de las distintas zonas de pesca a diferentes grupos, clubes y webs, cuyos miembros se encargarían del buen funcionamiento en un sector que tendrían asignado, ayudando a los participantes en todas las dudas que durante el mismo les pudieran surgir. Los sectores de pesca fueron divididos en cuatro zonas que quedaron adjudicadas de la siguiente manera:
FUENTICAR. Los Madrileños de este grupo han sido los encargados, desgraciadamente, de coordinar la zona menos productiva de todo el encuentro; el Refugio. Los participantes a los que el azar les hizo estar en esta zona lo tuvieron muy difícil, aunque me consta que hicieron un gran trabajo para haber podido conseguir un gran resultado, pero cuando las condiciones no acompañan, el buen trabajo, si no está acompañado de un poco de fortuna...
CATACARP. Estos tipos saben bien lo que hacen, y se encargaron de la zona denominada Camino de la Presa. Esta fue una de las zonas más productivas de todo el encuentro, donde el equipo Catalán dio buena cuenta de un buen número de carpas durante estos días, y también fue allí donde se consiguió el pez más grande del encuentro, un siluro de 2,10m que salio la primera noche en el puesto de David García, Xavi Casas, Jordi Iglesias, Pere Circuns y Gemma Guardiola, quienes tras una tremenda pelea llevada a cabo desde embarcación, hicieron besar la lona a este coloso.
La zona SILVER-CARP. El grupo Madriñelo coordinaba la Curva y ambos lados del puente, un buen sector de capturas aunque con desigual suerte según el lado del puente en el que estuvieran los participantes. Esta fue otra de las zonas productivas del encuentro con un buen número de carpas, además de la carpa más grande del evento, una preciosa y gran común de más de 21kg de peso que engañaron el grupo formado por los fenomenales pescadores; David Morcillo, Alberto Rubio y Julio José Miguel.
Y por supuesto… la zona de la Mina, en la que los Castellano Manchegos del Club SNOWMAN CARPFISHING estuvieron al quite de cualquier necesidad que se les presentara a los participantes que allí les había llevado la suerte.
Sabíamos que el II Encuentro Carpfishing Mequinenza era un evento esperado por muchos pescadores de toda España, y más teniendo en cuenta que en esta edición se había conseguido permiso para pescar durante la noche y montar los refugios, motivo este por el que mucha gente se sentiría más atraída. Pero cuando a tan solo un mes de la celebración del encuentro las inscripciones no estaban aún disponibles, poco hacía sospechar que al encuentro acudieran de diferentes zonas de España casi un centenar de aficionados al carpfishing para tomar parte de este evento, que parece ir por el camino de consolidarse como el evento más importante del carpfishing en el panorama nacional, ¡y quien sabe!… si en el futuro, también se convierte en una referencia del carpfishing internacional.
II Encuentro Carpfishing Mequinenza.
Al amanecer del jueves habíamos aterrizado en Mequinenza y nos encontrábamos tomando café el Citron Blue, con unas indisimulables caras de cansancio y agotamiento por el largo viaje. Pero los desencajados rostros desaparecieron mientras saludábamos a los participantes y buenos amigos que iban llegando, y entre saludos y efusivos abrazos terminamos por olvidar la paliza de carretera que nos habíamos metido para asistir al encuentro.
Ya sentados junto a los compañeros con un café en la mano, se tornaba inevitable hablar de pesca con ellos, sobre todo sabiendo que todos son grandísimos pescadores con mucha experiencia a sus espaldas.
Estuvimos contándonos las batallitas que habíamos vivido desde la última vez que nos vimos, enseñándonos fotografías de esa captura tan especial que habíamos conseguido en un determinado lugar, para seguir conversando y preguntando por nuestras situaciones personales, familiares y profesionales, en definitiva, conversaciones de amigos que empezaron siéndolo por medio de una afición común (el carpfishing), y que han terminado, gracias a eventos como este encuentro, fraguando una fuerte y sincera amistad.
Verdaderamente me lleno de melancolía mientras escribo estas líneas, pero pensándolo más fríamente, comprendo que a los amigos que no vea durante el tiempo que queda hasta el III Encuentro Carpfishing Mequinenza, los veré allí, en ese mismo lugar el próximo año.
Pero vamos al tema que me lío…
Tras el merecido desayuno, la tertulia con los compañeros y haber recibido las instrucciones y el puesto asignado de parte de Gabi, la cabeza (y que cabeza), visible de la organización para todos nosotros, nos despedimos con un hasta luego de toda la gente que no paraba de llegar al centro de reunión, y dirigimos nuestro pasos hasta la tienda Vabarian guiding fishing, una de las empresas de guía y alquiler de equitación líderes en la zona, ahí nos esperaba Markus, otro de los responsables que este evento sea posible. Tras los pertinentes saludos con Markus, nos hizo entrega de los cebos que nos tenía reservados y nos condujo hasta el embarcadero para adjudicarnos las “naves” que utilizaríamos durante el encuentro.
Nuestro destino… la Mina.
Un camino de más de 30 minutos de navegación durante el cual pudimos disfrutar de la majestuosidad del embalse de Ribarroja y la belleza de su entorno. El cansancio había desapareció como por arte de magia cuando arrancamos los motores y pusimos rumbo a la Mina. Por el camino, pudimos ver varios pescadores que trataban de engañar a las carpas desde sus embarcaciones, y también, a lo lejos, vimos a los primeros participantes que se estaban instalando en la zona del refugio.
Que sensación de soledad, abandono y vacío cuando por fin tomamos contacto visual con la zona de la Mina, lo primero que llena mis ojos es la inmensa masa de agua a la que nos tenemos que enfrentar, y tras ella, la enorme montaña que identifica la zona. Pero no soy virgen en esta zona, y tras la primera impresión me invaden la mente los gratos recuerdos de las situaciones vividas el año pasado en ese mismo escenario, por lo que la emoción y la ilusión se apoderan de mí.
El puesto que el azar había hecho que me tocara era… el número siete, puesto que compartiría con Carlos Roque, Carlos García, Mayte Cendrero y el pequeño Carlos. En el puesto número tres se instalarían los compañeros Carmelo Vozmediano Rodilla, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel Flores, capitán de la barca que había navegado junto a mi.
PREPARACIÓN DEL PUESTO.
Teníamos suficientemente clara y definida la estrategia que emplearíamos, ya que nuestra intención en este escenario es la de atraer y pescar un gran siluro. Las tareas se complicaban debido al incesante viento que azotaba la zona, y que nos hizo emplear más de dos horas para sondear la zona. Aun acuciados por la ventisca, conseguimos marcar varios puntos que a nuestro parecer resultaban interesantes.
Identificamos con boyas marcadoras la línea de árboles sumergidos que flanquean el antiguo cauce del río, una zona que los peces frecuentan habitualmente en la que sin duda queríamos disponer uno o dos montajes en sus inmediaciones.
Una vez marcados los spot en los que pescaríamos, subimos a la barca el grueso del cebo con el que contábamos y realizamos un primer cebado… ¡a discreción!, arrojando a los spot más de 150kg de cebo de diferente naturaleza, siendo la semilla el cebo con mayor presencia en este primer cebado. Nuestra idea era crear una zona atractiva para los grandes glanos, ya que teníamos la información y el consejo de avezados pescadores de estos grandes gatos.
Y con el grueso del cebado de atracción realizado, debíamos diversificar nuestras posibilidades de pescar, por lo que buscamos dos zonas alejadas del cebadero principal donde ubicar dos de las cañas de las que disponíamos, las cuales cebaríamos con boilies de piña y ácido butírico que tan buen resultado nos dio en la anterior edición del encuentro. Estas cañas en principio estarían destinadas a capturar carpas, pero sin desestimar la posible picada del siluro a estos cebos, ya que por nuestra experiencia sabemos que gustan… ¡y mucho! de estas bolas de Carp Zone.
Nos habíamos comido gran parte del día en las tareas de sondeo, marcado y cebado del puesto, y aún nos quedaba sacar las líneas hasta los puntos que habíamos elegido para presentar los cebos. Esta labor la habíamos terminado hacia las cinco de la tarde, hora en la que nos dimos el placer de tomar unos aperitivos sentados bajo el refugio mientras observábamos como el viento iba amainando.
El ocaso había dejado la superficie del agua muy tranquila, y el molesto oleaje que habíamos sufrido durante la mayor parte del día había desaparecido. Pero esta calma de la que estábamos disfrutando…traería consecuencias.
DESPUÉS DE LA TORMENTA.
Como reza el refrán, “después de la tormenta siempre llega la calma”. Y vaya si fue así, tuvimos unas horas estupendas tras el vendaval que habíamos sufrido, y la calma del momento invitaba a albergar esperanzas de tener una noche con alguna captura, pero… cuando la penumbra del ocaso dio paso a la oscuridad y el negro silencio de la noche, todo cambió-.Aunque antes del brusco cambio tuvimos la feliz noticia de las primeras capturas conseguidas en la zona de Silver-carp y en el sector de Catacarp, en esta última la captura se trataba de nada más y nada menos que de un siluro de 2,10m, ¡fascinante como había empezado el encuentro!. Estas nuevas nos embriagaron de optimismo para esa noche, y más aún, cuando en el silencio de la oscuridad podíamos oír los saltos de algunas carpas y el coletazo de algún siluro por la zona y las inmediaciones del cebadero que tan concienzudamente habíamos preparado.
Esta era la noche del descanso, y todos los participantes que estábamos allí habíamos trabajado mucho ese día para tenerlo todo a punto antes del atardecer, y ya el cansancio de los participantes era notorio en todos los puestos, así, que todos nos dispusimos a descansar aprovechando la calma que se respiraba en el ambiente, ¿y por que no?, a soñar con el silbido de la alarma retumbando en la tienda mientras marca la picada de un gran pez.
-Nada hacía presagiar cuando fuimos a dormir que la apacible noche de la que creíamos íbamos a disfrutar, nos sobresaltaría de madrugada a consecuencia de las algas que venían flotando arrastradas por la corriente y que hacían sonar algunas alarmas cuyas líneas habían capturado en su interior. Hubo que retirar algunas líneas que habían sido atrapadas por la maraña de alga, que empezaron a aparecer como dispersos cúmulos flotantes que se convirtieron en enormes manchas herbáceas que flotaban a la deriva por todo el sector, acumulándose frente a los pesquiles de los participantes que tuvieron que retirar todas las líneas del agua para el resto de la noche.
DESASTROSO VIERNES.

El despertar del viernes no pudo ser más funesto para todos, ya que pudimos comprobar con la luz de amanecer la gran cantidad de líneas que las algas nos habían hecho retirar, y por consiguiente, desaprovechar unas horas en las que sabíamos se centraba la mayor parte de la actividad diaria, duro golpe para todo el sector tras una noche infructífera. Desgraciadamente habíamos perdido el 50% de la noche y todo el amanecer por culpa de las algas, pero sin pararse a lamentaciones, todos los participantes iniciaron las maniobras de recolocación de las líneas en sus spot.
Nosotros en el puesto siete y los otros compañeros de Snowman en el puesto tres, compartíamos la estrategia de cebado desde el inicio, y antes de recolocar nuestras líneas decidimos hacer un recebado de la zona a pesar de no haber obtenido captura alguna durante el día anterior, pero lo teníamos claro, ¡buscábamos siluros!.
PIPIPIPIPIPIPIP… No, no es una picada, es un aviso de mensaje de whatsapp, medio por el cual nos manteníamos en contacto e intercambiábamos información de todo lo que acontecía en los distintos sectores del Encuentro. Recibimos la noticia de la captura de una carpa durante la noche en el puesto de la Isla verde donde se encontraban Raúl López, Inmaculada Ochoa, Rubén Vaquerizo y Marisol Sánchez, los cuales tuvieron el acierto de encontrar y hacer picar la carpa, y la suerte de llevarla a la sacadera, ya que luchaban contra un escenario especialmente difícil por la gran cantidad de árboles sumergidos que oculta, circunstancia que aumenta exponencialmente las posibilidades de perder los peces entre tanta cobertura arbórea.
Felices al conocer la captura realizada esa noche en el puesto de la isla verde, nos dispusimos a descansar un tiempo mientras hacíamos una visita a los compañeros del sector.
OTRA VEZ EL VIENTO.
La meteorología volvió a azotarnos al poco tiempo de haber terminado de colocar las líneas que tantas horas habían pasado en dique seco, y el fuerte viento procedente del suroeste nos devolvió a nuestras compañeras de sesión… “las algas”, que hacía escaso tiempo habíamos visto pasar parsimoniosamente por delante de nuestros puestos. De nuevo esta circunstancia nos obligaba a retirar las líneas y esperar el paso de las malditas algas que esta vez, empujadas por el fuerte viento, se deslizaron veloces por todos los puestos desapareciendo de la zona rápidamente.
Marcaban las agujas del reloj las cuatro de la tarde cuando por fin volvimos a tener los montajes en posición de ataque cuando… ¡Una captura!, ¡genial!, se había producido en el puesto tres, el ocupado por los miembros del club Snowman Carpfishing, Carmelo Vozmediano Rodilla, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel Flores, habiendo conseguido una preciosa carpa común de unos 12kg de peso que engañada con una presentación de pellets con un boilie de cangrejo y asafoetida. Captura esta que tras el sufrimiento y frustración de tanta pelea contra las algas, nos levantaba enérgicamente el ánimo a todos los participantes que allí estábamos.
Noticias frescas de la zona de Silver-carp, concretamente en el puesto de la carretera sumergida donde han conseguido una carpa, ¡y qué carpa!, 21,250kg de fuerte, sana, hermosa y bien fotografiada común, que sin duda les dio una estupenda alegría a este fantástico grupo de amigos. Bueno, bueno, bueno… parece que el evento está animado en capturas, solo esperamos tener también suerte en esta zona, para contribuir al engorde del número de capturas del encuentro.
Con esta noticia y el ocaso, amaina el viento y la calma volvió al sector que coordinábamos. Con ella llegó a verse algo de actividad en la zona que nos animaba a pensar en futuribles capturas, pero también teníamos el convincente miedo que sucediera lo mismo que la noche anterior, y las algas retornaran por donde se habían ido esta misma tarde para volver a causarnos problemas.
 
La noche transcurría tranquila y no parecía que las algas nos fueran a importunar. Hasta que hacia las cuatro de la madrugada empezaron a sonar tímida, aleatoria y descontroladamente las alarmas de muchos de los puestos, ¡ya están aquí!... las algas habían vuelto y esta vez con refuerzos y más virulentas que en las ocasiones anteriores, haciendo que besaran el suelo a algunos trípodes.
Bajo la tenue luz de la luna podíamos apreciar el reflejo de las enormes manchas que iban arrastrando sin compasión todas las líneas del sector, y en medio de la frustración general, nos resignamos y volvimos a retirar las líneas del agua, otra vez…
Al menos, recibimos la alentadora noticia de una captura en el puesto número uno, lugar ocupado por Álvaro Medina y los hermanos Rubén y Javier Bernal, el equipo de participantes más joven de los que se encontraban en la zona de la Mina. Estos avezados chicos habían conseguido capturar una carpa común de más de 14kg en un tiempo record, ya que se habían instalado en el puesto hacía pocas horas. Pero también a ellos les llegó la necesidad de retirar las cañas por culpa de las algas, y el sector quedó totalmente huérfano de líneas en acción de pesca hasta la mañana siguiente.
AMANECER DEL SÁBADO.
De abatimiento y desolación se podría decir que eran nuestros sentimientos cuando con las primeras luces del alba pudimos ver el desaguisado que las algas habían causado durante la noche y, como si se estuvieran mofando de nosotros, ahí estaban, imperturbables ante nuestros ojos y cómodamente instaladas, sin prisa por retirarse.
Y así, igual que el viernes, comenzaba otro día más de infortunios. Otra vez más de lo mismo, nos pusimos a preparar las artes mientras esperábamos con impaciencia el paso de la procesión de las islas flotantes que nos impedían devolver los montajes al agua para intentar engañar a esos peces que aún no sabíamos si se encontraban dentro de los cebaderos, ya que la situación que nos habían deparado las algas no nos había permitido realizar la pesca que hubiéramos deseado.
Mientras esperábamos que se apartasen las densas algas capaces de transportar cualquier tipo de cosa, aprovechamos el tiempo para comernos un consistente desayuno preparado por Carmelo, en compañía de Gabi, Enric y Miguel, los cuales cayeron rendidos ante las dotes culinarias del maese cocinero. Y entre bocado, bocado y trago de buen vino, íbamos encumbrando al chef y maldiciendo los resultados que estábamos obteniendo en la zona, lo único que nos hacia cambiar la cara, a parte de las buenas viandas que había sobre la mesa, eran las noticias que recibíamos de nuevas capturas en la zona del camino de la presa y en la del puente, las cuales estaban coordinadas por Catacarp y Silver-carp respectivamente, los dos sectores donde se estaban produciendo el grueso de las capturas del encuentro.
 
Durante este tiempo… el trabajo seguía en la Mina.
Algunos compañeros pudieron reponer sus líneas a lo largo de la mañana, pero en el siete, puesto en el que nos encontrábamos, habíamos rebasado el medio día cuando aún no habíamos terminado de recolocar todas las cañas. Al finalizada esta labor, nos dimos un merecidísimo descanso junto a un aperitivo y una refrescante bebida antes de dirigirnos a preparar la paella que compartiríamos junto a los organizadores y coordinadores del encuentro en los bungalows de Bavarian, momento y lugar donde estuvimos hablando de cómo se estaba desarrollando el encuentro y comentando posibilidades de cambio y mejora, que ya es difícil, para el que será el III Encuentro Carpfishing Mequinenza.
Durante la charla de sobre mesa, los chicos de Fuenticarp recibieron la comunicación de la que sería la segunda, y desgraciadamente, la última captura que se conseguiría en el sector que coordinaban, la zona del Refugio.
Terminada la comida y de regreso a la mina, realicé una visita al puesto de la isla verde para llevarme la desagradable noticia de un pez perdido durante la noche entre los innumerables árboles que esconde la zona bajo el agua, y salvo esa captura frustrada, aquí también seguían la tónica del resto de participantes que se encontraban en el sector de la Mina.
Me sorprendió gratamente el estado del embalse cuando llegué a mi puesto, parecía mentira que tras haber presenciado el ir y venir de las algas y las fortísimas rachas de viento, la zona se encontrara en calma chicha y… ¡sin algas a la vista!. Increíble, ante mi se encontraba la situación que había estado esperando desde el jueves que arribamos a la zona y… ¡voila!, allí estaba, las condiciones idóneas se presentaban como un espejismo ante nuestros incrédulos ojos.
Transcurría la tarde y las buenas condiciones del escenario no variaban, la situación se presentaba inmejorable para poder, al menos, mantener las cañas en el agua durante toda la noche, pero… quien más aprovechó estas condiciones fue el pequeño Carlos, que dio buena cuenta de un buen número de alburnos.
Empezaba a caer la tarde cuando una de las alarmas en nuestro puesto deja escapar tímidamente una aguda nota, se comienza a repetir varias veces y cada vez menos espaciadas entre una y otra. Nos miramos unos a otros, agudizamos el oído, fijamos nuestros ojos en el péndulo, miramos el movimiento de la puntera de la caña, oteamos la superficie en busca de algas que pudieran haber capturado la línea y… ¡es picada!. Rápidamente la caña asida con firmeza para clavar, y tras recuperar un centenar de metros de línea casi sin oposición el pez se clava bruscamente por primera vez cuando faltan unos setenta u ochenta metros hasta la orilla, aguantando con fuerza la embestida del animal nos disponemos a embarcarnos para salir en su busca, cuando… -no arranques el motor, se ha soltado. El pez se había desanzuelado mientras nos preparábamos sobre la barca para ir a buscarlo. Pero este desventurado contratiempo no nos desanimó, al contrario, nos insufló una buena bocanada de ánimo al ver que habíamos clavado un pez, algo que nos alentaba a pensar que si la situación se mantenía podríamos tener más oportunidades durante la noche.
Y la noche se mantuvo calma y serena, pero demasiado tranquila.
Durante la madrugada comenzó la lluvia (para facilitarnos la tarea de desmontar el campamento), y además por desgracia, no se había producido ninguna captura durante la que pensábamos que sería “la noche de la Mina”, y las dos únicas oportunidades de haber conseguido algún pez más en la zona se desvanecieron en la madrugada cuando tanto en el puesto tres como en el uno se les fueron sendas carpas que les habían hecho madrugar. Para el resto de participantes que allí nos encontrábamos la noche había sido de descanso total, levantándonos como nos habíamos ido a la cama, con la esperanza de oír gritar de miedo a una de nuestras alarmas por la brutal huida de un siluro. Pero no pudo ser, así que, resignados recogimos todos nuestros bártulos y pusimos rumbo a la mini feria que nos tenía preparada la organización antes de celebrar la tradicional foto de grupo, para la que nos reuniríamos todos los participantes del II Encuentro Carpfishing Mequinenza.
Tras la foto familiar, todos a comer entre un extraordinario ambiente de carpistas, y después la ingesta, el sorteo del diverso material que los sponsors habían donado para tal fin, destacando durante el acto la entrega de un meritorio reconocimiento a Eric Torres por ser el pescador con la captura de la carpa más grande durante el año en curso, con una impresionante royal de 31 kilos pescada en este mismo escenario.
No puedo terminar este relato sin hacer alusión a los organizadores por su excelente trabajo y gran esfuerzo realizado para que este II Encuentro Carpfishing Mequinenza haya sido posible.
A los miembros de los clubes, grupos y webs coordinadores de las diferentes zonas de pesca, por la importante labor que han desempeñado a lo largo del encuentro. Y por su puesto… mención especial para todos los que han participado de esta formidable experiencia, porque somos nosotros, todos los que asistimos al encuentro, los que hacemos posible que este evento siga adelante y creciendo con cada edición, convirtiéndose en el acontecimiento más importante de Carpfishing en el panorama nacional. ¿Y quién sabe?, igual en unos años estamos hablando del “Encuentro Internacional Carpfishing Mequinenza”.
Y por su puesto, especial referencia a la familia formada por todos los participantes que hemos estado en esta… “odisea en la Mina”.
<El puesto 1, conRuben y Javier Bernal junto aÁlvaro Medina y los sufridospadres que les hacen gustosos de choferes.

A la derecha, los amigos José Henares, David Sanchez y Ana Fernandez que ocupaban el puesto número 2.
 
<En el puesto 3 tenemos a parte del equipo Snowman Carpfishing, concretamente a Carmelo Vozmediano, Carmelo Vozmediano Bueno y José Miguel Flores, que formaron un equipo compenetrado a la perfección, donde cada uno tiene su cometido.
Desgraciadamente y muy a mi pesar, no dispongo de la fotografía de los compañeros que se instalaron en el puesto número 4; Carlos Millanes y Jorge Gallinat. Disculpad chicos por no tener vuestra foto en el puestos.
 
 
 
<En el 5 se encontraban unos buenos amigos, Pedro Biel y Alejandro García. Unos tíos de los que no puedo decir nada más que son maravillosos.
A la derecha y con el puesto 6, los extremeños David Gonzalez y Francisco Naharro, buena y gente y buenos pescadores.
< Aquí tenemos al amigo Ciprian Antinie acompañado de Radu Terinte y Ionut Andrei en el puesto 8, todo unos artistas.
En la instantánea de la derecha tenemos el puesto 9, ocupado por otros Extremeños; Waldo Luis García, Jose Antonio García y Pedro Manuel Sanchez, formando un excelente equipo.
 
<Un puesto perteneciente a la coordinación de la zona de la mina, pero apartado y denominado como la Isla verde, estaba ocupado por; Raúl Lopez, Inma Ochoa, Rubén Vaquerizo y Marisol Sanchez. Otro equipazo de los que formaban el grupo minero.
 
 
 
 
 
Se que falta el puesto númeo siete, pero ese es el puesto del que suscribe, y como pasa en la casa del herrero... que los cuchillos son de palo. Tan centrado estuve en hacer las fotos de los compañeros en sus puestos, que no me acordé de que alguien nos hiciese una en el nuestro, por lo que he tenido que echar mano de una foto realizada por el amigo Perico en la que aparecemos los cinco integrantes de este puesto; Carlos Roque, Carlos García, Mayte Cendrero, Carlos García Cendrero y yo mismo, Jose Luis Mata.
Aquí termina por fin la pesada crónica que hemos realizado desde Snowman Carpfishing, en la que esperamos que haya quedado bien reflejado como hemos vivido el encuentro, pues esa ha sido nuestra intención.
COMO EPÍLOGO
Se trata de la narración de cómo hemos sentido, vivido y disfrutado un evento en el que realmente se define uno de los pilares de una modalidad en la que prima la colaboración entre aficionados como es el Carpfishing. Buen ambiente, compañerismo y participación comunitaria por parte de todos los asistentes, organizadores y coordinadores que han conseguido, como era de suponer, que la pesca haya pasado a un segundo plano en un evento en el que se ha conseguido capturar un total de 38 peces que hicieron un total de peso de 514kg repartidos en 36 carpas entre 6 y 21,250kg, y 2 siluros que dieron un peso 70kg el más grande y 15kg el pequeñín, promediando las carpas una media de 11,92kg de peso.
Sin duda, un acontecimiento memorable para todos los que disfrutamos de la pesca compartiendo, ayudando, aprendiendo y haciendo amigos.
Y para finalizar... una imagen que el próximo año será con la barca mirando en dirección contraria, dirigiéndonos hacia el puesto que nos asignen.
A TODOS LOS QUE ESTUVISTEIS EN EL ENCUENTRO… muchísimas gracias por haber compartido estos días con nosotros  y haber hecho de este viaje una experiencia inolvidable.
 
PARA LOS QUE NO ESTUVISTEIS... gracias por haber aguantado la lectura hasta aquí, y espero que este relato os anime para participar de este evento en su próxima edición.
 
¡NOS VEREMOS EN EL III ENCUENTRO CARPFISHING MEQUINENZA!.
 

SEGUIMOS TRAS EL CHANNEL

En esta ocasión, el compañero José Miguel nos ha enviado la foto del channel más destacado de los que ha conseguido sacar en esta sesión tras este pez, y ha comentado la perdida de uno de estos gatos de gran tamaño en el momento de ensalabrarlo.
La activida de este pez disminuye a la vez que baja la temperatura, por lo que nos queda cada vez menos tiempo para hacernos con uno de los grandes antes que llegue la casi inactividad del Ictalurus punctatus.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Sesión en Alfarofía


Hace dos meses, 4 miembros del club pudimos disfrutar de una sesión de pesca de 5 días en Alfarofia,  un pequeño lago ubicado en la localidad portuguesa de Elvas, a escasos 5km de Badajoz.

Ya habíamos estado en otras ocasiones en el lugar, y con buenos resultados, sacando algunas capturas cercanas a los 20Kg, y como disponíamos de unos días de vacaciones preparamos una escapada con la máxima ilusión de poder disfrutar de una buena jornada de pesca.
Llegamos bien temprano, teníamos reservados los puestos 5 y 6 del lago, preparamos todo y nos dispusimos a tentar a las carpas del lugar.







Pese a que conocíamos ya los puestos y sabíamos donde queríamos pescar, sondeamos la zona y con la ayuda del barco cebador llevamos las líneas de nuestras cañas a las diferentes posiciones que considerábamos más adecuadas.


El cebado era muy ligero, pues el lugar esta muy frecuentado por pescadores durante todo el año, y entre que la zona no es muy amplia y el recelo de las desconfiadas carpas que saben latín, pues no era aconsejable realizar un cebadero muy copioso. Por ello optamos por utilizar algo de grano, muy poquito, y mallas de pva con el montaje, que entre otras cosas, tenían pellets de chufa que tan buenos resultados nos habían dado en otras ocasiones.






Recién llegados ya pudimos comprobar en propia persona, que íbamos a tener una sesión donde el calor iba a ser protagonista, hacia mucho bochorno, el calor era sofocante y daba la sensación de que no había ni un solo recoveco donde protegerse, por ello eran continuos nuestros viajes al bolso nevera, en busca de algo fresco que calmase tal ahogo, y a la ducha del lago para darnos un remojón de agua fría, pues una de las ventajas del lugar, además de la tranquilidad en la pesca, es que dispone de cuarto de baño y frigorífico.
Lo malo, no era tanto el calor que pasábamos, sino que no tardamos en darnos cuenta que tal temperatura afectaba al pez, las carpas estaban totalmente inactivas durante las horas de calor, buscando cobijo en las zonas más frescas del lago, de toda la sesión de pesca por más que lo intentábamos no obtuvimos ninguna picada durante el día, en ningún puesto del lago, no solo nosotros, incluso unos compañeros que estaban en otro puesto, aprovechaban durante el día para abandonar el lago y pasar el día visitando los lugares próximos, y no era hasta la caída de la tarde cuando regresaban para comenzar a pescar.
Todo ello nos restaba posibilidades de obtener peces, pues perdíamos muchas horas de pesca, ya que nos lo jugábamos todo a que picaran durante la noche, pero ya que estábamos allí no era momentos de lamentarse, las condiciones eran esas y había que intentar sacar el mayor provecho.
Ya teniendo todo el equipo montado, las cañas en el agua, solo era cuestión de que acompañase la suerte y esperar a que se produjese la tan ansiada primera picada.
Pegamos nuestras cañas a las eneas y utilizamos como no, las famosas chufas, un cebo que funciona muy bien en el lugar, no obstante siempre teníamos otras cañas con diferentes cebos que nos habían funcionado en otras ocasiones que habíamos ido, o cebos que queríamos probar y que tan buenos resultados nos habían dado en otros lugares.


Durante los 3 primeros días tuvimos numerosas capturas, pero no como pensábamos que serian, sacamos carpas entre 2-4kg y un buen numero que no superaban el kilo, algunas de ellas picando a 2 boilies algo que nos dejaba sorprendidos, nunca habíamos tenido picadas de peces tan pequeños, y resultaba molesto tener que sacar las líneas y volver a meterlas de nuevo.
Aún faltaban 2 días enteros de pesca, pero la cosa no iba por los derroteros esperados, el número de capturas no era malo, pero si su tamaño, entretanto pasábamos el día entre charlas, fantásticos guisos, dada la buena mano de Carmelete, refrescando la zona a base de cubos de agua para hacer la estancia más llevadera, y haciendo fotografías, algunas de ellas curiosas, como a las libélulas, era impresionante la cantidad que había, se posaban en cualquier sitio, y el compañero LuisFer puede dar fe de ello;

También logramos inmortalizar a un pajarito muy gracioso que revoloteaba por el puesto, era muy pequeño y activo y costó trabajo, pero al final con ayuda de los prismáticos y la cámara lo conseguimos, se trata de un tipo de oropéndola, no se ven en cualquier sitio, bonita foto la que hizo el amigo LuisFer;
Después de ciertas modificaciones y de darle muchas vueltas a todo para probar cosas diferentes, otras posiciones, sacar las líneas del cebadero, sacarlas de las eneas, cambiar los cebos, cambiar los montajes etc, nos decidimos a volver al plan inicial para afrontar nuestros dos últimos días de pesca, volvimos a pegar las líneas a las eneas, ya no cebamos más con grano, solo con la malla de pva y decidimos usar un engodo que llevábamos, queríamos intentar atraer al pez con el rápido aroma que desprende el engodo y a su vez no hacer una acumulación de comida en el lago, pues del propio movimiento del agua, y de los patos del lugar que trasteaban por la zona, las partículas se dispersaban, a su vez decidimos levantar los montajes con ayuda de maíz flotante o pop-ups.














Puestas ya todas las cartas sobre la mesa, solo quedaba esperar y cruzar los dedos, la espera se hizo más amena gracias a un piscolabis de padre y muy señor mio, unos cangrejos que habíamos cogido durante el día, y que el gran chef LuisFer nos preparó, al igual que unos riquísimos y fresquitos mojitos, ¡¡¡¡¡¡que bien entraban!!!!!!;





Y de repente, estando en el puesto y sin esperarlo, una de las alarmas empieza a sonar con fuerza, no se podía tratar de un ejemplar pequeño en esta ocasión, por la forma de sacar hilo del carrete, rápidamente el compañero se apresuró a llegar a la caña y clavar el pez, era una buena pieza, después de una bonita lucha, el avispado ejemplar del lugar se salió con la suya y consiguió resguardarse en las eneas, enseguida fuimos con la barca a intentar sacarla pero no puedo ser, el pez se soltó, no hubo suerte, pero el primer gran pez de la sesión había dado la cara, eso nos dio ánimos.
No tardaron mucho tiempo en volver a sonar las alarmas, en esta ocasión eran en las cañas del amigo José Domingo, que después de sacar tanto pequeñín, por fin acompañaba la suerte y daba la cara una hermosa carpa de 10Kg de peso;

La noche se empezaba a animar, ya llevábamos tres picadas y de peces de buen tamaño, pues en mi puesto después de haber estado luchando con un buen ejemplar se soltó estando ya próximo a la sacadera, una lastima.

Mientras una de mis alarmas se quedo sin pilas, y ya no tenía de repuesto, entonces pensé en acudir a nuestro amigo LuisFer que es todo un Macgyver, al comentárselo miró al suelo, miro arriba y ya tenía la solución, en un momento me hizo un apaño y lista de nuevo para sonar;
La siguiente captura no se hizo mucho de rogar, de nuevo otra picada, en esta ocasión en las cañas LuisFer quien logró engañar a una hermosa carpa de cerca de 10Kg







En unas pocas horas ya habíamos mejorado lo capturado en 3 días, y la cosa seguía prometiendo pues en mi puesto las alarmas avisaban de una nueva picada, tras el combate con el pez, logre meter en la sacadera una bonita carpa de 11kg, me gustaría haberos enseñado la pieza, pero teniéndolo todo preparado para la fotografía, tuvimos un fallo técnico y perdimos el pez y una sartén, en fin, anécdotas que recuerda uno con el tiempo y chascarrillos en posteriores jornadas a pie de orilla, debo deciros que con la ayuda de LuisFer la sartén pudo ser recuperada al día siguiente.
Esa noche, en ambos puertos, tuvimos más picadas de carpas menores, entre 7-9kg, y también inmortalizamos momentos muy bonitos con la caída o salida del sol.

Y llegados a este punto afrontábamos nuestro último día de pesca, para no variar la mañana la sobrellevamos como pudimos evitando el sol, el agua tranquila y sin ningún tipo de actividad, me imaginaba a las carpas abanicándose dentro del agua, el calor era sofocante, llego por fin la noche y con ella la última posibilidad de capturar algo, en el puesto de mis compañeros no acompaño la suerte, ya no volverían a sonar de nuevo las alarmas, en el mio, sobre la una de la noche tuve una picada que sacó bastante hilo pero recogiendo se desclavó, otra captura que se escapaba y con ella la idea de volver a sacar algo.
Pero afortunadamente estaba equivocado, sobre las cinco de la mañana, arranca a sonar una de mis alarmas, me pilló en un medio sueño, y fui mi padre el que me alertó de la picada, rápido salí de la tienda descalzo, alcance la caña y clave el pez, tiraba mucho más que las capturas anteriores, no era mal pieza, entonces tenía claro que esta no se podía escapar, faltaba mi foto con un buen pez, después del percance de la carpa y la sartén, y del resto de capturas que eran pequeñas, entonces no forcé la caña, pero el pez me llevaba hasta las eneas, estaba apunto de meterse, y entonces aguante la caña sin bajarla todo lo que pude, sabía que si llegaba hasta las eneas estaría perdida la pieza, fueron unos segundos de duda pero al fin el pez cambio la dirección y al poco tiempo estaba en la sacadera, eres una preciosa carpa de muy buen tamaño, quedaba poco tiempo para amanecer, la guardé en el saco y nos hicimos las fotos por la mañana;


 
No era mal broche para dar fin a  nuestra sesión de pesca, recogimos todo el equipo, nos pegamos una buena ducha fría y nos dispusimos a emprender el viaje de vuelta a casa.
Habíamos pasado unos días estupendos en compañía de buenos amigos, nos fuimos con la sensación de que las capturas no habían acompañado en el peso, y que el tiempo fue un factor clave que no jugó a nuestro favor, al estar durante todo el día sin picar perdíamos muchas horas de pesca, por ello consideramos que sería mejor elegir en futuras salidas otra fecha.

Sin más, debo decir que nos lo pasamos en grande, que seguro que en otra ocasión acompaña más la suerte y se sacan mayores piezas, pero que disfrutamos enormemente cuando nos juntamos los amigos para compartir esta pasión que tenemos, pues no podemos vernos tan a menudo como quisiéramos, y nos vamos con el convencimiento de que más temprano que tarde repetiremos experiencia……..
Para terminar os enseño un vídeo que ha montado el compañero LuisFer, de la anterior salida a Alfarofía, esta genial, espero que os guste;