lunes, 31 de diciembre de 2012
martes, 25 de diciembre de 2012
CEBOS PARA EL INVIERNO.
¿Que mejor forma para despedir el año que
realizando una sesión de pesca?... Sin duda que para los amantes del
carpfishing no puede haber mejor manera de disfrutar de las fiestas, vacaciones
o de esos días de los que merecidamente podemos disponer en esta época llena de
júbilo y buenos deseos de y para todo el mundo, que pasándolos junto a la
orilla intentando engañar algún buen ejemplar.
Y por supuesto, con afán de capturar algún
buen pez, me encomendé al buen espíritu del que se hace gala en estas fechas, y
algo menos espiritual y más material como los boilies de piña y ácido butírico,
los boilies de mulberry y boilies de maíz de Carp Zone. Boilies estos en los que deposito toda la
confianza en la mayoría de sesiones, ya que me han demostrado ser unos de los
cebos más efectivos, y en especial para la pesca en agua fría.
Ya se ha hablado mucho de los buenos
resultados que ofrece el boilie de piña y ácido butítico en diferentes y
variados escenarios de pesca, pero si hay una época en la que este boilie
destaca sobre otros cebos es ahora, época de bajas temperaturas en la que el agua
no presenta las mejores condiciones para que los atrayentes de los cebos
realicen efectivamente su función.
Otro cebo universal donde los haya es el maíz,
y Carp Zone con este boilie de maíz ha logrado un cebo que los peces aceptan
rápidamente como si se tratara de la presentación de la propia semilla del
maíz. Un boilie del que podemos decir que es más propicio para otras épocas
más cálidas de año, pero que también me ha demostrado ser efectivo como cebo de
anzuelo cuando este se presenta dentro de un cebado realizado con boilies que
ejercen mayor atracción, como el de piña y ácido butírico.
Tras esta sesión me ha sorprendido muy
gratamente el boilie de maíz, porque el de piña y ácido butírico sigue
demostrándome sus bondades según va pasando el tiempo y con el aumenta el
número de sesiones que realizo. Y cuando parece que ya no puede sorprenderme de
nuevo… ZAS!!! Otra nueva cualidad, y es que cuando un cebo es tan bueno y
efectivo como ha demostrado este, siempre queda un margen para la sorpresa, y
tras haber demostrado su efectividad con carpas y siluros, ahora se
muestra como uno de los mejores cebos para la pesca de los esquivos y
cautelosos barbos.
El otro boilie utilizado en esta sesión es de
nueva creación por parte de Carp Zone, Mulberry super sweet.
Para estas fechas de bajas temperaturas
siempre he confiado en boilies de aromas a frutos del bosque o frutos rojos, y
al principio estuve un tanto escéptico a la utilización de este boilie de
Mulberry, ya que anteriormente he estado utilizando otros cebos de este tipo
como el rose hip y el kg6, cebos con aroma a frutos rojos del bosque que para
mi gusto son la mejor opción para producir una atracción efectiva de los peces.
Pero como me gusta ir probando diferentes cosas, en este caso no iba a hacer
una excepción, y tras utilizarlo en diferentes escenarios he llegado a la
conclusión que es uno de los boilies que no faltarán en mi bolso de cebos para
las épocas frías donde la actividad de los peces es escasa.

Felices fiesta y mucha suerte en vuestras
sesiones.
viernes, 21 de diciembre de 2012
jueves, 13 de diciembre de 2012
PREPARANDO SALIDA PARA LOS BARBOS
Llegada ya la fecha y con el frio a las puertas, me encontraba con neviosismo y ansioso por ir a echar una sesión a los barbos.
Así, que teniendo referncias de años anteriores me dispuse a preparar lo necesario para intentar engañar a estos bellos y tímidos ejemplares.
Tras una larguísima semana, echando cuentas de donde, como y diversas preguntas que me surgían, fuí encajando cada una de mis ideas en un papel, para que llegado el día, me fuera más dificil olvidar alguna cosa, que me fuera necesaria en el campo.
Prepare algo de grano(maiz y trigo), muy pasado, es decir, super cocido, para evitar que los peces se saciaran con este alimento y se retiraran, al igual que unos kilos de cañamón con el mismo esmero que el resto del grano. Aproveche y mientras cocía todo, le fuí echando distintos aditivos, boilies y pellets que creí de gran ayuda para que el fin de semana fuera productivo.
Tras llegar a casa de trabajar y ya teniendo el coche cargado, salí como alma que pierde el diablo hacia Extremadura. Era tal el interés y las ganas que tenia de estar allí, que el camino se hizo largo.
Ya en Extremadura y tras cargar el carro con todo y cuando digo todo es todo, porque mira que llevamos cosas, cogímos la ruta hacia el puesto de pesca, que recientemente la semana pasada me había dado tiempo para ir a cebarlo y emprendí rumbo hacia el descanso, el disfrute y el antiextres... con la cámara de fotos bien cargada.
El disfrute y la emoción se hicieron con nosotros nada mas pisar el primer camino que nos trajo muy buenos recuerdos del año anterior. Ya era real, estábamos allí, con el coche lleno de barro, evaluando si el río, por donde debíamos cruzar, era factible y conseguiríamos pasarlo...
En poco mas de 40 minutos, estábamos ya allí, era nuestro sitio, estaba helando y había pesca en el cebadero.
Nos pusimos a montar el equipo con el mas sigiloso de los silencios, evitando el menor ruido posible, colocando con delicadeza y astucia los diferentes montajes y cebos en los que teníamos depositada nuestra confianza y con ayuda del barco, pusimos los cebos en el sitio escogido. Teníamos una cara de felicidad que era obvio las ganas y los recuerdos que afloraban tras los recuerdos de años pasados, picadas, carreras perdidas, los poker que nos marcamos dentro de nuestra tienda, por no decir aquellas maravillosas fotos!
Tras entrar en calor después de un buen café que preparamos para disminuir el frío y mientras la estufa hacía su trabajo, tuvimos el primer susto, ya que una de las alarmas sonó durante unos segundos, sin éxito.
No había marcado el reloj las 2 de la madrugada cuando un receptor no hizo salir corriendo hacia las cañas. Una preciosa picada hacía inalcanzable las cañas, a medida que nos acercábamos, el sonido del shimano soltando hilo y más hilo hacía aún más emocionante la carrera; cuanto más corríamos, más linea iba sacando.... Tras clavar el pez, rápidamente nos dimos cuenta que era un barbo, quizás no el que estábamos, pero si uno que satisficiera nuestra búsqueda. Fue Michell el que más disfrutó, pues fueron sus cañas las que le engañaron.
Así y sucesivamente fueron entrando distintos peces, también ejemplares muy bonitos de carpas.
Llegada ya la fecha y con el frio a las puertas, me encontraba con neviosismo y ansioso por ir a echar una sesión a los barbos.
Así, que teniendo referncias de años anteriores me dispuse a preparar lo necesario para intentar engañar a estos bellos y tímidos ejemplares.
Tras una larguísima semana, echando cuentas de donde, como y diversas preguntas que me surgían, fuí encajando cada una de mis ideas en un papel, para que llegado el día, me fuera más dificil olvidar alguna cosa, que me fuera necesaria en el campo.
Prepare algo de grano(maiz y trigo), muy pasado, es decir, super cocido, para evitar que los peces se saciaran con este alimento y se retiraran, al igual que unos kilos de cañamón con el mismo esmero que el resto del grano. Aproveche y mientras cocía todo, le fuí echando distintos aditivos, boilies y pellets que creí de gran ayuda para que el fin de semana fuera productivo.
Tras llegar a casa de trabajar y ya teniendo el coche cargado, salí como alma que pierde el diablo hacia Extremadura. Era tal el interés y las ganas que tenia de estar allí, que el camino se hizo largo.
Ya en Extremadura y tras cargar el carro con todo y cuando digo todo es todo, porque mira que llevamos cosas, cogímos la ruta hacia el puesto de pesca, que recientemente la semana pasada me había dado tiempo para ir a cebarlo y emprendí rumbo hacia el descanso, el disfrute y el antiextres... con la cámara de fotos bien cargada.
El disfrute y la emoción se hicieron con nosotros nada mas pisar el primer camino que nos trajo muy buenos recuerdos del año anterior. Ya era real, estábamos allí, con el coche lleno de barro, evaluando si el río, por donde debíamos cruzar, era factible y conseguiríamos pasarlo...
En poco mas de 40 minutos, estábamos ya allí, era nuestro sitio, estaba helando y había pesca en el cebadero.
Nos pusimos a montar el equipo con el mas sigiloso de los silencios, evitando el menor ruido posible, colocando con delicadeza y astucia los diferentes montajes y cebos en los que teníamos depositada nuestra confianza y con ayuda del barco, pusimos los cebos en el sitio escogido. Teníamos una cara de felicidad que era obvio las ganas y los recuerdos que afloraban tras los recuerdos de años pasados, picadas, carreras perdidas, los poker que nos marcamos dentro de nuestra tienda, por no decir aquellas maravillosas fotos!
Tras entrar en calor después de un buen café que preparamos para disminuir el frío y mientras la estufa hacía su trabajo, tuvimos el primer susto, ya que una de las alarmas sonó durante unos segundos, sin éxito.
No había marcado el reloj las 2 de la madrugada cuando un receptor no hizo salir corriendo hacia las cañas. Una preciosa picada hacía inalcanzable las cañas, a medida que nos acercábamos, el sonido del shimano soltando hilo y más hilo hacía aún más emocionante la carrera; cuanto más corríamos, más linea iba sacando.... Tras clavar el pez, rápidamente nos dimos cuenta que era un barbo, quizás no el que estábamos, pero si uno que satisficiera nuestra búsqueda. Fue Michell el que más disfrutó, pues fueron sus cañas las que le engañaron.
Así y sucesivamente fueron entrando distintos peces, también ejemplares muy bonitos de carpas.
Era necesario e imprescindible el hacer un bait-mess con distintos cebos como peces muertos, cangrejos... No se hizo mucho esperar otra carrera, ahora si eran mis cañas las que parecian que se iban a fundir con la cantidad de pitidos que provocó la primera carrera. Tras una lucha bastante complicada por diferentes obstáculos que teniamos, conseguimos hacernos unas fotitos.
El fin de semana fue bastante productivo y conseguimos sacar mas de media docena de barbos y alguna carpa mas.
Con menos alegría que el viernes, el domingo recogimos todo el equipo y volvimos a la rutina, con un muy buen recuerdo y espectativas para afrontar otra salida, que esperemos no tarde mucho en venir.
Espero que os haya gustado, pues lo he intentado reflejar tan bien como he podido, intentando que vosotros intentéis disfrutarlo también.
Un saludo
viernes, 7 de diciembre de 2012
TRAS LOS PASOS DEL MININO
Durante estos últimos meses,
siempre que los diversos quehaceres lo han permitido, los compañeros del club hemos
hecho alguna que otra escapada en busca del Channel Catfish, de algunas de esas
escapadas habéis sido participes siguiendo el blog.
En esta ocasión, además de contar con mi fiel compañero de batallas Scooby, he tenido el
placer de acompañar en su salida a mi buen amigo Jose Miguel, (chato), su mujer
e hijo, y su padre, una familia extraordinaria, excelentes personas con las
cuales se está sumamente cómodo y a pleno disfrute, y no dudas en repetir
experiencia tan a menudo como te sea posible, esta vez centrados más en disfrutar
de unas horas en el campo y no perder la oportunidad de degustar un buen guiso,
hemos decidido finalmente por no estarnos quietos, llevar las cañas e intentar
tentar a los “gatos” del lugar.
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Con ayuda del barco cebador hemos repartido por la zona un par de kilos de semillas, que siempre tenemos preparadas para cuando surgen estas salidas de un día para otro, también hemos metido algo de pellets, micropellets, un puñado de boilies y ya por último hemos depositado nuestros montajes con su correspondiente malla de pva para hacerlos más atractivos.
Como magnifica excusa para recuperarnos
del titánico esfuerzo de montar las cosas decidimos tomar un bocado, mientras
se iba cocinando para la tarde y a su amor, un rico caldero de patatas y carne,
una vez más, de la buena mano que tiene Carmelete en esto de la cocina.

miércoles, 5 de diciembre de 2012
ÚLTIMA SESIÓN DEL CLUB
Como todo lo bueno se acaba, ya estamos de vuelta de nuestro último concurso del año, se echaron de menos ha algunos compañeros que no pudieron asistir a la cita, pero pudimos gozar de una entretenida sesión de pesca, sobretodo cercana y agradable como por suerte son para nosotros éstas quedadas, con el fin de compartir orilla con gente extraordinaria a la que no puedes ver tan a menudo como te gustaría, de disfrutar de momentos en los que estás plenamente a gusto y en los cuales no tardan en dispararse un sinfín de anécdotas, chistes, chascarrillos o diversas conversaciones sobre cualquier tema, que sin ninguna duda para la mayoría de nosotros dejan en segundo lugar a la propia pesca.
Pues bien, disponíamos de tres días para intentar engañar a los peces del lugar, teníamos en mente el afanoso reto y la ardua tarea que nos esperaba, había grandes expectativas de lograr capturar algún gran barbo y ese era el objetivo principal, es evidente que no haríamos ningún asco, es más, recibiríamos con los brazos abiertos la picada de cualquier otra especie, pero teníamos muchas ganas de tentar a ésta en particular.
Pues bien, disponíamos de tres días para intentar engañar a los peces del lugar, teníamos en mente el afanoso reto y la ardua tarea que nos esperaba, había grandes expectativas de lograr capturar algún gran barbo y ese era el objetivo principal, es evidente que no haríamos ningún asco, es más, recibiríamos con los brazos abiertos la picada de cualquier otra especie, pero teníamos muchas ganas de tentar a ésta en particular.
Manos a la obra, nos dispusimos a esparcir por los puestos bolas de engodo, pellets, micropellets, algunos boilies y semillas, con la ayuda de los barcos cebadores, cohetes, tirachinas o cualquier herramienta de las que dispusiéramos.





Estábamos gratamente sorprendidos, ni en el mejor de los casos imaginábamos que en tan poco tiempo los peces darían la cara, y menos aún que serían peces de tan buen tamaño, pero la cosa no iba a quedarse así, después de lanzar al agua la caña con la que se había producido la picada, no habían pasado 25 minutos en el reloj, cuando esa misma caña volvía a tener una picada, también extrajo una cantidad de hilo considerable, la captura parecía mayor que las conseguidas hasta el momento y los continuos cabeceos en la lucha apuntaban a que se trataba nuevamente de otro barbo, pero justo cuando quedaban pocos metros entre el pez y la sacadera, pudimos comprobar que en esta ocasión se trataba de una carpa, una sana y batalladora amiga que dio un peso de 6’5kg en la báscula.
Amanecía el viernes y nos disponíamos a terminar de montar diversas cosas que aún nos faltaban, mientras, poco a poco se iban llenando los puestos vacíos con la llegada de compañeros que no habían podido venir antes, en ese transcurso de tiempo teníamos dos nuevas picadas, sendas carpas con pesos de 8’5kg y 6’5kg respectivamente, no habían transcurrido ni 24 horas y ya teníamos ocho capturas en nuestro haber.
















Y así damos por finiquitado este último concurso del año, ahora toca recargar pilas pues ya mismo tenemos encima el comienzo del nuevo año y con ello nuevas sesiones de pesca, hasta la próxima…
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