domingo, 16 de junio de 2013

EL CHATO EN ENCINAREJO (SEGUNDA PARTE)

Ya estamos de vuelta para relatar lo vivido en la segunda y última (de momento) escapada a Encinarejo de nuestro amigo Chato para celebrar su recién obtenida licencia andaluza, en esta ocasión por motivos de trabajo y de estudios respectivamente, no pudieron acompañarnos Miguel y Xoxi que a regañadientes tuvieron que asumir la circunstancia, sustituimos sendas bajas por nuevos fichajes de última hora, así pues, el Capi, Fernando, Chato, su hermano Julio y el que les narra, pusieron rumbo hacia el embalse con la máxima ilusión por pasar un buen rato y con el reto de cada salida, intentar pescar algo.
El día despertaba nublado y con presencia de aire que dotaba al ambiente de una sensación más gélida, lo que ni mucho menos menguaba nuestras ganas de pasar un día en grande, poco a poco fuimos montando los equipos y dejando todo a punto de caramelo para dar el pistoletazo de salida a nuestra jornada de pesca.
Estando lo más importante resuelto y dejando los montajes como tarea pendiente nos dispusimos a cebar la zona previa elección de la misma, en esta ocasión nos decantamos por usar una mezcla de galletas de perro y pellets y boilies troceados que fuimos introduciendo en los puestos con ayuda de los barcos cebadores.
Fuimos combinando lo mencionado con unos cuantos tacos y un revuelto de semillas, todo un batiburrillo de sabores y colores, con la intención de hacer nuestros puestos los más atrayentes posibles y que fuera un lugar de parón obligatorio para las capturas que merodeasen por las proximidades. 
Teniendo ya la zona caliente y a la espera de que fueran acercándose los peces a nuestro cebadero fuimos rematando los montajes para lanzar las cañas, seguimos probando nuevas bolas para ver como trabajaban y más chato’baits que tan buen resultados nos han dado en el embalse, para esta ocasión el Chato preparo una remesa de un sabor que me encanta y llevaba tiempo pidiéndoselo, el melocotón. Con todo finiquitado y las cañas ya lanzadas al agua solo faltaba que llegase la primera captura, y no tardó mucho en darse, Chato corría hacía una de sus cañas para clavar, una carpa había caído en las redes de su efectivo boilie de coco y no solo inauguraba su casillero particular, también se convertía en la primera en estrenar su nueva piscina-moqueta.
Con la satisfacción del deber cumplido y las cosas bien hechas, esperábamos nuevas picadas, el Chato parecía estar en racha o haber acertado en su elección de cebo de anzuelo y en poco tiempo se hacía con nuevas capturas, unas carpas de increíble lucha que hicieron trabajada su rendición rumbo hacía la sacadera, el melocotón y un boilie de Source fueron los culpables de que el amigo Chato se desmarcase y se situase en lo más alto del pódium.

El Chato estaba rebosante de alegría por la racha que tenía y la consecución de picadas consecutivas, y aún aumentaría su parcial con una nueva captura que tampoco se pudo resistir al chato’baits de coco, aunque minutos después reduciría distancias su hermano Julio con una preciosa carpa capturada con un chato’baits de piña y ácido butírico, las espadas estaban en todo lo alto y comenzaba el duelo fraternal.

Hubo un momento en el cual el tiempo empeoró ligeramente y aumentó el aire desactivando notablemente la pesca y reduciendo drásticamente el número de picadas, tuvimos unas horas de escaso funcionamiento, aunque se obtuvieron algunas capturas más, una carpa que llevo Julio hasta la moqueta después de una bonita lucha, y otra pieza que me cedió el Chato para que la sacase, una batalladora royal que dio una magnifica lucha y una preciosa estampa para el recuerdo, un double trick de m1 de SBS fue el culpable.

Los minutos pasaban de manera inexorable y ya la mañana estaba muy avanzada, llegados a este punto contábamos con varias capturas con un claro triunfador que volvería a incrementar su suerte y numero de capturas, el Chato le estaba cogiendo el punto a la situación y conseguía llevar hasta la moqueta dos nuevas capturas, el tipo estaba radiante de alegría, sus bolas caseras estaban trabajando a la perfección, el melocotón y la banana se apuntaban un nuevo tanto.
Parecía que la actividad se estaba restableciendo y se sucedían los saltos, ahora eran más frecuentes y aprovechamos para recebar muy sutilmente, teníamos en mente hacerlo en mayor proporción después de comer, en estos minutos de mayor actividad del pez se produjeron nuevas picadas, Fernando se animó a sacar su primera captura la cual con paciencia y cuidado logró incorporar a la sacadera, casi inmediatamente después de depositar la pieza en la moqueta tuvimos que armar la sacadera rápidamente y salir al auxilio del Chato quien pedía ayuda para sacar otro pez más, que consiguió acercar a la orilla y fotografiarse con él.

Como Fernando le había cogido el gustillo a esto de pescar, volvió a probar suerte con otra captura, después de clavar y unos minutos de incertidumbre donde se llegó a pensar que el pez se había liberado resultó que era una falsa alarma y tras unos instantes de lucha lograba hacerse con la pieza, Julio era otro afortunado que podía disfrutar de una batalla más y seguía sumando en su casillero.

Poco después repetía sensaciones y tras una arrancada increíble donde el animal sacó gran cantidad de hilo pudo fotografiarse con un hermoso ejemplar de carpa royal, le dio una fantástica lucha y no fue nada sencillo acercarla hasta la orilla, lo que aún hizo más emocionante el momento y la picada, dábamos por finiquitada la mañana, se había pasado volada entre momentos muy entretenidos y animados.
Fue entonces cuando nos dispusimos a parar un momento y coger algo de fuerzas, el Capi nos anunciaba que la comida estaba lista y servida, nos aguardaban en la mesa diversos víveres que serían más que bien recibidos, entre ellos un delicioso moje refrescante y riquísimo, también una tortilla de patatas, bocado delicioso donde los haya.

También podíamos elegir entre una ensalada, pechugas empanadas, o una rica carne en salsa, sin duda platos variados y muy apetecibles, en poco tiempo nos pusimos las botas mientras charlábamos animadamente y pedíamos que un hubiera nuevas picadas durante ese periodo de manduca para poder disfrutar de ello tranquilamente y sin sobresaltos.

Ya con el buche satisfecho y pletóricos, decidimos potenciar el cebadero buscando terminar la tarde con buen pie y seguir incrementando la racha conseguida hasta el momento, así que cargamos los barcos cebadores y esparcimos semillas y engodo por la zona, tocaba pues esperar a que se produjesen nuevas picadas.


No tardó mucho en producirse la ansiada primera picada de la tarde, aunque la emoción de hacernos con la pieza se tornó en impresión y desagrado cuando observamos la captura más detenidamente, la pobre tenía una espeluznante herida en la boca, daba la sensación de un fuerte desgarro producido por ejemplo por haberse zafado de las ataduras de una cuerda, de algún montaje perdido en el agua o algo por el estilo, en cualquier caso daba lastima ver como tenía la boca el pobre animal y aun así luchaba por sobrevivir y se intentaba alimentar como buenamente podía, sin duda toda una luchadora nuestra amiga a la que manipulamos y curamos de la mejor forma que supimos y que despedimos al devolverla al agua deseándole una pronta recuperación.

Mientras le dábamos vueltas a la cabeza pensando en la pobre carpa, tuvimos la fortuna de poder fotografiarnos con nuevas capturas, el Chato se apuntaba un nuevo doblete y con la misma caña, si lograba llevar hasta la orilla una hermosa carpa que le había brindado una emocionante lucha, justo cuando el barco cebador había llevado de nuevo la línea al punto exacto y casi sin tiempo para tensar la línea, el tensor se descolgó violentamente mientras la alarma comenzó a sonar vehementemente, así que mientras el barco regresaba a la orilla el amigo se encontraba nuevamente luchando por apuntarse una nueva captura.
La bola de melocotón estaba respondiendo mejor de lo esperado en un primer momento, su primera toma de contacto con el lugar se estaba resolviendo positivamente, y la cosa no pararía ahí, después de dos capturas consecutivas volvía a sonar la misma caña una media hora después, tras la línea y prendida del anzuelo venía una pequeña carpa que suponía aumentar un poco más la ventaja del Chato en la sesión, Fernando recortó distancia cuando logró llevar hasta la moqueta una preciosa royal que costó trabajo arrimarla a la orilla, ofreció 4-5 arrancadas espectaculares que hicieron las delicias del público. 
Una bola de cangrejo de carpzone le permitió fotografiarse con tan estupendo ejemplar, el tiempo mejoró sensiblemente y se estaba muy a gusto en el lugar, por momentos había que refugiarse del ardiente sol y buscar el cobijo de los árboles del lugar, entre tanto, los hermanos volvieron a sacar nuevas capturas, seguían con su duelo particular para ver quien se proclamaba campeón y cada pez sacado suponía estar más cerca de alcanzar tal fin.

Un chato’baits de banana y la siempre efectiva sk-30 eran las culpables de las últimas capturas,  poco a poco iba pasando la tarde y ya solo quedaban pocas horas para cerrar el telón y dar por concluida la sesión, apurábamos pues para incrementar al máximo el número total de capturas obtenidas, los hermanos volverían a golpear con sendas capturas en las mismas cañas y con los mismos cebos que minutos atrás habían conseguido.

Cuando parecía que se lograría triplete y volverían a sacar peces los hermanos, pues Chato logró una nueva captura y estábamos pendientes de si Julio repetiría experiencia, resultó que rompí la tendencia y la racha triunfal de los hermanos para sacar una carpa muy chula, tuvo una arrancada digna de mención y guerreó todo lo que pudo, ofreció una lucha increíble y el rato hasta sacarla fue muy gratificante, mi winnie de pooh con una bola de piña no podía defraudarme, y no lo hizo.
No obstante lo único que hice fue aplazar lo inevitable, pues después de un tiempo sin picadas y haber aprovechado para tomar un bocado con un refresco bien frío que era de lo más apetecible por la temperatura presente, los hermanos volvían a las andadas y repetían doblete, no se daba abasto para llevar la sacadera y moqueta de un lado a otro, de nuevo repetían y lograban fotografiarse con más ejemplares.

La jornada llegaba a su fin y ya solo tendríamos tiempo para unas últimas picadas, llegados a este punto las sensaciones eran positivas, todos habíamos pescado algo en mayor o menor medida y el objetivo inicial estaba cumplido, por lo que todos estábamos satisfechos y con las expectativas cubiertas, el sheriff del cotarro y triunfador de la jornada sacaba un nuevo pez que sucumbió a un chato’baits de coco antes de participar en el doblete que cerraría la sesión, era un pez sensacional que lucho hasta la extenuación con diversas carreras cuando estaba próximo a la sacadera para huir de la misma y que hizo disfrutar enormemente a nuestro amigo Chato.
Y he aquí lo vivido en este periplo pesquil, el chato estrenó su licencia a lo grande y ya está cavilando cual puede ser el siguiente embalse Andaluz que intentará abordar mientras sigue recorriendo infinidad de lugares, diversos y variados, y como prueba a lo largo de las semanas seréis testigos de nuevas sesiones de este fenómeno amante de la pesca de la cual disfruta al máximo siempre que no hay quehaceres ineludibles de por medio, así que, poco más que decir, ha sido un auténtico placer formar parte de estas escapadas tanto con el Chato como con el resto de compañeros con los cuales hemos compartido orilla, numerosos chascarrillos y capturas han supuesto la tónica de las jornadas, siendo éstas amenas, enriquecedoras y esperando que se repitan con la mayor celeridad posible tanto en este maravilloso escenario como en cualquier otro, espero que mis palabras os hayan servido de ayudar para recrear lo sucedido de la forma más fiel posible, para que el placer del contacto con la naturaleza, pescar o al menos intentarlo y después describirlo en una crónica, sirva para transmitir ese gusto a todos vosotros, para que de igual modo disfrutéis, hasta la próxima……


Aquí podéis ver una de las capturas del maestro Chato, triunfador incuestionable de la sesión con sus eficaces y de gran calidad bolas caseras, como ya hemos dicho en otras ocasiones si alguien está interesado en probarlas no tiene más que ponerse en contacto con el amigo Chato que le informará de lo que sea preciso;



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