miércoles, 22 de mayo de 2013

Momentos de la sesión tras los Channel.

Tras hacer la recopilación de imágenes de las instantáneas de la sesión, he aquí algunos momentos de la primera jornada de Richovich tras los peces gato de canal.
Momentos de esparcimiento nunca faltan en las sesiones que realizamos en grupo, y por supuesto, tampoco unas buenas viandas típicas de nuestro grupo como son, las gachas de pito, alimento que tradicionalmente tomaban los trabajadores del campo para reponer el gran desgaste que suponían las duras labores de siembra, siega, vendimia...
Debemos reconocer que quizás sea un plato demasiado calórico para el desgaste que realizamos, pero pocos platos hay tan simples y buenos como las exquisitas gachas.  

Buscando los Channels.
La observación continua de los spot, y frecuente cambio de la posición de los cebos en torno a la zona elegida, toma suma importancia en cualquier sesión, pero quizás en la pesca del channel resulte aún más importante que en la de ciprínidos si queremos conseguir algún ejemplar de buen porte.
Los grandes ictalúridos son peces difíciles de encontrar y engañar, ya que se muestran muy cautos y recelosos a salir de las áreas donde encuentren abundante protección que les proporcione una buena sensación de seguridad ante los posibles peligros, que realmente cuando se trata de channels de buen porte, son pocos, ya que estos peces cuando alcanzan un tamaño superior a los 20, 25 cm. no tienen un depredador natural en nuestras aguas, e incluso dudo que aún siendo alevines teman a otro depredador que no sean los propios Channel adultos, que con frecuencia practican el canibalismos.
Como buenos conservacionistas, nunca menospreciamos ninguna captura y la tratamos de la misma manera que si de un ejemplar de record se tratara, porque el channel, a pesar de ser unos animales increíblemente resistentes a todas las adversidades, son muy propensos a que sus cuerpos ser resequen si los mantenemos fuera del agua o sin hidratar durante un tiempo prolongado, destruyendo la capa de mucosa protectora de la que están dotados y exponiéndolos a enfermedades y parásitos de los cuales esta mucosa los protege.
La lucha.
La captura de los channel nunga es sencilla, y más cuando pescamos en las zonas repletas de obstáculos que estos suelen elegir como apostaderos y refugios. No se puede decir que sea un pez que proporcione épicas luchas con el pescador, ya que realmente se deja arrastrar una vez  se siente atrapado, pero no sin oponer resistencia, ya que utiliza su estilizado, fuerte y ágil cuerpo para rotar y arquearse creando una superficie mayor de resistencia junto con el agua. Esta estrategia de lucha del pez gato de canal es toda una prueba para el material del pescador.

Otra de sus facetas es la de enterrarse literalmente en los obstáculos que encuentra ceca, siendo muy pocas las huidas despavoridas que estos peces realizan al sentirse clavados por el anzuelo. Este pez, generalmente al percibir la situación de peligro, realiza pequeños desplazamientos casi sin delatar su presencia al otro lado de la línea, y buscará cualquier piedra, tronco, algas, ramas... en definitiva, cualquier estructura donde pueda introducirse y zafarse del cautiverio.
Por estas razones, este pez es tan difícil de doblegar cuando su tamaño es grande, pues con el tiempo se vuelven más cautos y previsores, no alejarse mucho de sus zonas de cobertura.
La sesión.
Aunque la sesión tras el channel fue, a pesar de la adversa meteorología,
un existo en cuanto a capturas, también conseguimos un típico comizo de estas aguas, ciprínidos estos que presentas una considerable desproporción en la relación; boca, cabeza, cuerpo, pero que nos demostró que la pesca es impredecible. Aunque a pesar de todo lo bueno, se nos quedó un pequeño amargor por no haber conseguido extraer del agua uno de esos peces gato de canal que pusieran al límite nuestros equipos y nuestros brazos. Pero bueno... la pesca es así y la del channel no va a ser menos.
Ya solo nos queda tener más fortuna en la próxima sesión tras estos ictalúridos de los que tanto disfrutamos, y conseguir un ejemplar monstruoso.
Hasta la próxima...
  

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