viernes, 24 de mayo de 2013

EL MAESTRO REVI EN PEÑARROYA.

El pasado viernes 17 de Mayo se intuía como un día boyante para nuestro amigo Revi, socarrón hurgador futbolero que siempre tiene a bien esparcir recaditos sobre los males del equipo rival, con indudable seguridad en una celebración cantada y posterior recochineo,  contra todo pronóstico tuvo que sucumbir ante el aluvión de observaciones que dejaban los amigos recordándole lo acontecido, barruntando que el fin de semana se presentaba movido, decidió después de darle vueltas a la cabeza que intentaría sanar los males de la manera que más le gusta, a pie de orilla en busca de ejemplares que le hagan pasar un rato entretenido y le regalen una buena fotografía para el recuerdo.
Dicho y hecho, acompañado de Juanan, su buen compañero de fatigas, él maestro se disponía a tentar a los peces durante el fin de semana, después del pertinente madrugón se encontraban ya pateando la orilla en pro de escoger el lugar preferido para plantar el campamento base, una vez elegido tocaba montar los equipos y preparar las cañas, una vez estaba todo preparado era el momento de empezar a cebar la zona para hacerla más atrayente.

Con una mezcla de semillas que tenían preparada del día anterior y unas bolas de engodo comenzaron el grueso del cebado con ayuda del cohete cebador y la catapulta, lo acompañarían más tarde de algún boilie lanzado con él cobra, una vez terminada la tarea solo quedaba esperar pacientes la llegada de la primera picada.

Para el cebo de anzuelo se decantaron por el maíz, utilizaron unos granos más duros que los empleados en la mezcla de semillas para cebar, de esta forma se aseguran que aguantan más tiempo en el hair, no se desprenden con tanta facilidad y soportan mejor los lances de la caña sin desquebrajarse. Una vez más siguieron dando una oportunidad a los ya más que citados boilies caseros del amigo Chato que siguen triunfando allá por donde van y que son una maravilla.
Disponían para probar de una remesa de múltiples sabores encargadas al maestro bolichero Chato, que en los últimos años se ha alzado como todo un experto con una mano increíble en esto de hacer bolas caseras, algunos sabores ya los habían probado y otros serían la primera vez que lo harían, como en este apartado siempre es mejor ver y probar que oír o escuchar, os recordamos una vez más que si alguno está interesado en probar dichas bolas con sus correspondientes remojos y sacar sus propias conclusiones, no tiene más que ponerse en contacto con el amigo Chato que le atenderá encantado y explicará todo aquello que fuera necesario.

Poco a poco se sucedían los saltos y burbujeos por la zona del cebadero, daba la impresión que el pez estaba metiéndose en él y con algo de suerte no tardaría en sacarse algún ejemplar. El día estaba algo desapacible con presencia de aire y unos nubarrones cargados de agua que fueron descargándola en diferentes momentos a lo largo del día, la sensación de frío también era notoria, a pesar de contar con momentos de auténtico bochorno en los últimos días han vuelto a revolucionarse las temperaturas, dando total credibilidad al refrán que propone aquello de que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. La primera captura no se terminaba de animar, cuando de repente el zumbido del viento se mezcló con el sonido de una alarma y nuestros amigos corrieron raudos a cobrarse la pieza, después de unos minutos de bonita lucha, lograban llevar hasta la moqueta a una pieza magnifica, pasara lo que pasara nuevamente habían espantado el temido bolo de un manotazo e inauguraban su casillero particular de picadas.
La cosa se animaba, enseguida repusieron el cebo de anzuelo y volvieron a lanzar las cañas deseosos de lograr engañar a una nueva carpa, durante las siguientes horas se mostraron esquivas a pesar de dejarse notar entre algún que otro salto en el agua, después de haber almorzado y sin noticias de nuevas picadas, fue casi llegando a la hora de comer cuando se tuvieron que levantar de las sillas ante la señal de que una nueva picada se estaba produciendo en una de sus cañas, lograron clavar el pez y llevarlo hasta la moqueta, se trataba de otra hermosa carpa que plantó batalla y dejo esta bonita instantánea a nuestro amigo Revi.
Después de varias horas sin señales de peces el tener una nueva picada es todo un gustazo, después de volver a lanzar las cañas aprovecharon para recebar un poco por si por la tarde había suerte y tenían nuevas capturas, después de lo cual se dispusieron a tomar un bocado. Fue ya entrada la tarde cuando lograron obtener un doblete, en cuestión de pocos minutos tanto Juanan como Revi lograron engañar a dos nuevas capturas, dos hermosas y muy sanas carpas que hicieron el disfrute de nuestros compañeros, si todas las anteriores habían sucumbido al maíz, en esta ocasión tomaron los boilies caseros, los nuevos sabores que estaban probando y que ya estaban dando nuevas capturas, una vez más y como buena costumbre se estaban portando los chato’baits.

Pasaban los minutos de manera inexorable y hacía ya tiempo desde que se produjo el doblete y no se daban nuevas picadas, hubo que esperar un buen rato para obtener las que a posteriori serían las dos últimas capturas del día, una vez más se repartieron el trabajo y fueron ambos amigos los afortunados de la consecución de sendas picadas, se turnaron en la tarea he hicieron de clavadores de pez, fotógrafos, fotografiados, y de ayudantes de sacadera y moqueta. Se apuntaban pues dos nuevas piezas en su casillero, el día se estaba dando a pedir de boca.

Casi sin darse cuenta nuestros amigos se estaban comiendo la tarde, quedaban pocos minutos para que comenzasen a recoger parte del equipo sin prisa pero sin pausa para darle algo más de tiempo a las cañas que serían lo último en recogerse en pro de una picada de última hora, en ésta ocasión no se tendría esa suerte, ya no se sacarían nuevas capturas, con el coche ya cargado tocaba partir rumbo a casa a darse una buena ducha y descansar un poco, pues al día siguiente tocaba seguir pescando y volverían a madrugar para que a primera hora del Domingo ya estuvieran nuevamente a pie de orilla.

Comenzaba pues una nueva jornada de pesca para Revi y Juanan, el lugar el mismo, la zona bien cebada y que solo precisaba de pequeños momentos de recebar para mantener el cebadero en su máximo esplendor, los cebos a utilizar aquellos que tan buenos resultados les habían ofrecido el día anterior, por tanto no tocaba mucho más que lanzar las cañas al agua con sus pertinentes mallas de pva y esperar a que como mínimo se diera tan bien como en el Sábado.
Comenzaba pues la sesión del domingo, el día seguía tontorrón alternando momentos agradables con otros de molesto aire y frío. No obstante no sería excusa para nuestros compañeros que como el resto de miembros del club en peores se han visto, ¡¡¡Y que la quería!!! Si en el sábado la primera picada se hizo de rogar, en este día la cosa cambio ligeramente, se notaba que el cebadero estaba dando sus frutos y había trabajado debidamente desde el día anterior, no tardo mucho tiempo en hacerse una nueva fotografía Juanan con otra hermosa carpa del lugar que se volvió loca en cuanto vio en el charco una de las bolas del Chato, Revi tuvo que esperar cerca de una hora para mostrar su réplica y lograr llevar hasta la moqueta su primera captura del día, una carpa de buen porte e increíble lucha, y en un periquete ya estaba logrado una vez más el objetivo de no terminar a cero en una sesión de pesca.
Era la hora de almorzar y que mejor plató que nuestras queridas Gachas, bocado más que preciado por los miembros del club, buque insignia de nuestra alimentación a pie de orilla y que muy mal se tiene que dar la situación para que falten de nuestra mesa, así que como los peces estaban dando una tregua y de momento no había nuevas picadas, era el momento ideal para degustarlas con tranquilidad y reponer fuerzas después del madrugón.

Después de tan delicioso bocado quedaban aún las mejores horas para disfrutar, amenas había comenzado la mañana quedando también toda la tarde para producirse alguna picada más,  y tanto que fue así, los saltos se sucedían y el pez se estaba moviendo por el cebadero, no hubo que esperar mucho para apuntarse nuevas capturas, una vez más clavaron bien y lograron acercarlas hasta la orilla, hasta el momento ninguna picada había sido fallida cosa que celebraban nuestros amigos, no solo por el hecho de disfrutar de la lucha que brindan, también para poder inmortalizar el momento con fotografías como las mostradas.

Como la cosa se estaba poniendo interesante en un momento ya estaban las cañas de nuevo en el agua y la zona nuevamente recebada, y no tardaron mucho en volver a tener que correr hacia ellas al tener nuevas picadas, estaban disfrutando de lo lindo y pasándoselo en grande, el maíz se había convertido en el protagonista de las últimas picadas, y como dicen que lo que funciona no hay que cambiarlo seguían utilizando este efectivo grano.
Se acercaba la hora de comer y la actividad había bajado sensiblemente, ya no se veían tantos saltos ni movimiento del pez,  aunque los resultados ya eran más que positivos, como es lógico uno siempre quiere más y no se conforma, así que aprovecharon para revisar las cañas y comprobar que los montajes estaban correctos, mientras mantenían algunos, otros los sustituían por nuevos o diferentes cebos, fue en el devenir de tal ocupación cuando lograron engañar a nuevos ejemplares que por momentos parecía que se habían esfumado del lugar, pero afortunadamente no había sido así.

Llegó el momento de sentarse a la mesa a comer mientras se comentaba como se estaba dando la jornada además de las sensaciones de cada uno, tocaba afrontar toda la tarde con la idea de lograr capturar aquel ejemplar que dejara en minúsculos los obtenidos hasta el momento, en esta ocasión no se pudo conseguir tal fin, pero al menos se sacaron nuevas piezas que tampoco está nada mal y que aumento el regocijo de nuestros compañeros, prueba de ello estas hermosas carpas.


Inmersos en una animada conversación, de repente un estruendoso ruido rasgo el silencio de la tarde, se estaba produciendo una picada y daba la impresión que de las buenas, Revi se apresuró a llegar a las cañas e intentar hacerse con el pez, las primeras sensaciones eran muy positivas, el pez estaba sacando hilo y tras la línea se intuía que venía una pieza de categoría, unos emocionantes minutos pasaban ya desde que Revi estaba bregando con el animal, finalmente y tras una larga batalla parecía que el final estaba cerca, con el ejemplar ya cansado era fácil acercarlo hasta la orilla, cuando estuvo ya a punto de entrar en la sacadera se pudo comprobar que prendido del anzuelo traía un pez sensacional, había vendido cara su derrota y no siendo mala pieza ni muchísimo menos, sí que en un primer momento daba la sensación que se podría tratar de una captura de mayor porte, pero que le quiten lo bailado a nuestro amigo y el buen rato que paso, lo mismo que Juanan que minutos después sacó otra increíble carpa que también le dio su trabajo hasta que logró arrimarla a la orilla e incorporarla en la sacadera.
Poco a poco se iba terminando el tiempo a pie de orilla, apenas restaban unas horas para dar por finalizada la jornada, el fin de semana había sido de lo más fructífero, se lo habían pasado en grande y habían sacado múltiples capturas, sin duda la nota era alta y las expectativas estaban más que cumplidas, no obstante y como guinda al pastel aún hubo tiempo para mojar por última vez la sacadera y moqueta, Juanan pudo disfrutar de una nueva picada que fue preciosa, el pez plantó batalla e intentó una frenética huida que rápidamente fue frenada por el buen hacer de Juanan que después de unos instantes se alzó con la pieza y puedo hacerse esta estupenda fotografía, enhorabuena compañero.
Y como todo lo bueno se acaba llegó el momento de dar por finalizada esta increíble sesión, una vez más habían cumplido con creces en su salida tornando el fin de semana en una maravilla, resulta ya una rareza o singularidad mayúscula que nuestros compañeros no toquen escama en sus jornadas de pesca, enhorabuena por las capturas y por ese buen hacer que os caracteriza, por poner los dientes largos a los que no hemos podido en los últimos días salir a pescar o hemos salido sin tener tanta fortuna, esperamos ya con ganas nuevas noticias de vuestras andanzas que si después de la osada entradilla realizada, un servidor consigue mantener su físico intacto y absuelto de represalias, gustosamente les comentará,  muchas gracias por compartir la sesión con todos nosotros, hasta la próxima……

Después de una bonita lucha para alzarse con la pieza, la pertinente fotografía para mantener el instante en el recuerdo y la obligatoria parada en la observación y cura de las posibles heridas del pez, no hay nada mejor como devolverlo a su entorno, retándolo a futuras peleas mientras ves cómo se aleja a la par que refrescas el buen momento que te hizo pasar.



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