
Con ayuda del cohete cebador, de un tirachinas y un cobra,
fue cebando la zona que le gusto y en la cual lanzaría sus cañas con una mezcla
de semillas pequeñas que fue proporcionando y recebando a lo largo del día,
unos micropellets fantásticos de superbaits que dejan una cama de partículas
espectacular entorno a nuestro anzuelo, todo un batiburrillo de sabores, unas
bolas de engodo y un puñado de boilies.

Con la zona ya cebada y el equipo a punto, solo faltaban los
bajos para terminar, las mallas de pva que darían el último toque al bajo ya estaban
preparadas del día anterior y a falta de colocarlas a lo largo del bajo, para
el cebo de anzuelo se decantó por maíz natural levantando ligeramente el
montaje gracias a la ayuda de un maíz flotante, y un surtido de bolas caseras,
el compañero también ha sucumbido al encanto de los chato’baits que le están
dando muy buenos resultados y se llevó unos cuantos sabores para probarlos,
tanto dulces como salados.






Las temperaturas ya habían subido considerablemente y si no
era por alguna picada o para recebar, había que huir de la orilla y buscar agazaparse
bajo la sombra de algún árbol e ir hidratándose a menudo, aparte de eso, la
pesca estaba dando la cara y las picadas se sucedían, algunas se desclavaban
enseguida y otras cuando ya estaban cerca de la orilla, no obstante otras
muchas conseguían llegar a la moqueta, como éstas dos piezas que sumo Miguelin
a su casillero, dos carpas sanas y luchadoras engañadas con maíz y con un
chato’baits de banana.


Llegaba la hora de comer y con ello el poder recobrar fuerzas
para afrontar la tarde con garantías, fueron unas horas de auténtico sofoco e
inactividad del pez lo que aprovecho el amigo para tumbarse a la vera de un
buen árbol para reposar la comida y poner en orden los pensamientos, pasadas
unas horas y volviendo a percibirse actividad en el agua con saltos y burbujeos
volvieron a producirse las picadas, en poco tiempo el compañero se hacía con
dos nuevas capturas, se trataba de carpas muy similares a las obtenidas
anteriormente y que pelean a más no poder, lo que siempre gusta y se agradece,
esta vez se decantaron por chato’baits de mantequilla y piña respectivamente,
de momento las bolas estaban dando la cara y no había sabor probado que no
hubiera obtenido alguna captura.


No quedaba mucho tiempo para dar por finalizada la sesión,
por lo que había que aprovechar hasta el último instante con la intención de
aumentar el número de capturas obtenido hasta el momento todo lo que fuera
posible, por suerte acompañó la fortuna y las picadas continuaban
produciéndose, una carpa llegaba hasta la sacadera tras hincar el diente a la
ristra de maíz mientras un nuevo ejemplar de Channel Catfish chupeteaba el chato’baits de
pescado, bola con la que se habían sacado todos los mininos y que por tanto
había dado un rendimiento más que notable.

La sesión había cumplido las expectativas, Miguelin hacía
tiempo que no había podido salir a pescar por los estudios y diferentes
compromisos y en este día en el que solo disponía de unas horas tenía la
ilusión de que fuera fructífero y que al menos paliase ligeramente las ganas de
hacer una buena jornada de pesca con los compañeros del club, mientras llega
ese momento estas escapadas exprés son perfectas para matar el gusanillo y
poder estar unas horas al aire libre desconectando de la rutina diaria y
practicando una afición que tanto nos gusta, Miguelin obtuvo una nueva captura
mientras recogía las cañas y se despedía hasta otro día, enhorabuena por la
jornada y las capturas y seguro que dentro de poco organizamos alguna buena,
hasta la próxima……..
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